[•14] segunda parte.

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[🥀]

[...]

–¡AY POR FAVOR URSS, HASTA CREES QUE PUEDES CONMIGO, LITERAL YA TENGO GANADO ESTO!– Habló el nazi acercandose peligrosamente al espacio personal del soviético pero claro, el contrario no se iba a dejar intimidar.

–vaya, tu optimismo me sorpren-. Fue interrumpido por su rival.–¡No es optimismo, es un hecho, en pocos días quedarás bajo mi rejimen.–

–Necesitas que alguien te baje de tu nube.– decía sin perder la postura, pero por supuesto hablo entre dientes al no tener tanta tolerancia hacia el, quería lastimarlo para que se callara pero algo lo detenía, ni el sabía que.

–¿ah si? ¿Y ese eres tú?– el contrario no aguanto más oír su irritante voz y estuvo a punto de golpearlo pero fue detenido por el nazi.– vaya ni siquiera lo intentaste, tuve razón al traicionarte simplemente eres un estorbo.– ¿Que pasaba? El país que literalmente lo podía derribar de una cachetada no pudó oh... No quiso hacerlo.

La cara de Urrs era un dilema, no sabía cómo actuar.

–Me canse de ti, vámonos japón.– después de dos minutos sin tener respuesta, el nazi soltó la mano del soviético bruscamente mientras el conflictia con el mismo, se fue empujándolo cuando paso a lado de el para después encontrar el abrigo del mayor en una silla, la tiró y pasó sobre él mientras su aliado fue muy apegado a el nazi.

–la nieve tendrá la pintura más hermosa cuando caigas sobre ella ya muerto.– el soviético miro detenidamente al menor mientras se tomaba los nudillos, era paciente, la gran satisfacción que tendría verlo muerto, bueno eso pensaba el antes.

[...]

–Sabes, no entiendo para que me trajiste acá si había un parque cerca.– decía el alemán acercándose al hombro del mayor y recostar su cabeza en el.

–D-Digo, confío en mis hermanos pero aveces son medio mensos y nos dirían cuando ya hubieran salido y te verían a ti a y a mi y todo se acabaría y-y.– trató de sonar seguro pero sus nervios lo dominaban y en su mente recreaba la situación y se imaginaba la separación de los dos infantes, aveces era tan dramático, pero el alemán lo interrumpió.

–Wowo ok, ok, está bien, tranquilo.– le daba ternura los nervios del de mayor estatura y empezó a tomar la mano del ruso, cosa que él no dudó ni un segundo y correspondió entrelazando sus dedos, había una paz hermosa.

–Sabes, en realidad necesitaba esta salida, digo me da tentación hablarte pero solo me quedó ahí mirándot.– oh no, que vergüenza el alemán nunca quiso decir eso, sonaría como un acosador así que solo empezó a reír nerviosamente.

–A mi también me gusta mirarte pero no puedo ni saludarte ya que mi cuerpo no reacciona–dijo el ruso tratando de sentir bien a su el tricolor.

–De igual manera no podemos hablarnos, tendríamos problemas si nuestros padres nos descubren.– Alemania era muy bueno siendo pesimista.

–Si... Sabes no me gusta este amor prohibido entre tú y yo, pero la verdad yo creo que esto va acabar bien, de hecho recuerdo que una vez tu padre vino a mi casa y no pasó nada hasta comimos juntos y reía, talvez lo arreglen de manera pacífica.–Rusia ingenuo, se cegaba ante la situación, y siempre pensó la idea de solo que se disculparan entre ellos.

¿Por qué lo recordaría? [Rusia x Alemania]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora