9.

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Pasaba el medio día y aunque realmente no quería volver, Jin aún esperaba su informe, no había visto a su madre y hermanos en toda la mañana pero no podría evitarlos por siempre. Se despidió de los nómadas con una sonrisa y comenzó su camino devuelta al pueblo, Jungkook iba a su lado, sosteniendo su mano sin decir nada o mirarlo. Namjoon tampoco habló, aunque no podía evitar ver su perfil, lucia realmente atractivo con esa profunda expresión de concentración.


—¿En qué piensas?— la curiosidad lo superó.


Te vi mientras comíamos— respondió Jungkook mirándolo de reojo.


Namjoon frunció el ceño esforzándose en recordar si había hecho algo indebido, a parte de comer menos que los demás por vergüenza, no encontraba nada más extraño. Como hombres lobo su apetito era superior a cualquier otra criatura debido a la gran quema de calorías, así que a comparación de los demás sí había comido muy poco para alguien de su tamaño pero eso no justificaba nada, miró a Jungkook demostrándole no entender su respuesta.


—Me refiero a tu expresión y gestos, era como si nunca hubieras comido de esa forma— explicó mirándolo directamente —Como si lo desearás, lo envidiarás— murmuró sabiendo que lo escucharía.


Tal vez sea así— respondió Namjoon sin mirarlo —Padre es estricto y madre una loca de los modales y la etiqueta, fue liberador comer de esa forma con ustedes— sonrió aún sin verlo.


Jungkook lo observó con cuidado, sabía que eso iba más allá de una simple comida pero no se atrevió a indagar más, apenas se conocían y no quería presionarlo. Namjoon no dijo nada pero agradeció el gesto, no era la primera vez que comía fuera de casa o con amigos revoltosos pero se había sentido de esa forma, pues los nómadas eran completamente libres. Tan diferentes a ellos y sus costumbres, salvajes como un lobo debería ser... Tan ellos mismos.

Sin miedo a mostrase como eran.

En la entrada del pueblo se despidieron con un beso rápido y cada uno tomó su camino, Namjoon suspiró al estar frente a la casa que más resaltaba del pequeño pueblo, podía sentir los olores dulces de su madre y hermano en el recibidor. Realmente no quería entrar, no si a los primeros que tenía que ver eran las mismas personas que le habían causado gran malestar, la puerta se abrió bruscamente sobresaltadolo. El olor a sándalo lo hizo reaccionar y mirar la expresión seria de Jin.


—Madre y Taehyung están hablando de algo, no creo que noten tu presencia— le comunicó con indiferencia.


—¿Hablando?— cuestionó curioso mientras entraba.


—No sobre qué. Sólo parece algo privado o algo así, no me interesa— Jin se encogió de hombros, siguiéndolo.


Pasaron por el recibidor sin ser notados, tal como lo había dicho el mayor, Namjoon miró de reojo a los omegas y frunció el ceño al ver la expresión seria de Taehyung. Movió la cabeza desechando cualquier duda y apresuró el paso ignorando las voces lejanas. Jin que iba unos pasos atrás, pareció escuchar algo ya que se quedó mirando la espalda del beta durante bastante tiempo pero al final solo suspiró y siguió caminando hacia su despacho.

Durante unos días las cosas se mantuvieron de manera tranquila, Namjoon visitaba con frecuencia la cabaña cerca del lago donde se reunía con Jungkook y pasaba un agradable tiempo, bajo la excusa de mantener a los nómadas vigilados y darle informes a Jin, quien no se veía interesado más allá de eso. Su madre era mucho más indiferente y solía regañarlo por cualquier minúsculo detalle pero prefería no prestarle atención real, sabía que empeoraría si lo hacía.

Taehyung se comportaba de una manera extraña, nada habitual hasta para un lobo tan único como él. Naturalmente, lo ignoraba o evitaba, principalmente si su madre estaba cerca pero esos días había sido peor. Incluso desviaba la mirada cuando la cruzaban por mera casualidad, aunque en algún punto y por un momento muy efímero había visto algo en sus ojos verdes que le recordó a la culpabilidad pero ¿Por qué se tendría que sentir culpable?


Hoseok— susurró al verlo.


Sus ojos ámbar brillaron con emoción al reconocer la espalda de su mejor amigo caminando a varios metros frente a él, frunció el ceño ligeramente al verse ignorado, aunque no sabía si Hoseok realmente no lo había escuchado pero no estaban tan lejos como para que no lo oyera ¡Eran hombres lobo! No tenían un oído tan bueno como los alfas pero era suficiente. Dio un paso al frente dispuesto a alcanzarlo pero se detuvo ¿Y si Hoseok no quería estar con él?

No era estúpido. O no tanto como lo creía su mejor amigo que evitaba estar con él. Sí, lo había notado. Siempre había una excusa para irse y desaparecer o no verlo, siempre había algo importante que hacer antes que salir juntos como solían hacer. Suspiró viendo nuevamente al frente, Hoseok se había detenido y miraba el suelo, se había percatado de su presencia pero no parecía dispuesto a mirarlo o hablarle. Dio un paso nuevamente para alcanzarlo pero se vio detenido.

Un gran lobo blanco había saltado frente a él interponiéndose en su camino, sus ojos rojos estaban fijos en los suyos y parecía querer decirle algo, sin la conexión entre manada era imposible entenderlo. Estando transformados en lobos era imposible sentir sus distintivos olores pero él sabía muy bien quien era, hundió sus dedos en ese pelaje suave y sin ninguna mancha, tan inmaculado y puro. Sonrió divertido al ver como el lobo bajaba la cabeza hacia él de forma sumisa.


—¿Qué estás haciendo, Jungkook?— rio en voz baja.


Obtuvo un gruñido que parecía decirle que él ya sabía lo que quería, volvió a reír mientras rodeaba al enorme lobo y acariciaba su costado con cariño, casi lo escucho ronronear pero simplemente se subió en su lomo con cuidado. Se abrazó a él y sonrió olvidándose por completo de Hoseok cuando Jungkook comenzó a correr, al parecer se dirigían al bosque, bien podría transformarse y correr por sí mismo pero ¿Por qué malgastar su energía cuando lo estaban llevando?

Sonrió disfrutando del aire frío contra su rostro, era agradable, se sentía libre y querido. Jungkook se detuvo en un claro y le indicó, con un movimiento de hocico, que se bajará. Namjoon lo hizo teniendo cuidado de no jalar su pelo para no lastimarlo, no le dolería tanto pero ni siquiera quería exponer al alfa a ese mínimo dolor, estando en el suelo comenzó a desvestirse bajo la atenta mirada del lobo. Estando desnudo se apresuró a tomar su forma lobuna, extrañamente se había avergonzado.

Y como si se tratará de dos niños que recién habían descubierto como transformarse en lobos, comenzaron a correr y juguetear. Se oían sus aullidos y gruñidos que no representaban peligro alguno o amenazas, eran como cachorros que jugaban juntos por diversión y nada más, sin segundas intenciones. Así era la libertad, así se sentía estar con aquella persona que creía especial y a su vez lo creía especial, así se sentía ser simplemente un hombre lobo sin etiquetas o expectativas vacías.

Eran solo Namjoon y Jungkook disfrutando de una tarde juntos, una cita de tantas más que habían tenido y tendrían.

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🐺 Alfa 🐺 Namkook - Kooknam [Bts] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora