Noche 08 - Parte 02 - Final

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Sabía que su amigo no era esa clase de personas pero francamente comenzaba a dudar de que alguna vez le haya pasado algo malo en la vida como para querer algo así. Provenía de una familia adinerada y muy cálida que viajaban mucho pero nunca se olvidaban de su hijo, jamás, tenía una vida perfecta ¿Por qué pensaría en suicidarse? Claro, nunca había sido violado dos veces por una persona a la cual depositaba toda su confianza y no solo eso sino que estaba seguro de que en varias oportunidades no lo golpeó no porque comenzaba a gustarle el acto si no para no lastimarlo.

Recordaba haber escuchado esa frase salir de boca ajena ¡Y él había sido tan hijo de puta de haberlo tomado por la fuerza dos veces! No tenía ningún tipo de perdón y no lo quería, lo único que pasaba por su mente era en encontrarlo y asegurarse de que estuviera bien, que no hubiera cometido ninguna locura, después si lo odiaba no importaba porque se lo merecía.

Necesitaba hablar con alguien y nadie respondía el maldito teléfono así que terminó por dejar un mensaje en el contestador de NamJoon para que lo llamara cuando estuviera desocupado.

Hice algo horrible... NamJoon... no puedo mentir más... todo se me fue de las manos... no tuve control de la situación... Taehyung... Ahhh... le hice algo terrible y... no sé qué hacer.

Mientras hablaba caminaba de un lado al otro sin mirar las sábanas que estaban a medio camino entre la sala y el cuarto de lavado, no imaginaba el dolor que habría podido sentir Taehyung para haber sangrado así. Su voz se escuchaba entrecortada, nerviosa, tenía sus manos sudorosas a más no poder y en un reflejo involuntario intentó limpiar una de ellas contra su pantalón, en ese momento descubrió que había algo en su bolsillo delantero. Una nota. Colgó el teléfono dejándolo sobre el lava ropas y desdobló el papel, había una dirección de una casa abandonada que él conocía muy bien pues muchas veces habían entrado con Taehyung a buscar fantasmas encontrando puras ratas, estaba a tan solo siete cuadras de allí.

Taehyung no podía estar muerto, no. Jimin había afirmado que todos sus amores iban a desaparecer, pero Taehyung no podía estar muerto. Negó varias veces dando un paso hacia adelante tambaleándose, sentía el cuerpo pesado, pero estaba luchando contra esas ganas de desmayarse que lo estaban empujando hacia el suelo. Llegó a duras penas a la puerta del apartamento dándose cuenta que la cerradura estaba forzada desde afuera, se le hizo un nudo en el corazón y un fuerte torrente de adrenalina provocó que saliera corriendo del sitio directo hacia la casa abandonada.

Otra noche de horror había comenzado a llenarse de estrellas, los ojos de JungKook comenzaron a aguarse ante la idea de haber llegado tarde, de encontrar al chico que más amaba en el mundo envuelto en papeles, y lo peor, que su último recuerdo de él fuera esa violación.

Corrió con todas sus fuerzas con la idea fija de llegar a la maldita casa tanto que cruzaba la calle sin mirar hacia los lados y casi fue atropellado en varias oportunidades, si Taehyung estaba muerto la vida no tenía sentido alguno. Vio la terraza de la casa abandonada, ya tan solo estaba a una cuadra y media.

Buscó en su bolsillo del pantalón su teléfono móvil, tenía que avisarle a NamJoon el lugar exacto donde se encontraba Taehyung pero el muy idiota lo dejó sobre el lavarropas en su desesperación. Estaba jugado y no iba a regresar por un simple llamado, al llegar a la casa se fijó que nadie lo viera y saltó las altas rejas para caer del otro lado lastimándose la mano con unas piedras que había allí.

Era tan fácil salir herido y él ni siquiera traía algo con lo cual defenderse, Jimin podía estar esperándolo y salir con un arma o una motosierra y todos sus intentos por salvar a Taehyung terminarían en muerte. Se paralizó ante la idea de sus propios pensamientos, todo lo que intentó salvar en esos días había salido muy mal, tenía que ser un poquito precavido. Caminó despacio hacia el patio trasero de la casa, todo era un chiquero, nadie limpiaba allí pues había vivido una vieja loca que se creía que era una bruja, la casa llevaba diez años en venta y nunca nadie quiso comprarla ni siquiera la inmobiliaria quería modificarla y hacerla una de sus oficinas.

Ocho noches de terror - BTS - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora