El Secreto Del Manicomio. (Secretos #2)

Capítulo 3. "Reglas"

La noche anterior me puse a llorar demasiado fuerte pero como era de esperar mis padres no aparecieron en ningún momento.

Lloré por mis amigos, por mis padres, por mi hermano, por esta vida. ¿Acaso nunca voy a ser feliz? ¿Nunca tendré una verdadera familia?

Camino por la cocina hacia el patio trasero, miro al cielo, está nublado de nuevo en mucho tiempo, pero no puedo exagerar, solo es un día nublado común y corriente.

Miro los árboles del bosque con los brazos cruzados, mi vida era una pesadilla pero cuando desperté en ese bosque pensando que había asesinado a mi hermano fue cuando la pesadilla se puso peor.

Creo que fue bueno alejar a Juan y a Sebastian de mi lado, no quiero que ellos tengan algo que ver conmigo, porque tarde o temprano van a sufrir por estar mi lado, o peor, pueden terminar muertos.

Solamente estoy esperando a Diego para que me de mi uniforme y me diga que tengo que hacer, se supone que mañana tengo el viaje de fin de curso pero estaré en el manicomio.

Mi vida no vale nada.

¿Qué puedo perder?

Me meto a la casa, mientras camino lentamente, voy a la sala y me acuesto en un sofá.

Saco mi móvil y miro los contactos, ¿Tengo que llamar a Juan y a Sebastian para disculparme? ¡No! No puedo hacerlo, es mejor esto, que me odien pero que estén seguros, lejos de mí.

Mis ojos se comienzan a llenar de lágrimas, en verdad me siento mal amigo por lo que le dije a Juan anoche.

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-¿Y tus padres? - me pregunta Diego, ambos estamos en la sala, el lleva una bolsa con mi uniforme.

-No están, no tengo idea. - le digo y él se encoje de brazos.

Estamos sentados en el mismo sofá, el saca una camisa y un pantalón azul claro, junto a unos zapatos blancos.

-¿Este es mi uniforme? - le pregunto y él asiente.

-Pero también podrás usar tu ropa normal en tus tiempos libres. - me dice y saca una carpeta.

-Estás son las reglas que tienes que seguir si quieres quedarte a dormir en el lugar. Tu horario de trabajo será de lunes a viernes , de 7:00 am a 8:00 pm. - termina de decir y yo tomo la carpeta.

-Bien. - es lo único que logro decir.

-Alejandro, es un trabajo delicado y aún mas con la situación de El Asesino. - me dice. Es cierto, El Asesino está suelto.

-¿No existe ningún sospechoso? - le pregunto.

-No lo sé, a mí no me informan nada. - me contesta y yo asiento.

-¿Nos vemos mañana temprano? - me pregunta y yo sonrio.

-Claro. - le contesto, estoy demasiado nervioso.

Después de que Diego se va, comienzo a leer el reglamento...

REGLAMENTO.

1. Las luces se apagan a las 11:00 pm en punto.

2. No salir de sus habitaciones después de esa hora por seguridad.

3. No tener contacto con los enfermos por ningún motivo.

4. Sí ve a alguien fuera de la cama a esa hora, reportarlo con el director Alberto Rosales.

5. No darle a los pacientes alimento por ningún motivo.

6. No discutir con nadie, este es un lugar libre de violencia.

SI ROMPE MÁS DE TRES REGLAS SERÁ DESPEDIDO INMEDIATAMENTE.

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NARRADO POR SEBASTIAN.

-¡No somos sus amigos, Sebastian! ¡Él mismo lo dijo! - me grita Juan, ambos estamos en mi coche, estacionado frente a la casa de Juan.

-Está atravesando un momento difícil, amor. - le digo por milésima vez.

-¡Ya es suficiente! Está bien, lo comprendo pero eso no le da derecho a tratarnos así. Somos sus únicos amigos. Y sí él quiere entrar a ese maldito lugar, que lo haga, pero no cuenta conmigo. - me dice y yo lo miro haciendo una mueca.

-Alejandro cuenta con ambos - le digo.

-Cuenta contigo porque eres su único amigo, yo no. - me dice Juan enojado mientras abre la puerta del coche y se aleja corriendo.

No entiendo por qué está enojado, los tres somos amigos, somos como los Avengers ¿No?

No puedo dejar que Alejandro solo en estos momentos difíciles para él.

Es mi mejor amigo.

Y a los amigos se les perdona todo.