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Jin miraba a todos lados para confirmar que la risa sonora de su amigo no llamara la atención del resto de chicos que estaban en el gimnasio. Tenía sus manos en jarras odiándolo cada vez más.

 -¿Puedes dejar de reírte? 

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-¿Puedes dejar de reírte? 

-Pero vamos a ver -seguía sin creérselo -, tú, conoces a un chico, consigues que se ría de tus malos chistes, te soporta y... -riendo -, y, y ¿y entras a la friend zone ?

-¿Has acabado ya? -viendo que el asunto le causaba demasiada risa. 

-Perdona. Pero es que lo has hecho todo mal. Tienes que no estar disponible un par de días. Haz que te extrañe el chico. 

Jin miró con recelo a su amigo. ¿Qué sabía él de relaciones? 

-Que también, emmm -siguió -¿Cómo es este chico? ¿Quién no se vuelve loco por los tatuajes, o por tu cuerpo? ¿Seguro que es gay? Digo... -soltando de nuevo una enorme carcajada -, ¿te imaginas, tú enamorado de un hetero? Qué se vuelva tu imposible, que estés... suspirando por él y él ni enterado. 

Jin no había pensado en aquello, algo que hizo que su amigo se riera aún más. 

-¿Tienes una foto de él? Digo, para ver lo ingenuo que es. 

-No... 

-Pero sí los amigos se hacen selfies, ¿no? Tomando el té y charlando de sus sentimientos... -desbordando el resto de carcajadas por lo tonto que sonaba todo eso. 

-¡Pero si que eres idiota! 

-¿Has visto su Instagram? 

-No. 

-Bueno. Se lo pides y miras que sube. Y lo que debes hacer es dejar de estar disponible para él. Hazte el difícil, a ver sí así espabila un poco y sabe valorarte.  


Yoongi estaba revisando su libreta. Tenía bocetos, dibujos aleatorios y frases que le gustaban. Se sentía nervioso, era la primera vez que algo tan íntimo salía a la luz y estaba emocionado y al mismo tiempo nervioso pero llamaron a la puerta y así tan ausente escuchando música la abrió. 

-Jin... -lo había encontrado con el cabello revuelto y la ropa para ir por casa. 

-Terminé tarde el entrenamiento y quise venir directo a tu casa. ¿Interrumpo algo? -entrando sin esperar una invitación. 

-No. Yo, sólo estaba... -dejándolo entrar. Se sentía agotado de una rutina que jamás supo cuando había comenzado. 

-Ah -mirando la mesa llena de pasas -. Nunca había visto tus dibujos... 

Yoongi sonrió y se sentó a su lado. 

-En realidad, nadie los ha visto -viendo como su libreta de alejaba de sus manos -, salvo Fergus, Hoseok y... 

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