El mito del mundo magico

17.- Nosotros... er... -¿quienes somos?

Me quede petrificada en mi lugar, de reojo vi como Malfoy se tensaba.

No nos podíamos mover, estábamos congelados. ¿Qué se supone que dijéramos? Hola, disculpe venimos del futuro y no sabemos cómo regresar… por cierto soy Hermione Granger y el Draco Malfoy, ustedes es su ancestro ¿podría darnos posada y alimento?, se lo agradeceríamos mucho- Ni siquiera mi cabeza estaba en sus cinco sentidos para pensar algo coherente, porque… ¿enserio?  ¿Usted es su ancestro? ¿Posada y alimento?

Después de lo que sentí una verdadera eternidad a tiene a darme vuelta, encontrándome una varita a pocos centímetros de mi nariz

-Identifícate- Su voz era demandante- Chicos… revísenla

No estaba actuando contra mis instintos, simplemente no sabía qué hacer.

Ni Malfoy ni yo habíamos hecho revisión del área, ninguno de los dos habíamos atinado siquiera a ver más del hombre rubio y de ojos mercurios que se alzaba imponente delante de nosotros.

-Abraxas…-La voz armonioso y delicada de una mujer hizo que todos dejaran lo que estaban haciendo- Creo que es mejor que entremos- con un ademan, señalo a los hombres que se habían posicionado ya detrás de ella, como escoltas- Preparen dos habitaciones para… nuestros forasteros.

-¿Qué? –La incredulidad reflejada en la voz del Malfoy mayor era claramente palpable- ¿estás loca? ¿Pero qué te sucede?

-Lo que yo creo querido mío, es que, la guerra a nublado en ti, aquella pisca, y eh de decir que en ese entonces era pequeña, compasión que poseías – dijo con un una sonrisa la misteriosa mujer- estos jóvenes vinieron buscándote, en caso de que hubieran venido planeando un ataque creo que ya lo hubieran hecho.

-Pero….- Abraxas se negaba a dar su brazo a torcer

-Disculpe, pero… ¿Quién es usted?- me tense, Malfoy, quien había permanecido de espaldas había hablado, la mujer diriji su mirada a él, quizás, tratando de verlo con mayor claridad.

- Soy Amelia Black, y usted, joven, ¿Por qué no se acerca un poco?

-No.- la voz profunda de Malfoy, así como su fuerte negación había dejado caer un impacto en los que lo escucharon

-Malfoy… ¡¿Qué crees que haces?!- le dije susurrando

-¿tú que crees Granger? No puedo dejar que me vean- Dijo el

-Al menos voltéate, ponte la capucha si quieres, pero hazlo- me estaban comiendo los nervios, ¿Qué no sabía que estaba arriesgando todo?

El movimiento lento, y sigiloso, como la serpiente que es, había causado expectación en el poco público que teníamos. Sus pisadas acompasadas se acercaron un poco a sus antepasados.

La capucha no dejaba ver nada, de su apariencia, aunque su postura rígida delataba que no se sentía para nada cómodo.

-¿Quiénes son?- la voz de Amelia Black, que, hace un momento había sido cálida y compasiva, delataba los nervios que le causaba la situación.

Un mecho de su cabello platinado quedo a la vista.

Todo quedo en silencio

-¡¡IDENTIFICATE!!- Abraxas estaba más que inquieto, yo no me podía mover de donde estaba

Draco Malfoy, estaba poniendo drama al asunto, con un movimiento de su mano, tiro algo hacia donde estaban Amelia y Abraxas, lo que fuera que allá sacado, cayó al suelo.

Todos los presentes levantaron su varita, Abraxas se inclinó a recoger lo que Draco había tirado.

-¿Cómo es posible?- dijo entre susurros, pero todos lo escuchamos, el silencio reinaba el lugar.

-Llévenlo a la biblioteca