*REALIDAD

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Estaba en confusión.

Pero no era cualquier tipo de confusión.

Era una confusión cabronsisima.

No es como que todo los días tus personajes salgan de tus libros te enamores de ellos y después te digan que todo fue mentira.

—¿Como se que esto es real?—susurre.

—Por que lo es.—me contesto...¿mi hermano?

—Los dejare solos para que hablen.—contesto la enfermera antes de salir de ahí.

—No comprendo nada. Es...

—Como si fuera algo totalmente imposible.

—¿Sabes todo lo que viví ahí? Era como si...mejor dicho se sintió jodidamente real.

Un vacío enorme se hizo presente en mi.

—...Pero supongo que nada lo fue ¿cierto?—le cuestioné.

—Bueno...—dijo rascándose la cabeza.

Poco a poco empecé por recordar muchas cosas. Siempre he vivido con mi padre y mi hermano Anthony, a quien le decía An de cariño. Mi madre jamás ha estado...

Ella nos Abandonó un día. Y aunque después trató de buscarnos jamás ha sido lo mismo.

Quede en coma...¿por qué quede en coma?

—¿Cual es la razón por la que estoy aquí?—pregunté.

—Tuviste un choque automovilístico, nadie sabe exactamente la razón. Alguien te encontró y te trajo aquí. Al principio fue tan grave que creyeron que no podrías volver a caminar....

En ese momento me destapé de la sabana que tenía y traté de mover las piernas rápidamente.

Sentí un alivio gigante.

Nadamas faltaba que también estuvieras inválida para acabar. Pensé.

—Pero todo fue mejorando aún y cuando estabas en coma, es por eso que el doctor seguía teniendo esperanza a qué despertarías pronto.—finalizó.

—Aún así...—dije ya sentándome en la camilla soltando un suspiro.—¿Que fue todo eso? ¿Como fue posible? ¿Un...un libro?

—Bueno...ya sabes era tu libro de sueños.

—¿De sueños?

—Si, de sueños. Un día llegaste con esa libreta, no recuerdo quien te la regalo. Pero mencionaste que era tu libro de sueños...lo vimos tierno porque eras pequeña.

—¿Y porque se llamaba libro de sueños?

—Dijiste que todo lo que escribías ahí se hacía realidad mientras dormías. Al principio escribiste cosas sencillas, como soñar con ir al cine o así. Después la dejaste de usar por mucho tiempo, y el año pasado habías comenzado a escribir una novela romántica. Supongo que te olvidaste sobre "el libro de sueños" y solo buscaste donde escribir.

—¿Ahí escribi la historia de Adam?

El asintió mientras se quedaba pensando.

—¿Entonces continuaste mi historia metiéndome adentro de ella?

—Estaba desesperado de verte así y no sabía que hacer. Entonces lo recordé, y si, quizás era estupido pero quería que al menos en otra realidad fueras feliz y estuvieras sonriendo.

—Si claro matando a mis personajes...

—¡Si que es verdad que altere la historia adentrándote en ella, pero fue todo lo que hice! Todo lo demás fuiste tú.

—¿Que?

—La historia continuaba sola. Era extraño, incluso creí que enloquecía.

—¿Era escrita a mano?

—Si, pero era...

—¿Co-Como era una distinta letra?

—No lo se, simplemente era otra letra.

—Llévame a donde está el libro.

—No puedo.

—¿Porque?

—Porque la última vez que lo vi, trate de quemarlo. Después lo saqué pero...no recuerdo donde lo deje.

Me levante con desesperación tratando de ir hacia donde fuera que estuviera ese maldito libro.

—¡Sony!—mencionó tomándome de la mano.

—¡Tengo que hallarlo!

—¡Escuchame! ¡Es inútil! ¿Porque te preocupa tanto ese maldito libro? Tú ya estás aquí, ¡por fin despertaste!

Porque, simplemente lo necesito.

Sin decirle nada me solté de su agarre y salí por la puerta corriendo por los pasillos. La gente me observaba extraño pero me daba igual. Necesitaba saber la razón.

De todo esto.

Necesitaba una maldita explicación.

Pero fue entonces cuando todo mi mundo se vino abajo. ¡Los vi!!!!!

¿Estaba alucinando?

No, sin duda eran ellos.

—Te dije que te esperaras....

El impacto hizo que cayera de rodillas al suelo.

—Dijiste que no era real, entonces ¿como?

—La historia no era real, las personas de las que te basaste para crearla si lo son.

—¿Me base en ellos? ¿Po-porque?

—Son los mas codiciados del pueblo. Vienen aquí porque la madre del mayor está enferma.

—¿Como se llama?

—¿El?...—apuntó a uno y se calló como si dudara en decírmelo realmente.—Adam.

—¡ENTONCES SON ELLOS!—finalice levantándome y tratando de correr hacia ellos.

—¡Hey Sony!—dijo corriendo detrás mío sujetándome por el brazo fuertemente.

Pero eso fue lo de menos.

Fue como si me hubieran tirado un gran balde de agua fría.

Los cuatro pasaron a lado mío. Los observé a todos y ellos también a mi.

Mi mirada pasó de Rebecca a Chris, después a Adam quien me miró detenidamente unos segundos y después me ignoró.

Finalmente terminó en James, quien me sostuvo la mirada pero cuando Rebecca le habló se volteó como si tampoco me conociera.

Sentí la peor sensación del mundo.

Los conocía. Eran ellos, yo...los conocía mejor que nadie ¿no?

Por supuesto que no, ellos no son los personajes.

Básicamente los conocía pero para ellos yo no era más que una extraña.

Una maldita extraña que escribió y vivió toda una locura a lado de ellos.

Pero ellos jamás lo recordarían...

Y yo tenía que afrontar la realidad,

Una realidad que estaba jodiendome.

En el mundo de SonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora