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Un suspiro de alivio salió de la boca del ruso, y se fue deslizando del asiento del copiloto, mientras veía alejarse al trío, y el auto empezó a moverse, solo se podía escuchar la música del auto la cual era de chicas, cosa que hizo sentir muy incómodo a Usa ya que era su favorita y solo movía sus labios a la par de la canción sin que salieran palabras, poco a poco Rusia se dió la oportunidad de establecer una conversación con el estadounidense y tenía que admitirlo agradecía que Ucrania le obligó a aprenderse esa canción para cantar juntos en el karaoke –cosa que no pasó nunca– y el se sabía perfectamente la letra así que no tardó mucho para adaptarse.

Poco a poco se escucharon los cantos espantosos de las dos potencias y un neozelandés percinandose, no sabía si querían invocar algún demonio, nunca se sabe que querían hacer realmente.

Llegaron a su destino y al principio como debería ser una clase de ballet era en total silencio pero risas se hicieron presentes después de un rato.

Risas se escuchaban en la sala de espera mientras veían a los niños practicar.— Mira a ese.— el eslavo apunto a un pobre niño que intentaba aprenderse el baile, pero cuando dió un giro se pegó el mismo y a otros tres niños de atrás haciendo que se cayeran, risas por parte de los dos indundaban el ambiente, mientras nueva Zelanda moría de pena.

La verdad para Rusia era raro ver así a el chico de las 50 estrellas, fue amable, y no es tan malo después de todo, claro aun desconfiaba de el pero esos dos les gustó tanto la idea de verse, y con más frecuencia se reunieron, para el ruso lo tomó como una oportunidad de olvidar al europeo, talvez ya era tiempo de quitarse la idea de estar con el.

Meses pasaron, y la relación entre Usa y Rusia era muy buena, pero entre el alemán era muy tensa, sonreían solo por compromiso, evitaban ciertas estancias juntos, cambiando horarios o dando excusas tontas para no verse más por parte del alemán, se sentía tan nervioso a lado del ruso.

El alemán ya le había dicho a Japón por sus sentimientos tan confusos que sentía por parte del ruso, cosas que su amiga le dijo que le ayudaría pero el rechazó ya que se hizo la idea de que le gustaba Polonia, aunque no era cierto solo era apariencia digo siempre estaban juntos, se engañaba a si mismo por sus sentimientos.

Y llegó el día tan esperado por parte del estadounidense por qué le pediría ser novios.

.—Oigan ¡miren! ¡Mis calcetitas tienes orejas!— un mexicano le contaba a sus tres amigos sobre sus prendas de vestir que cubren sus pies.

.—ay si están re lindos.— el argentino se quedaba fascinado mientras veía las calcetas del mexicano.

El ruso solo sonreía y se le escapaba una que otra risa silenciosa.

.–ah sí, vacan, ¿tienen hambre?— dijo el chileno cansado y aburrido e incluso se estaba dando la vuelta para irse.

.—Bueno, vete, ojalá te caigas...— dijo enojado y triste el mexicano a lo cual el argentino le quiso cumplir su deseo, poniéndole el pie para que se cayera.

.—a-ah me modi la lenga.—decía el chileno tocándose su lengua, mientras el argentino se reía pero por dentro se sentía un poco mal.

El mexicano no lo podía creer.—Que es este poder que tengo en mis bellas manos, ¡Uy! pediré algo bien chido, voy a pedir....—. lo interrumpió Argentina.

.—un novio, osea...— admitía que ver a su amigo feliz pero ser su hada madrina necesita tener poderes que le alcanzen pero por parte del mexicano no quería eso pero no es como que le molestara verdad, así que solo se dedicó a pensar.—¡Uy! Ya se... Bye me voy con el amor de mi vida.

El estadounidense solo quería pasar ya a la junta para volver a practicar su declaracion y cuando vió al ruso solo se fue más nervioso y siguió su caminata rápida pasando desaparcibido al trío de países, a lo que claro Rusia notó la presencia del tricolor con 50 estrellas así que solo se fue despacio siguiéndolo.

El estadounidense llegó lo más posible a el lugar, se cansó demasiado que estaba sudando más que por los nervios, sentía su corazón salirse, así que solo se ocultó atrás de  Groenlandia solo para quitarse el sudor, ONU dijo que llegaría tarde así que eso le dió un poco más de confianza al de 50 estrellas, mientras el eslavo se encontraba escuchando música en su celular al buscár vagamente al estadounidense y ya no encontrarlo, digamos que le dió flojera.

De pronto alguien tocó el hombro nerviosamente de Rusia haciendo de que se quitará sus audífonos y parándose para verlo mejor, cosa que aumento más el miedo del norte Americano, así que solo suspiro y soltó sus palabras.

Ok, I really like you too much, Russia and I love you, you're so special that ... oh, would you like to be my boyfriend?.— los nervios del pobre chico lo consumían, hasta al punto de querer llorar pero obviamente no lo quería expresar pero se tranquilizó.—I say if you want, it's fine if you say no, I love you, I say ... I like you too much that I would like you to be the person who wants to be by my side.—dijo eso para sonar más tranquilo, pero claramente si soltaba un pestañeo lágrimas saldrían de sus ojos cubiertos por sus lentes de sol.

Mientras el estadounidense se calmaba el euroasiatico recordaba cierta escena en donde vio a Alemania acariciando las mejillas del polaco cosa que no quería mirar más, le era fiel a Alemania aún sin ser nada pero se dijo a sí mismo, "tienes que ser feliz", así que obviamente sabía que iba a decir aunque tomaba el riesgo de talvez mejorar o arruinar su vida el dijo:

—если.—

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Ok, si, perdóoon al utilizar el rusame, siento que es muy uzado, pero sin embargo se me hizo uno muy bonito
el ship, y no se me gustaría que en esta historia ayudar a desarrollar un poco a Usa y súper quedaba bien para los próximos capítulos.<3

¿Por qué lo recordaría? [Rusia x Alemania]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora