Su corazón resonaba contra su pecho, sus manos apretaban con fuerza las volante de su motocicleta mientras disfrutaba de la calidez del cuerpo de Krist tras suyo, abrazándole y su respiración golpeando su cuello con repetición. Podía sentir como el Krsit se acurrucaba contra su espalda y restregaba su mejilla con la parte trasera de su cabellera como un lindo gatito necesitado de mimos.
Singto realmente deseaba darle mimos.
Singto quería abrazarle, acariciar sus cabellos mientras Krist ocultaba su rostro en su pecho y la calidez les abundaba, dejando a un lado el frío de la ciudad debido a las fuertes ventiscas frescas de noviembre, dando aviso de la aproximación de la –no tan amada- etapa de invierno.
Singto odiaba diciembre, odiaba las canciones navideñas, odiaba los regalos navideños, odiaba las cenas familiares, odiaba por completos aquellas fechas de supuesta celebración, todo gracias a los recuerdos que todas aquellas cosas le provocaban.
Aun podía escuchar los gritos de su madre con una canción navideña de fondo, podía escuchar los azotes de los pies de su padre contra la manera y recodaba como los regalos para él y su hermana eran destrozados por aquel maligno hombre apodado padre por el par de mellizos.
Realmente odiaba la navidad.
La familia Itthipat sabía la historia de Singto, al igual que sabía que odiaba todo la felicidad del mes de Diciembre, mas no se les hizo difícil apoyarle en aquella parte y no celebrar la fecha, ya que realmente los señores Itthipat nunca se encontraban en casa como para preocuparse por celebrar la navidad con la familia. Singto agradecía a su nueva familia por apoyarle, pero también se sentía culpable al tener que hacer que la familia se negara a diversos eventos familiares que los amigos de la familia invitaban, así haciendo sus padres que Gxxod se quedara junto con él en casa.
—¡Singto! —el moreno fue sacado de sus pensamientos al escuchar la voz de Krist a volumen alto. Singto gruñó y tras pasó un auto con el cual casi chocaba, cosa que no ocurrió gracias a Krist.—Ten cuidado Singto, estas despistado ¿Ocurre algo? — preguntó en un tono audible para el moreno que no despejaba la vista del camino.
—No es nada P', perdona. —Krist asintió y volvió a apoyar su mejilla sobre su espalda mientras sentía como soltaba un suspiro. Pasaron un par de segundos más y por fin llegaron a la gran casa color rojo donde desde el patio se podían escuchar las risas de los chicos y los chapoteos que posiblemente debían ser gracias a los que se encontraran en la piscina.
Singto se bajó en silencio y ayudó a Krist a desabrochar su casco tratando de no hacer contacto visual con él de alguna manera. Krist le sonrió y tomó la muñeca de Singto entre su mano derecha, indicándole que podía indicarle el camino. Singto tragó seco y le miró de manera pasajera, apartando la vista al momento de que sintió la mirada de Krist sobre sus labios.
No entendía el porqué del temblar de sus manos, de su corazón palpitar y sus ojos necesitados de observar a los de Krist, porque sentía su constante mirada cada vez que pasaban cerca por los pasillos cada vez que Krsit llegaba a su clase para buscar a Ohm o cada vez que éste hablaba con Gxxod, como reía a la par de su hermano y le miraba de reojo chocando miradas y leves e inconsciente sonrisas disimuladas. Singto no sabía si era producto de su imaginación, pero lo que sabía es que realmente le gustaba, le gustaba esa sensación que le otorgaba Krist al estar cerca suyo.
—No sabía que tenían piscina, pude haber traído cambio de ropa, realmente amo nadar. —Singto sonrió.
—Pensé que Gxxod te había dicho. Igual puedo prestarte ropa si necesitas. —Krist soltó el agarré de su muñeca y apresuró su paso llegando al lado de Singto.
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[Adaptación][Peraya] Prohibido.
FanficEnamorarse no estaba en planes de Singto. •••♡••• •••La historia no me pertenece. •••Tengo el permiso de la autora original para adaptarla. •••La historia original es de la pareja NamJin[BTS] •••La autora @nattxn.