Diversos

Parte II: I am what you see

Jin a ojos de muchos la tenía fácil, en cualquier sentido: era atractivo, alto, con esos ojos cafés , parecían que nada podía perturbarlo. Pero esa mañana estaban más turbios y preocupados, lo que no pasaba tan seguido y menos por un chico.

Jamás se había sentido como esa mañana. A los 17 años cuando sus padres notaron que ocultaba algo, le había hecho sentir tan extraño. Porque Yoongi, era muy joven. ¿Cómo alguien así  había conseguido hacerlo parecer idiota esperando por él fuera de su casa? Por que al parecer no había ocurrido nada con Yoongi . Sólo había decidido no abrirle. Dio un trago a su café. ¿Cómo olvidó pedirle su número? Sí había sido lo primero que se habían pedido su hermano y él. 

-Bueno. Tan reflexivo temprano por la mañana. ¿Qué pasa? 

Su amigo pensó en voz alta: ¿Alguna vez has sentido que has hecho algo realmente mal? 

Pensó por un segundo que sólo había sido un capricho de un niño inmaduro. ¡Sí es que un error lo comete cualquiera! 

-Ya la cagaste con el chico ese. 

-¡Deja de decir de decir que es por...! 

-Bueno, no te pongas así. Ve y dile lo que ha ocurrido -insistió Namjoon -. No creo que sea tan inmaduro como para no escucharte -levantando las manos antes de agarrar su taza llena de café-. Pero después. Que hoy hay reunión en casa y mis papás nos quieren ahí. Lleva tu traje de baño -le dijo volviendo a su habitación. 

Sí Jin odiaba algo con todo su ser desde que había salido del closet era que todo mundo le dijera que era valiente, que era todo un modelo a seguir. ¡Era estúpido! A algunos les podría funcionar y reconfortar, pero aquello jamás había sido un problema para él hasta que lo dijo en voz alta. Pero con Namjoon era diferente. Para él seguía siendo el mismo, cuando se lo dijo él se limitó y reírse y preguntarle: ¿es que tú no te habías percatado de eso? Vamos, que te he visto mirarle el culo a los chicos del gimnasio. Algo que él mismo hacía con las chicas. Así que, ¿por qué eso lo hacía especial?   

Era sábado por la mañana y Yoongi miraba por la ventana de su habitación. Daba a la piscina que tenía su casa y en la que rara vez pasaba tiempo. Sus padres habían decidido hacer una parrillada, así que habían salido a por las cosas y lo habían dejado a cargo del resto. 

Por fortuna el frío había dado tregua, además de que ya estaban, desde hace días, oficialmente entrados en primavera, así que el sol que hacía era más que perfecto. 

Se puso a prepararlo todo. Cuando sus padres volvieron lo tenía todo listo. 

La familia más grande era de su padre: y con tres tíos y una tía a Yoongi y a Namjoon los primos no le faltaban. Pero sólo dos de ellos irían, los hijos de los más jóvenes, quienes tenían como hijos también a dos adolescentes un poco más chicos que Yoongi. 

-También viene tu hermano -aseguró su padre que lo ayudaba a encender la parrilla. Habían preparado un montón de fines de semana así, que les echaba de menos -y también he imitado a... 

-¡Fergus! -saliendo a abrazarlo -¿Ha venido Hoseok?

-No, lo siento -aceptando su abrazo y esa forma tan peculiar de saludar -. Es día de Ángeles y sabes lo difícil que le es cambiar de idea. Pero sabes que quería estar contigo. 

-Ya... Bueno -asustando la tristeza de su rostro -, pasa. Que bueno verte. 

Sus tíos llegaron con sus esposas y sus hijos, que tuvieron que entretenerse con Yoongi, mientras esperaban a Namjoon, quién no tardó en llegar con Jin a un lado. 

Vestían de cierto modo más ligeros, con playeras blancas largas holgadas. Yoongi había decidido usar una camisa igual de holgada pero con sisas muchos más grandes, que dejaran ver levemente un poco más su cuerpo delgado. Sus primos, con quienes estaba charlando cerca de la piscina corrieron a saludar al mayor ya que él era el mayor de todos, lo que lo ponía en el estatus de héroe. "Lo bueno que debe ser tener a Namjoon como hermano, ¿no?" Yoongi tragó duro cuando le hicieron ese comentario en la última Navidad. ¿Qué les respondía? Sí para él su hermano mayor era poco más de un fantasma que jamás había mostrado ningún interés e su hermano menor como lo hacia ese día con sus primos, ambos hijos únicos.