Irish Pub; *

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[Harry]

Mi cabeza da vueltas, me pongo de pie. No estoy ebrio, pero sin duda fue mala idea combinar tantas bebidas; fue idea de Alex, no me culpen, me retó y yo no quería quedar como un cobarde al lado del sensual chico con piernas sexys como el infierno.

Realmente no estoy tan mal, he estado peor. No me enorgullece, pero debo de admitirlo.

—Oye amigo, creo que sería mejor que te lleven a tu casa. –me sugiere aquel chico rubio con seductoras piernas mientras termina de limpiar la barra con un trapo.

—No, nada de eso. Estamos aquí para celebrar, ahórrate tus comentarios, nosotros sabremos que hacer con el. –dijo el idiota de Alex de una manera ruda y un tanto grosera, ganándose una mirada poco amistosa de mi parte.

—Si, estoy bien dulzura. Aún que sin duda estaría mejor si me dieras tu número. –dije para después "aventarle" un beso tratando de ser sexy, digo tratando porque enseguida soltó una carcajada.

—Cuando estés sobrio, quizás. –dijo él para después darse la vuelta y seguir sirviendo los tragos de los clientes que llegaban.

No me rendiría, tomo otro shot de la mesa y me dirijo a poner "Van the man" en el jukebox, la canción empieza a sonar y las demás personas en el lugar parecen agradarles mi opción, me dirijo a la barra, extiendo mi mano y doy unos suaves toques en el hombro de aquel chico que había captado mi atención.

—Cariño, solo quiero bailar contigo. –le extiendo mi mano esperando su respuesta.

Él no muy convencido lo duda por unos segundos, hasta que después voltea a ver a su compañero y le hace una seña hacia la barra para que este se encargue de ella y después toma mi mano.

—¡Wow! no pensé que aceptarías, si soy honesto.

—No hagas que me arrepienta. –dice soltando una dulce risa.

Lo dirigí a la pista donde ya varias parejas bailaban, y nosotros no fuimos la excepción. A pesar de mi valentía momentos antes para pedirle su numero e invitarlo a bailar, mis manos estaban descontroladas, temblaban, no sabia donde me era permitido tomarlo, no quería echarlo a perder y mis nervios comenzaron a crecer y crecer.

— Yo n-no, yo no se, mmm, en d-donde yo, amm. –trague saliva. —Yo estoy un poco nervioso, no me prestes tanta aten.. – traté de explicar pero me interrumpió.

—No hay que hablar demasiado, solo tómame por la cintura y pégame a tu cuerpo. –sugirió dulcemente.

Dejé de ver hacia el piso para ver sus ojos y ¡Joder! tenía los ojos tan azules como el cielo, lo más hermoso que había visto en mi vida.

Mi confianza subió, lo tomé por la cintura y pegamos nuestros cuerpos, la canción pasó lenta, y la disfruté muchísimo, realmente quería estar aquí con él, ni siquiera lo conozco, pero ya me resulta encantador.

Pero desafortunadamente nada es para siempre y la canción finalizó.

—Mi turno termino, si quieres espera un poco y podemos hablar. –dijo algo tímido.

—¡SI! –grité emocionado, pero después carraspeé mi garganta. —Quiero decir, si claro. Como sea, tengo tiempo —dije mas calmado con un toque seductor. —Estaré con... –alcé mi vista para ver a Alex y sus amigos, pero no los encontré, me habían abandonado aquí. —Te esperaré en la barra, ya que me han abandonado.

—Si, esta bien. Vuelvo en un momento.-dijo riendo para después trotar hacia atrás del bar a lo que supuse era la cocina, esperé por él hasta que lo vi salir con un gran estuche. Se acercó a mi y sacó una caja de cigarrillos.

Narry; one shots. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora