*Destruccion

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El lugar estaba cayendo en pedazos, pero no podía hacerlo, no podía dejarle allí.

—¡Tienes que levantarte! ¡Por favor sólo hazlo!—le suplicaba.

James me sonrió, por un momento levantó su mano para acariciarme el rostro. Me deje llevar por su caricia.

—Gracias por todo Sony...

—James....

Sus ojos se cerraban cada vez más, hablaba con dificultad hasta que cierto momento los cerró por completo dejándome sin aliento.

Una de las cosas más terribles sucedía frente mío, otra vez, todo esta saliendo mal.

—Vámonos.—dijo alguien detrás mío.

Me giré inmediatamente para ver quien era. De nuevo aquel extraño chico de la comisaría apareció frente mío. Si, al mismo quién le había pedido su sudadera.

—¿Que?

—Todo se está derrumbando.

—Ya lo se, pero no me ire. No sin el.

—No puedes llevarlo.—inquirió haciendo que lo mirara extraño.—Es decir, el....—el sonido de las llamas del fuego aproximándose se escuchó, temia morir pero no podía dejar a James.

—Ya te lo dije, no me iré sin el.

Un sonido mucho más fuerte se hizo presente, como si el cielo se estuviera cayendo en pedazos, una pequeña vibración se sintió en el piso.

—Joder...¡Todo va a derrumbarse! ¡El mundo se destruirá!

—¿El mundo...?—no complete mi oración ya que él me jalo tan fuerte obligándome a salir de allí.—¡NOOOOOO! ¡JAMESSSSSSSS! ¡NO PUEDO DEJARLO AHÍ!

Forcejee tanto con aquel chico que al final me soltó.

—¡No puedo irme sin James....!

—¿Al menos sabes dónde están los demás?

—¿Los demás?...—al parecer se refería a Chris, Rebecca y Adam.—¿Donde están?—pregunté asustada.

Me giré como loca buscándolos por todo el maldito lugar pero no estaban.

No puede ser, los perdí a todos, los perdí de nuevo.

Me tiré al suelo llorando desconsoladamente, no tenía ni la mínima idea de lo que sucedía pero algo me advertía que todo estaba mal.

Levante un poco la mirada y me percaté de que el edificio incendiado no estaba.

No había rastro de nada.

Era algo imposible....

Abrí y cerré los ojos un par de veces pero nada volvía a ser como antes.

El edificio no estaba ahí.

Ellos no estaban ahí.

Nada está aqui.

—Es como si nunca hubiera pasado...—susurre dejando de llorar por lo desconcertada que estaba.—¿pero que mierda esta sucediendo?

—El mundo se está acabando, estas volviendo a tu realidad.

—¿Qué?

—Por más que te lo explique no lo entenderías.

—Podrías al menos intentarlo.

En el mundo de SonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora