En el mundo de Sony

*¿Regresaron?

—¡¿Como es que los tres están aquí?!—grité confundida aún en mi cama.

Al principio solo había visto a Adam pero cuando me percaté más de la situación James y Chris también estaban.

—¡Tu!...¡estás mu-muerto!—afirmé apuntando a Chris.—No...no comprendo.

—Estaba...—mencionó Chris.—del verbo pasado porque...¡mírame! ¡Estoy vivo!—dijo riendo y quiso venir a abrazarme pero me retrocedí de lo asustada que estaba.

—Creo que Sony está muy alterada.—explicó James.

—Si, es verdad.—afirmó Adam.—Chris, aléjate de Sony la asustas con tu cara.

Chris lo miró mal.

—¿Dices que yo la asusto?—soltó una risa burlona.—¿Crees que estar sentado frente a su cama, esperar a que se despertara y después decirle,"Hey,tú loca"...—imita la voz gruesa de Adam.—...no asusta? ¡Claro que asusta! ¡Es por eso que ella se ve así!—inquirio.—¡Mírale la cara, mira lo pálida que está y ¿ya viste esas ojeras?...

Abrí los ojos ante eso. James discretamente le pedía que parara con las manos pero este lo ignoró.

—...realmente está demacrada; pobrecita incluso mira su...

—¡Basta!—le corte.—Lo que yo quiero saber es...¿como-como pueden estar aquí? ¿Esto es real?

Fue ahí cuando una vez esa idea vino a mi mente.
¿Es un sueño?

Esto debe ser un sueño.

—¡Despierta! ¡Despierta!—me di varios golpes en la frente.—¡Ya despiértate!

—¡Detente!—me grito Adam.

—Mira Adam todo el susto que le diste; hasta se pega a sí misma...—comentó Chris.

—Creo que esto no es un sueño...—susurre.

—¿Crees? Venga Sony, nada más mírate lo roja que está tu frente...—Chris se hecho a reír.—parece un...

—¡Chris!—interrumpió James.—Ya cállate.

—Uy pues perdón, uno solo quiero hacerlos reír, ahora que regrese de la muerte...

—No regresaste de la muerte.—habló Adam.

—¿Entonces como es que está aquí?—cuestione.

—Lo qué pasa es que...

Estaba por explicar James cuando alguien tocó a mi puerta.

—¡Sony!...—la voz de mi madre se escuchó.

—¡Joder!...—maldije.—¡Hoy es mi día de descanso y mi madre suele venir a visitarme!

—¿Y?—cuestionó Adam.

—¿Y? ¿Como que y? ¡¿Que pensara si me ve con tres chicos encerrada en mi casa?!

—¿Que pensará?—dijo Chris.

—¡Pues pensará cosas indebidas!—exprese temerosa.—¡Rápido escóndanse!—les ordene y los tres lo hicieron.

Solté un bufido al ver donde se habían escondido.

—¡No seas idiotas! ¡Los tres no caben en el armario!—aclare al notarlos todos amontonados.

—¡Sony!—mi madre seguía hablando.—¿Estas con alguien?

—¡Ya voy madre!—grite y les hice una seña a los chicos para que guardaran silencio.

Velozmente salí de ahí y fui a recibir a mi madre.