CON ÉL NO

Problemas y resentimientos

Remus estaba nervioso, su jefe llevaba días observándolo de manera extraña, estaba acostumbrado a que lo mirará de forma amable y hasta con algo que él le gustaba definir como "deseo", sin embargo ahora lo miraba con algo parecido al ¿Resentimiento?

- Espero estos papeles listos en mi escritorio para la tarde- dijo el rubio con seriedad pasándole una carpeta.

El ojidorado asintió.

- Si señor- respondió con rapidez Remus.

Lucius solo lo miró como un amo observa a su cachorro cuando llega sucio a casa, en otras palabras con la mirada de "te adoro pero no me agrada lo que hiciste".

"¿Por qué estará enojado?" Pensó nervioso el castaño y luego recordó algo.

- Señor disculpe ahora que lo recuerdo, verá esta noche tengo un compromiso y quería pedir su permiso para irme un poco más temprano- pidió de forma muy respetuosa el ojidorado.

- No, definitivamente no- "no dejaré que vayas a ver a esa persona" pensó molesto el rubio.

- Pero señor...- el castaño estaba sorprendido ya que su jefe nunca era tan intolerante.

- Permiso denegado, rechazado completamente, es mas tome esto- le puso otras cinco carpetas sobre la mesa- hasta que lo terminé no puede irse.

- Es... esta bien señor- contesto algo asustado Remus por la actitud del otro.

Lucius se marchó echando chispas de furia.

Cuándo Remus estuvo solo sacó su celular y marco.

- Hola Remus- contestaron al otro lado de la línea.

- Hola Canuto, lo siento se que prometí ayudarte con lo del proyecto pero no me dieron permiso para salir temprano- se excuso el ojidorado apenado.

- Vaya es la primera vez que pasa eso- comentó sorprendido el ojiazul.

- Lo sé, es extraño incluso me pusieron a hacer por adelantado el trabajo de la próxima semana.

- Jeje ¿Problemas en el paraíso?

- No sé de que hablas Sirius- el ojidorado intentó esquivar el tema avergonzado.

- De la tensión sexual que hay entre tu jefe y tú ¿Tal vez?- se mofo su amigo.
- Eres imposible.

- Y aún así soy tu amigo.

Remus colgó y resignado comenzó con su montaña de trabajo.

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- Regulus, mira mi dibujo- dijo feliz Harry mostrándole su dibujo al ojiplata.

El dibujo era una especie de persona de ojos azules y cabello rizado.

- Que bonito Harry ¿Quién es?- preguntó el ojiplata presintiendo quien era él de el dibujo.

- Drino Sidius, así se ve en las fotos- explicó el niño y luego miró a Regulus con su mirada de "quiero preguntarte algo".

- ¿Qué sucede?- indagó el ojiplata que ya en dos semanas había aprendido a entender al niño.

- Tú y Sidius son hemanos ¿Verda?

- Si, ya te lo había dicho ¿Por qué preguntas?

- ¿Puedes llevarme a verlo?- los ojos de del pequeño brillaban esperanzados.

- No lo sé...

- Por favo...

Regulus suspiro.

- Solo si tu padre nos da permiso- accedió al final resignado.
Harry sonrió feliz.