El Secreto Del Manicomio. (Secretos #2)

Capítulo 6. "502"

Termino de escribir mi nombre en un cuaderno que me da Diego, también  tengo que escribir el día y la hora.

-¿No sería mas fácil que pusieran esos aparatos donde introduces una tarjeta cuando comienza el turno? - le pregunto a Diego que cierra el cuaderno.

-Lo he sugerido, pero no quieren. - me dice y yo asiento.

-¿Ahora qué? - le pregunto.

-Ahora, ve a tu habitación, deja tu maleta allí, ponte el uniforme y ven aquí de nuevo. - me dice Diego mientras comienza a buscar algo en su escritorio.

-Bien... - le digo y antes te tomar mi maleta del piso me entrega una llave con el número "502"

-Esta es la llave de tu habitación. - me dice y yo la tomo.

Agarro mi maleta y comienzo a recorrer la sala de espera observando las puertas.

La puerta de la izquierda dice "Pacientes", la puerta de la derecha dice " Oficia del Director", la puerta que está atrás de Diego dice "Habitaciones", y una puerta que está a un lado solamente dice "Solo Personal Autorizado" lo cual significa que no puedo entrar.

Abro la puerta que dice "Habitaciones" y entro.

Comienzo a recorrer un pasillo demasiado sucio donde solo funciona un foco de los seis que hay.

El pasillo tiene 20 puertas que supongo que son habitaciones como en la yo voy a dormir durante las próximas semanas.

La primera puerta dice "480" así que mi habitacion está en el segundo piso.

Recorro el pasillo demasiado lento, esperando a que salga alguien por esas puertas.

Me gustaría estar con mis amigos en estos momentos.

Llego a las escaleras y las subo igual de lento. ¿Qué me sucede? ¿Acaso estoy nervioso?

Frunzo el ceño y suspiro.

Comienzo a subir las escaleras con un ritmo mucho mas rápido.

El segundo piso solo tiene 10 puertas, la mitad que las de abajo.

5 puertas del lado izquierdo y 5 del lado derecho.

En este pasillo funcionan todos los focos pero parpadean, seguramente por la tormenta.

La habitación 501 está en la parte izquierda y la mía en la parte derecha.

Antes de entrar, veo la puerta con el número 502. ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Aún puedo irme de este lugar?

Pienso en Carlos, toda su vida ha sido horrible, y yo soy su hermano. Ambos sufrimos por culpa de nuestros padres. Tengo que estar junto a él.

Meto la llave en la perilla y la giro.

Saco la llave y abro la puerta.

Estoy seguro de estar en este lugar.

Cuando entro a la habitación, veo que no es individual.

Hay una cama individual, y una litera. Un closet, un escritorio con una silla y 3 mesitas de noche a un lado de las camas. También tiene una puerta, tal vez sea el baño. La habitación no tiene ventanas y está pintada de un color gris.

El foco no tiene demasiada intensidad, en cualquier momento puede que se funda.

-Vaya, carne fresca. - dice una voz que sacude mis pensamientos. Hay un chico de cabello negro, ojos verdes, es delgado pero fuerte y tiene una gran sonrisa. Está sentado en la cama individual y está vestido como empleado del lugar, con el mismo uniforme que el mío.

-Buenos días - digo mientras comienzo a caminar hacia la litera con mi maleta en el brazo.

-¿Buenos días? ¿Eso es todo? - me pregunta el chico mientras comienza a acercarse a mí.

Dejo mi maleta en la cama inferior y me siento a un lado de ella.

El chico se sienta en el otro lado de la maleta y me mira. ¿Qué demonios quiere?

-Me llamo Dandy. Soy empleado de este lugar desde hace tiempo, eso significa que me tienes que hacer caso. - dice con una sonrisa y yo solamente asiento.

-Deja de molestar al chico, Dandy. - dice un voz femenina, una chica sale de la puerta donde está el baño. Está vestida igual que Dandy.

Y es... Hermosa. Un poco baja, cabello castaño, pecas, ojos verdes, delgada, cuando sale del baño sonríe y su sonrisa es hermosa.

-Me llamo Jessica, y no le hagas caso a Dandy. El lleva solo una semana trabajando aquí. - comenta la chica mientras camina se sienta en la cama individual que está frente a la litera y nos mira.

-¡No arruines mi plan! - le grita Dandy, que sacude mis pensamientos, sigo mirando a Jessica, ella me sonrie y siento que la sangre me sube a las mejillas. Mierda. ¿Acaso estoy sonrojado?

-¿Tú quién eres? - me pregunta y yo me quedo en silencio.

-Te está hablando, chico. - me dice Dandy mientras me da un pequeño golpe en el hombro.

-Me llamo Alejandro González. Tengo 18 años. - digo un poco fuerte.

-¡Oh mierda! ¿Eres el hermano de Carlos González? - me pregunta Dandy mientras se levanta de la cama y toma la silla que está en el escritorio y se sienta a un lado de Jessica y ambos me miran.

-¿Acaso no lo notaste? Somos gemelos... - le digo.

-Es que... Él está demasiado delgado y tiene el cabello largo y rubio. Tú pareces un militar y estás tatuado. - dice Dandy.

-Aún así se parecen demasiado, Dandy. - le comenta Jessica.

-¿Ustedes quienes son? - les pregunto.

-Como ya te dije, mi nombre es Jessica. Tengo 19 años, estudio Literatura, pero trabajo aquí porque necesito dinero para pagar la escuela. Mi papá trabaja aquí como cocinero. - dice la linda chica, yo le lanzo una sonrisa y asiento.

-Esto parece una presentación escolar... Mi nombre es Dandy, tengo 21 años. Por el momento no estudio. - dice Dandy.

-No es por ser mal educado pero ¿Qué hacen en mi habitación? Diego no me dijo nada al respecto de compañeros. - digo con miedo de que se sientan ofendidos.

-No te emociones demasiado, niño. Solo vamos a pasar una noche en este lugar. - dice Dandy y veo que Jessica pone los ojos en blanco.

-La tormenta se acerca y no podremos ir a nuestras casas. Si es que vives en esta ciudad sabes que una tormenta no dura un menos de un día. - dice Jessica con una linda voz suave.

-Además, no somos tan valientes como tú. - comenta Dandy.

-¿Soy Valiente? - le pregunto y suelta una risa.

-Nadie se queda a dormir en este lugar, solamente tú y el recepcionista Diego. Los demás regresamos a nuestros hogares. No queremos ser asesinados ¿Sabes? - me dice con una sonrisa. Solamente llevo aquí menos de 10 minutos y ya me quiero largar a estar con alguien como Dandy.

-¿Y tú por qué trabajas aquí , Dandy? - le pregunto.

-Esto parece una entrevista. - dice un poco enojado.

En eso se abre la puerta de la habitación, es Diego.

-¿Ya estás listo? - me pregunta.

-Aún no. - le digo con una mueca.

-Te contraté para trabajar, no para hacer amigos. - me dice un poco fuerte y yo asiento.

-Enseguida voy.