Dean;

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[!] Os ligado a Mierda y Seguro.

—¡NO QUIERO IR! –gritó a todo pulmón.

El pequeño Dean se encontraba haciendo una gran rabieta, debido a que él realmente no quería ir a sus clases de francés. Se quejaba frunciendo sus cejas, haciendo pucheros y cruzando sus brazos, imitando justamente a papá Harry cuándo papá Niall se negaba a darle un beso.

—Tienes que ir, Dean. –explicó el rizado derramando la última gota de paciencia que le quedaba del día.

—¿Porqué tengo que ir si no quiero?

Harry estaba exhausto, no quería seguir lidiando con la situación, así que esperando a que Niall tomara autoridad le otorgó el poder de ser el "papá malo" esta vez.

—Pregúntale a tú pa Ni, te dirá lo mismo.

Al oír aquello, Dean salió de la cocina como un rayo hacia la sala de estar, hasta encontrarse con su papá a un lado de su tío, los cuales veían un partido de fútbol americano con sus bebidas en mano.

Harry decidió unirse apoyando su peso sobre el umbral de la puerta de la cocina, y a un lado de Niall observó la escena.

—Papá, por favor. No quiero ir, ¿Puedo quedarme aquí viendo Paw Patrol? –pidió dando sus mejores ojos lastimeros.

—Claro, no vayas. –exclamó Niall sin alguna preocupación mientras daba un trago a su cerveza oscura.

Al escuchar aquello Harry golpeó el hombro de Niall y lo miró con reproche.

—Tienes que ir –cambió de parecer.

—Pero, pero... –tartamudeó casi dejando salir un sollozo, cuando de repente su rostro cambió drásticamente. —¡Mierda! –gritó enojado.

Todos en esa casa sabían de quien había aprendido esa palabra. Louis está allí viendo la escena completa, mientras reía. Dean se percató de ello y lo volteó a ver molesto, al notarlo su tío sacó su lengua burlándose de él, y Dean repitió su acción.

—No llores, mejor ve a ver los telettubies –comentó Louis.

—Los teletubies son para bebés.

—Claro, y los perros policías son para hombres. –rió con ironía.

—Yo seré hombre. Tengo así y así. –exclamó orgulloso mostrando su mano con primero cinco dedos arriba y después haciendo un ocho con ambas. Dejando en claro que tenía cinco años y ocho meses.

Según Dean sería un hombre cuando en dos meses más por fin cumpliera los seis años de edad.

—Haré una fiesta, y no te invitaré. –explicó con una sonrisa burlona.

—No me agradas. –susurró Louis hacia el pequeño, asegurándose de que sus amigos no lo escucharan.

—Lo superaré. –contestó Dean rodando los ojos.

El pequeño decidió no estar más interesando en la conversación, así que bajó de su silla dejando a Louis hablando solo.

—Mocoso mal educado. –susurró mientras su sobrino subía las escaleras corriendo, hasta que se escuchó un portazo.

—¡Hey! No hables así de mi hijo. –lo reprendió Niall mientras Harry salía de la escena –... no frente a él.

Y justo cuando el ambiente comenzaba a sentirse de nuevo con tranquilidad, de repente se escuchó un llanto en una habitación de la segunda planta. Niall al escucharlo estuvo a punto de ponerse de pie, pero justo a tiempo Louis se ofreció a ir.

Era un excelente tío, a decir verdad.

Subió las escaleras, y en menos de dos minutos bajó con la criatura entre sus brazo, aún llorando un poco. Al llegar a la sala de estar se sentó a un lado de Niall.

—Ella si me agrada. –dijo Louis molestando a Dean, quien venía bajando las escaleras con su mochila de Spiderman en un hombro, listo para sus clases de francés.

—No me importa. –dijo sincero, e ignorando la situación prefirió encontrarse a su papá Harry en la cocina.

Louis arrulló a Emma tratando de que esta se calmara, después de unos minutos lo logró poniéndole un chupón en la boca.

—Creo que tiene hambre, le prepararé su biberón.

Niall se levantó, al mismo tiempo que su esposo e hijo salían de la cocina, listos para irse.

—¿Quieres que hoy yo lo lleve a sus clases? –se ofreció el ojiazul.

—No, está bien. Hacen falta algunas cosas en la alacena, después de dejar a Dean iré a comprarlas.

Harry se despidió con un beso corto en los labios, tomó de la mano a Dean, y juntos se dirigieron a la salida.

—Bueno, prepararé comida para Emma. Te amo Dean, pon atención. –dijo Niall despidiéndose de su hijo.

—Si, papá. –respondió a regañadientes.

Dean estaba apunto de salir por la puerta cuando Louis lo llamó.

—¡Adiós, Dean! te quiero. –alzó su voz despidiéndose.

—Yo también, tío. –contestó tierno desde la puerta principal. —Bueno, pero quiero más a mi tío Liam.

Al escuchar aquello Louis abrió su boca con asombro, fingiendo indignación. El mocoso otra vez lo había insultado. Niall simplemente soltó una carcajada mientras tomaba a Emma en sus brazos.

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⏰ Última actualización: Apr 11, 2022 ⏰

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