Capítulo 37: Es ahora o nunca

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Lo sientooooo mis nenas se que las deje con las ganas por una semana per habia estado tan ocupada con la universidad que no me daba chance de escribir un capitulo nuevo, sin embargo como premio de consolacion subire mañana el capitulo final y el domingo el epilogo, lo se es triste que ya este apunto de terminar pero nada dura para siempre chicas :´(. Bueno en fin disfruten de penultimo capitulo, besos con sabor Venezolano

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Luciano

Al fin podía ver a ese desgraciado cara a cara, lo que más me llenaba de ira es ver su sonrisa de satisfacción que tenía pegada en su rostro

- Pensé que me encontrarías con más rapidez Luciano- dijo él que se encontraba a unos metros de mí

- Fuiste un maldito inteligente pero no tanto- conteste yo poniendo recta mi espalda, de pronto su postura cambio y su sonrisa se extinguió

- Y como siempre dañaste mis planes que tenía con la linda Anabella- hablo mirándome con atención, yo cerré los puños tratando de calmar mi ira

- ¿Por qué te empeñas en hacerle daño a los míos?- pregunte molesto, lo escuche bufar

- Por la culpa de los Garibaldi y los Bassalo perdí a mi padre- grito encolerizo 

- Tu padre no pensó antes de actuar por lo que lo hizo caer- dije con simpleza

- No sabes nada de mi padre ni de mi familia- dijo caminando hacia mí pero deteniéndose a mitad de camino

- Lo que sé es que quería más poder, al igual que tu- pronuncie con recelo

Eso basto para que se me tirara encima haciéndonos caer a ambos, logro darme un único golpe en la mandíbula antes que yo con una patada me lo quitara de encima de mí.

Comenzamos a pelear, golpe tras golpe algunos los esquivaba y otros no corría con la misma suerte. Luego de unos minutos nos separamos jadeando por el esfuerzo, hasta ahora solo tenía un labio roto y unos cuando golpees en el abdomen.

- Quería meterlos en la misma habitación- dijo con voz entrecortada, yo fruncí el ceño confundido- A ti y a Anabella para que vieras como la torturaba, para que la oyeras gritar de dolor y no pudieras hacer nada- dijo con una sonrisa sádica en su rostro

- Eres un maldito demente Stefano- dije y comencé a golpearlo con ira

Con todo lo que tenía dentro de mi desde que él apareciera en mi vida y la de Anabella mientras peleábamos, gritos se oían afuera. Stefano como siempre jugando sucio saco un pequeño cuchillo de su chaqueta e intentando varias veces apuñalarme con el.

En un rápido movimiento tome su mano y torcí para que soltara el cuchillo pero no sé en qué momento impacto con un objeto duro en mi cabeza haciéndome caer enseguida, por unos segundos mi vista se nublo, toque mi cabeza para luego sentir como la sangre brotaba de ella pero a pesar del dolor me levante.

Y antes que Stefano tomara de nuevo el cuchillo, lo agarre y se lo clave en el hombro un grito de dolor salió de su boca pero antes de poder terminar con el de una vez escuche los gritos alarmados de los hombres.

-  El fuego se está extendiendo por el cuatro piso, si llega un piso más arriba las bombas explotaran- abrí los ojos de par en par al escuchar la palabra bombas

Mire a Stefano que se veía igual de preocupado que yo y de un momento a otro salió corriendo de la habitación, a pesar del momento logre dar una sonrisa de lado

Mafia IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora