Diversos

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El lunes Yoongi recibió un mensaje de Carmen justo al salir de clases. Respiro profundo, ¿ahora cómo salía de esta? Ese día iba a acompañar a Jin a hacerse su nuevo tatuaje.

-¡Yoongi! -gritó Jin al otro lado de la calle. Emocionado. El mayor quería ir con él a donde sea -, hola. ¿Qué tal va el día? 

Pero no podía. 

-Pues un poco mal -yendo directo al asunto -. Tengo que hacer un trabajo y hoy no puedo acompañarte. Y lo siento mucho -odiándose por romperle la alegría -, y sé la ilusión que te hacia que te acompañara y a mi también pero...-viendo la desilusión de Jin -, me hubiera encantado acompañarte -tomando sus manos. 

-Está bien -respondió forzado -, así es la educación, ¿no? Bueno. ¿Quieres que te acerque a algún sitio? 

-No, hemos quedado cerca. Gracias. 

Le supo mal eso que había ocurrido y más mentirle. Así que quiso apresurarse y pasar rápido por casa y terminar con esto. En el camino se había prometido que esta sería la última vez que le ayudaría. 

-Carmen, hola. 

-¿Has traído lo que te dije?

-Claro -bajando su mochila para sacar algunas prendas. 

-¡Genial! Vamos a buscar locaciones par hacernos fotitos. 

Yoongi pensó que tendría sesiones así con verdaderos amigos o por lo menos disfrutarlo con alguien que fuera a fin con él. Pero resultaba un calvario con Carmen que quería que saliera todo a la perfección. 

Jin volvió al piso demasiado temprano. ¿Cómo es que de pronto alguien podía evidenciar el vacío en su vida? Antes de Yoongi no se sentía así, por lo que decidió hacerse el tatuaje, aún así seguiría siendo una sorpresa. 

Pero algo lo detuvo de hacérselo.  

Hoseok caminaba junto a Jungkook en el mismo centro comercial tranquilo y sin tener ningún problema. Hasta que vio una mano llena de tatuajes y un cuerpo rectangular sin chiste alguno que miraba detrás de un pilar grueso: Jin. 

Respiro profundo y se acercó decidido mientras Jungkook entraba en una tienda de cómics y figuras coleccionables. 

-Por qué siempre te pilllo detrás de algo mirando... Ay madre -quedando igual de impactado que el gabacho tanto que se tapó la boca abierta. 

Yoongi estaba sentado en una mesa riendo con Carmen, mirándose muy de cerca y con un ramo de flores frente a ellos. De lejos parecía todo tan real. Pero ese paripé enfermó a Hoseok. 

-No he visto nada -marchando hacia el lado contrario de la escena. 

-Si, y yo soy el papa -sujetando con fuerza del brazo a Jin que se detuvo con impotencia -, no es lo que crees. 

Hoseok le hizo una señal a Jungkook de que luego lo veía mientras Jin seguía mirando a Yoongi. 

-¿Y según tú qué crees que creo? 

-Que tiene algo con esa chica. 

Jin comprobó que Hoseok no era un improvisado que no se enteraba de nada. 

-Pues sí. Eso pensaba. Pero no pasa nada... 

-¡Pero deja de creer que soy un idiota! Que puede que mi amigo lo sea pero yo no -acomodando su ropa -, te he observado. Y por más que me pese, sé que te gusta mi amigo -migándolo por primera vez bien. Tenía la mirada triste pero no tanto como esperaba. 

-Yo no... 

-¡No espabiles, mierda! -perdiendo de nuevo los estribos -. Que estoy harto de ustedes dos. Uno me dice que el otro puede que esté tratando de coquetear con él mientras que el otro le hace creer a medio mundo que tiene novia. ¡Sí es qué los dos son igual de homosexuales!