Mafia II

Capítulo 28: Más sorpresas

Mis hermosas lectoras siento no habes subido el capitulo ayer pero es que llegue tarde de la universidad y me encontre con la lindo sorpresa de que no habia luz en mi sector. Igual aqui esta su esperado capitulo espero que les guste, gracias por sus comentarios y votos son las mejores. Besos con sabor venezolano :*

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Anabella

En este momento me encontraba en el cielo, nunca me había sentido tan bien en la vida, sentí que estaba completa, que estaba feliz.

Ya hacía unos minutos que me había despertado pero quería quedarme como estaba, con mi cabeza en el pecho de Luciano, la mitad de mi cuerpo estaba encima de su costado izquierdo, nuestras piernas estaban entrelazadas unas con las otras. Uno de sus brazos reposaba en mi pierna izquierda y la otra me tenía abrazada a él.

Escuchaba los suaves latidos de su corazón, respire su aroma natural y exquisito, no quería nunca separarme de él. A pesar de que las cortinas estaban corridas aun se podía ver algunos rayos de sol tratando de entrar por lo que suponía que ya era muy de mañana. Con esfuerzo me trate de levantar me dolían un poco las piernas pero eso no era lo que impedía levantarme.

- ¿A dónde vas?- pregunto Luciano con voz adormilada y abrazándome más cerca

- A ningún lado- respondí metiendo mi cara en su cuello

- Ya no me dejes- susurro con un deje de tristeza, mi corazón se apretó y lo abrace con fuerza antes de separarme un poco para mirarle

- Nunca más te dejare- prometí acariciando su mejilla con dulzura, Luciano sonrió con algo de timidez, lo que me hizo besarlo con todo mi amor- Te amo- dije entre besos

- También te amo mucho- aseguro sonriendo, volvimos a acostarnos en la misma posición que dormimos

Él se mantenía acariciando mi cabello y mi espalda mientras yo dibujaba círculos en su pecho sin sentido, solo disfrutábamos del silencio acogedor.

- ¿Tienes hambre?- me pregunto Luciano mientras tomaba la mano con la cual dibujaba y se la llevaba a la boca para besarla

- Si- murmure sonrojada, lo escuche reír

- No puedo creer que te sigas sonrojando después de lo que hicimos anoche- dijo él riendo, lo golpee suavemente en el brazo, me puse de pie notando una leve molestia en mis partes intimas

Busque mis bragas y mi sujetador, sintiendo la mirada atenta de Luciano a mi espalda, voltee para mirarlo, se encontraba sentado en la cama con la espalda pegada al dosier de la cama con los brazos cruzados, el cobertor descansaba en su cintura dejando ver si atlético dorso descubierto

“Oh ayúdame señor”

Puse todo de mi misma para estar seria y no ponerme a babear, además su ego está suficientemente alto para seguir subiendolo, alce la ceja de manera retadora

- ¿No íbamos a comer?- pregunte tomando la camiseta que me dio ayer 

- Si pero estaba disfrutando de la vista- dijo levantándose, rápidamente baje la cabeza y me puse la camiseta mientras él ocultaba su desnudes, luego de un momento sentí sus brazos en mi cintura- Deja de sonrojarte- susurro en mi oído, un estremecimiento paso por mi cuello

Luego de que cada uno fue al baño, bajamos a la cocina para comer algo, una señora algo mayor estaba llevando cosas de un lado a otro

- Buenos días Anita- saludo Luciano, la señora le sonrió con ternura