Noche 08 - Parte 01

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Había tenido el valor de confesarse, de decir sus sentimientos más profundos, tal vez no de la manera correcta y nada romántico hacerlo a mitad de una violación pero lo había hecho al menos por lo que le había parecido las cosas habían cambiado luego de esa declaración.

Si bien no dejó de querer quitárselo de encima en todo momento ya no lo estaba haciendo con tanto ímpetu, en varias oportunidades JungKook descuidó una de sus manos para poder acariciarle el cabello o masturbarlo y Taehyung no había levantado el puño libre para dárselo en la cara. No se mentía a sí mismo, las lágrimas en su rostro y los quejidos le daban a entender que no estaba disfrutando absolutamente nada del acto sexual, pero ese mínimo cambio que solo alguien que conocía de manera loca al castaño podía saber le hacía dudar de lo que estuviera pasando por aquella cabeza.

JungKook se había corrido pero se negaba a la idea de dejarlo ir, tuvo la ligera amabilidad de además de salirse de su interior, de apoyar el peso de su cuerpo sobre sus codos para no aplastarlo mientras lo acariciaba. Dios, estaba muy mal, todo eso estaba horrible, pero no podía dejar de pensar en lo bonito que se veía con el rostro ladeado, las lágrimas secas en sus mejillas y tratando de recuperar el aliento o al menos de ignorar el dolor que debía de sentir.

Se acercó a su oreja y la besó sin hacer ruido para no molestarlo— Eres a quién más quiero en esta vida...

Peinó su cabello hacia atrás suavemente, pero Taehyung le apartó la mano sin ser brusco.

Poco a poco se daba cuenta de la gravedad de lo que había hecho, pero el tenerlo aún desnudo a su lado hacia avivar sus ganas de volvérselo a hacer.

Tenerlo cerca no dejaba que pensar con claridad.— Taehyung... Te duele... ¿No?

El castaño negó sin ganas, JungKook lo tomó del mentón para que lo viera a los ojos, pero éste volvió a apartarle la mano y se cubrió parte de la cara.— No entiendes... esto... está mal...

¿Mal? ¿Qué estaba mal? ¿Su amor? Bueno, no era el mejor método una violación pero... pero la piel de Taehyung lo hacía arder incluso en aquellos momentos donde debería centrarse en sacarle más palabras al amor de su vida— Taehyung, mírame, te amo, te amé siempre, desde que te vi me volviste loc...

¡Cállate!

Al ver como se cubría las orejas con ambas manos volvió a enfurecerse— ¡Taehyung k, no estoy bromeando! ¡Te amo! ¡Y voy a hacértelo hasta que entiendas que es verdad!

Lo tomó de las manos haciéndolo quedar boca abajo y presionó su cuerpo con fuerza hasta penetrarlo. Soltó un jadeo, desde aquella posición podía llegar más profundo en su amado y tal vez eso necesitaba el castaño para entenderlo de una vez.

¡JungKook! Nhm... No... Espera... No... Basta... — En vano con su voz quebrada intentaba detenerlo— Por favor... No... entiendes... JungKo...No...

El que no entiendes eres tú, yo te lo haré entender.

Jamás en la vida creyó que iba a sentir tanto placer escuchando los jadeos y sollozos de alguien, pero cualquier sonido que produjera el castaño lo iba a encender. Hundió el rostro en su cabello para aspirar su aroma. Susurraba que lo amaba mientras lo penetraba con fuerza, Taehyung había rasgado las sabanas de tanto jalarlas para soportar el dolor e intentar guardar un poco de su orgullo pero no dejaba de llorar.

Después de aquel segundo orgasmo cayó rendido en un profundo sueño inhalando el aroma sexual que emanaba la dermis ajena. Estaba agotado y necesitaba descansar. Para su buena fortuna ni una sola vez se le apareció en sueños el asesino de la máscara de gas, por el contrario, una cascada de recuerdos de Taehyung lo acunaron toda la madrugada. Su sonrisa era tan bella y él estaba tan dispuesto a sacrificar el mundo entero por él que su cuerpo ya comenzaba a extrañarlo, se removió un tanto en la cama cayendo de ésta dándose la espalda contra el suelo.

Ugh...

Tardó unos segundos en levantarse y se frotó suavemente la cintura, aún estaba desnudo, Taehyung no estaba en la cama, observó a su alrededor y todo estaba en su lugar quizás había ido por comida, se acercó al radio reloj con las sábanas en mano que habían caído con él viendo que eran cerca de las seis de la tarde. Últimamente se mantenía despierto toda la noche y el día lo utilizaba para dormir pero debido al shock de la muerte de Rose había dormido un poco más, casi hasta el siguiente anochecer.

Taehyung... — Lo llamó carraspeando al sentir la garganta seca. Se colocó sus bóxer y fue a la cocina a beber un poco de agua— Ah, todavía tengo est-...— Estaba por quejarse que había arrastrado las sábanas por todo el apartamento hasta que la levantó de golpe reparando en las manchas de sangre que había en ellas.

Se quedó sin aliento... ¿Cuánto se puede lastimar a alguien en una violación? Es decir... hasta ese momento no creía que lo había lastimado tanto. Se fijó en su pene y no estaba manchado, parpadeó varias veces y fue corriendo hasta el cuarto de lavado casi tropezándose con la misma sábana que terminó dejando en el suelo. Buscó su celular entre la ropa, cuando lo encontró llamó a Taehyung diez veces sin descanso sin recibir respuesta alguna.

Se tomó los cabellos con fuerza, necesitaba pensar, pensar en que no le había pasado nada malo, tal vez solo había ido al hospital a cerciorarse que no había algún tipo de desgarro.

Tomó la decisión de ir a buscarlo, se cambió lo más deprisa que pudo y trazó un plan en su cabeza, debía de ir a todos los hospitales de Seúl y a las estaciones de policía. De repente se iluminó a quien debía pedirle ayuda, llamó a NamJoon. No importaba que después fuera preso por haber hecho eso. ¡Dios! ¡Es que ni siquiera entendía como fue capaz de violarlo! Estaba cayendo en la realidad, había perdido a Taehyung para siempre, había traicionado su confianza, lo había ultrajado, destrozó su orgullo para satisfacer su cuerpo. El castaño no lo amaba y seguramente estaría tan avergonzado de haber sido violado que si quiera iría a un hospital o levantaría una denuncia, con mucha seguridad se hubiera ido de allí.

A simple vista el apartamento parecía estar normal, pero uno para irse solo necesita de su documento, billetera y listo, el resto vale mierda cuando se quiere huir de algún sitio con apuro. Se quedó estático en medio de la habitación sintiendo un fuerte mareo, todo arruinado por su culpa. No solo las mujeres que más quiso estaban muertas si no que Taehyung no querría volverlo a ver y con toda la razón del mundo ¿Quién gustaba de ver a su violador?

Comenzó a llorar apoyándose contra el lava ropas. ¿Cómo le diría a su padrastro que su mujer e hija estaban muertas? Si bien las explicaciones se las daría NamJoon o YoonGi él debía de afrontar que era culpa suya por haber rechazado a un chico ¡Un chico enfermo! por otro lado también tendría que disculparse con los padres de Rose. Como si una ventana se hubiera abierto y dejado entrar un viento helado dio un respingo de temor ¿Y qué pasaría si también tenía que pedir disculpas a los padres de Taehyung? Ya no por la violación si no por un suicidio.

No, Taehyung no puede...


CONTINUARÁ...

Ocho noches de terror - BTS - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora