CON ÉL NO

Respuestas innecesarias

Regulus se levanto temprano para buscar al pequeño Harry, bajo a desayunar a su cocina y se encontró a Sirius intentando hacer alguna especie de postre que él no supo identificar.

-Hey Reg mira- dijo emocionado el ojiazul mostrando la bandeja con una masa extraña que ni siquiera era solida- ¿Crees que a Harry le guste el pastel que hice?

“¿Eso es un pastel?” pensó afligido el menor.

- No creo que sea bueno que el coma tanta azúcar Sirius, mejor compraré algunas cosas de comer de camino- respondió el ojiplata intentando no herir los sentimientos de su entusiasta hermano.

- Esta bien, mi súper pastel será para otro día- el ojiazul parecía algo decepcionado.

Regulus termino de desayunar y se dispuso a salir.

- ¡Ah, es cierto!- expreso el ojiplata recordando algo- le pedí a Severus que viniera hoy, le recibes bien si llega antes de que regrese- dijo para luego marcharse finalmente.

Sirius al escuchar esas palabras se miro a sí mismo, aun estaba en pijama, despeinado, añejo y lleno de la sustancia a la que él llamaba pastel.

- Maldición Regulus- mascullo antes de correr a tomar una ducha.

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Severus cargaba un montón de libros mientras de dirigía al departamento de los Black, caminaba tranquilo por la acera cuando una limosina se estaciono junto a él, la persona dentro de esta bajo la ventanilla y le hablo.

- Sube- ordeno la persona dentro del vehículo.

El ojinegro solo se encogió de hombros para luego entrar a la limosina.

- ¿Cómo estas primo?- pregunto el hombre que lo “invito” a entrar.

- Bien- respondió tan expresivo como siempre Severus.

- A mi también- contesto el hombre aunque el ojinegro no le hubiera preguntado nada- ¿A dónde vas?

- Calle Greenplace- indico el ojinegro y la limosina avanzo.

Los dos guardaron silencio hasta que el recorrido acabo y el pelinegro se bajo del vehículo.

- Nos vemos Severus- se despidió el hombre antes de que la puerta fuera cerrada nuevamente.

- Gracias Lucius, saluda a Draco de mi parte- contesto el universitario antes de adentrase al edificio donde estaba el departamento de los Black.

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- ¿Llevas abrigo?

- Si api.

- ¿Y bufanda?

- Si api.

- Te comportas.

- Si api.

- Si me necesitas le pides a Regulus que me llame.

- Si api- respondió Harry por milésima vez en esa mañana.

Regulus observaba el ritual de despedida de los Potter que llevaba extendiéndose como media hora, era muy notorio que aquel hombre era muy apegado a su hijo y lo cuidaba como su más valioso tesoro.

- Si tienes comezón en el traser….

- Api ya me quero ir- se quejo el niño avergonzado.

James le dio un último beso en la frente a su hijo y observo al ojiplata.

- Cuídalo por favor- pidió el hombre de gafas pasándole a Harry.

Regulus asintió y luego de despedirse se marcho con el niño en brazos.