Noche 06 - Parte 01

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NamJoon notó casi de inmediato que algo andaba mal cuando JungKook no respondió a su teléfono quince minutos después que le había llamado para decirle el texto traducido y plantearle que lo mejor sería contarle todo a su madre para protegerla. Preocupado llamo a la comisaría de la ciudad dando la dirección JungKook para que fueran a ver si todo estaba en orden, pero no se quedó quieto, se subió al auto trayendo a su asistente rápido para abandonar la casa de campo de la muchacha e ir directo a Seúl.

Wo... Vamos a... matarnos... Señor...—Jin estaba agarrado como un gato a la puerta pese a que tenía su cinturón de seguridad puesto.

Tsk, tuviéramos que haber robado el coche de Suga y podríamos encender la sirena... ¡Busca en la guantera!

Ya sabe lo que ocurrió la otr-- ¡Sí!

Sin terminar de refrescarle la mente al detective de la vez que habían hecho eso abrió la guantera con dificultad, había papeles, cigarrillos y lapiceros— ¿No que había dejado de fumar?

¡No te importa! —NamJoon se tiró sobre Jin a tomar algo que este no había visto, una sirena.

¡¡El camino!! ¡Nos va a matar!

¡Silencio!

El inspector volvió a su lugar, sacó la mano por la ventana y colocó la sirena que hacía luces y sonidos sobre el techo del auto. Aquello lo tenían algunos policías que iban de civiles, no podía tenerlo cualquiera, pero siempre las ideas de él rosaban lo legal, de ahí venían todas sus peleas con YoonGi que siempre todo lo que él hacía lo tomaba por una locura. ¡Ahora tenía que salvar a un chico! Tenía que hacer ese viaje a la mitad del tiempo de manera que toda su concentración debía de estar en el camino.

Comenzó a sonar su teléfono móvil— Haz el favor de responder...

Jin buscó en el bolsillo del pantalón de NamJoon asustado con la velocidad del vehículo.— S-sí.

¿Me estas tocando el pene?

El chico lo miró de golpe con sus mejillas rojas— ¡No! ¡No! ¡E-es el movimiento del... del coche que--!

Ey, es chiste... para que quites esa cara de asustado, ahora, atiende.

A veces Jin se comportaba muy dulce, ese era uno de los momentos donde a NamJoon le daban ganas de apretujarle las mejillas, intuía que la sexualidad de su asistente no estaba bien definida, pero aun así no le molestaba. Ahora lo importante era saber si JungKook se encontraba bien, pero al juzgar por el rostro ajeno supo que no.

Jin tapó el auricular y miró a su jefe sin cerrar su boca.

Está muerto...

No... Su madre y... y su hermana...

NamJoon resopló molesto— Pon el teléfono en mi oreja.

Y así el chico tratando de hacer equilibro y mantener pegado el celular en la oreja de NamJoon es que este pudo dar la orden de que llamaran forenses, que le avisaran que se encontraban en emergencia y que Jeon JungKook estaba desaparecido que era urgente dar con su paradero.

Un bache hizo saltar el coche y provocar que Jin diera un grito de niña que hizo sonreír a su jefe, ahí estaba otra vez, ese toque tan especial que tenía su asistente que todavía le indicaba que tenía un niño interior dando vueltas es lo que le daba muchas veces un punto de vista que él siendo ya un adulto frío carecía.

No vayas a orinarte encima, eh...

N-no, señor... pero trate de no matarnos que... que creo que al fin encontré el amor.

Ocho noches de terror - BTS - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora