Ocho noches de terror - BTS - TaeKook

Noche 06 - Parte 02

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Ahora, allí en el interior del coche tenía la necesidad de avisarle que su amigo JungKook estaba desaparecido, si sabía algo pero muy en el fondo su pensamiento egoísta iba hacia que quería volver a escuchar su voz así que lo llamó al móvil. La primera vez no contestó pero la segunda sí.

—Hola, Jin — Espetó en un susurro.

—¿Por qué hablas bajo?

—Espera, espera...— Se escuchó varios ruidos y luego su voz sonó de lo más normal— U_, menos mal que no lograron verme, me quedé dormido en una butaca.

Escuchar la risa ajena lo hizo sonreír— ¿Fuiste al cine a dormirte?

—La película que elegí no era tan interesante y casi al final me dormité, ahora desperté y era función de otra película, creo que me dormí una hora, no lo sé, aún estoy mareado.— Volvió a reír— Gracias por despertarme.

—Tienes que apagar tu móvil cuando entras a un cine.

—No me regañes, lo sé, pero yo lo dejo siempre en vibrador por si alguien como tú me llama.

Su corazón dio un leve salto. ¿A qué velocidad era correcto enamorarse si cada palabra o sonido lo hacía revolverse en el asiento?— Ah... Taehyung... — Dudaba de contarle sobre JungKook pero tenía que hacerlo.

—¿Qué sucede?

—No encontramos a JungKook por ninguna parte.— Soltó sin rodeos— Se regresó a su casa mientras nosotros seguíamos fuera de Seúl y no volvió a llamarnos... ¿Sabes algo?

— ... No... No... La última vez que lo vi fue esta mañana... Dios mío, dime por favor que no le ha pasado nada...

Jin fue a hablar pero el jefe de policía, YoonGi golpeó la ventanilla del coche. Se escuchó su nombre varias veces por a través del teléfono— Lo siento, debo dejarte.— Cortó y salió del auto mirando al policía.

—¿Te encuentras bien? Dime que no has entrado...

—No, NamJoon me dio la orden de que no entrara.

YoonGi resopló— Al menos algo bien hace de vez en cuando. ¿Está adentro? — Ante el asentimiento de Jin le tomó el hombro con suavidad— Todo va a salir bien, descansa un poco y preocúpate por ver como NamJoon va a pagar las multas de exceso de velocidad por toda la carretera y el uso ilegal de la sirena de policía.

El chico se llevó una mano a la frente. Sabía que NamJoon y YoonGi eran amigos antes de entrar cada uno al cuerpo policial y eso en vez de hacer que perdonara las locuras de su loco amigo se esforzaba rigurosamente por que cumpliera la ley a raja tabla. Muchas veces los había escuchado pelearse a los gritos por esos temas. En cierto punto estaba bien que Suga, como lo llamaba su jefe, se pusiera inflexible pero muchos casos fueron resueltos por la impertinencia de NamJoon así que de vez en cuando cruzaban miradas asesinas entre ellos. Uno tan correcto y el otro tan salvaje.

En el fondo esperaba que se trataran de esa manera porque se querían cuidar el uno al otro. NamJoon le había contado un día medio borracho cuando por fin lograron atrapar un roba bancos que ellos habían perdido un amigo por discutir, por no ser inteligentes, por estar más preocupados por saber quién tiene la razón y que durante muchos años se habían echado la culpa mutuamente por aquella muerte hasta que finalmente habían aceptado que cada uno había hecho un poco para que el final de la historia terminara tan cruel.

YoonGi había desaparecido en el interior del hogar. Allí dentro todos eran tan valientes y luego estaba él, tiritando apoyado contra el auto de su jefe pensando, no en las multas si no en que debía de armarse de valor para ingresar con ellos. Siendo el único que estaba fuera mientras el cielo comenzaba a colorearse para recibir el amanecer escuchó fuertes golpes que lo hicieron voltear.

—¡¡Woo!! ¡No puedes pasar!

Jin fue directo hacia Taehyung que venía corriendo desde hacía vaya a saber uno cuantas cuadras y que no estaba dispuesto a frenar por nada del mundo. Recibió el impacto en seco y lo sujetó con fuerza mientras el castaño se esforzaba por liberarse.

—¡¡Déjame!! ¡JungKook! ¡JungKook!

—¡No está allí dentro!

Taehyung le dio un fuerte codazo en la boca del estómago y corrió hacia la vivienda, por buena suerte los gritos habían alterado a NamJoon que fue quién logró sujetarlo justo en la entrada, pero no logró impedir que viera la escena tan macabra.

—Niño, niño... ¿Quién demonios eres? Éste no es sitio para ti.

NamJoon lo llevó hasta la vereda y Jin lo tomó por detrás por los hombros para sostenerlo pues sentía que iba a desmayarse. YoonGi salió acomodándose su placa y miró a su amigo.

—Qué mala memoria tienes ¿Cómo resuelves los casos a parte de con multas por exceso de velocidad?

—¿De qué hablas?

—Éste es por el chiquillo que JungKook se tiró del coche patrulla.

NamJoon hizo una exclamación de sorpresa, tenía razón— ¿Cómo supo que algo pasó?

Jin estaba nervoso porque sentía que iba a matarlo— Yo le conté creyendo que podía estar con él.

Taehyung pareció salir de ese trance de haber visto a la madre y hermana de JungKook muertas y se llevó una mano a la boca, tratando de no vomitar.

—¿Eres su novio?

YoonGi le dio un golpe en la nuca a NamJoon— ¿Qué va a aportarnos al caso su vida sexual?

—Eish, yo solo quería saber... ¿Cuándo fue la última vez que lo viste?

—Cuando... cuando Jin lo vino a buscar...

El jefe de policía se quedó mirando a Taehyung algunos largos segundos— Ve al coche, te llevaré a tu casa. No está bien que estés aquí.

—No, por favor... quiero ayudar en lo que sea... No voy a poder ir a casa como si nada

—Aquí también eres inútil.— Pronunció NamJoon.— Jin acompáñalo a mi coche y quédate con él

El chico le hizo caso y se llevó a Taehyung al auto. YoonGi sabía porque lo había hecho, entendía el dolor que sentía al pensar que su amigo podía estar muerto y pese a que en realidad era inútil que estuviera allí no podía mandarlo a su hogar, prefería tenerlo protegido donde pudiera verlo.

—A seguir con lo nuestro.

Murmuró NamJoon como si su corazón no se hubiera conmovido en nada, pero Suga lo conocía a la perfección así que lo siguió sin protestar.

Estuvieron trabajando con mucho café para mantener los ojos abiertos hasta que cerca de las dos de la tarde dieron con el paradero de JungKook.

Habían tenido que seguir cámaras de seguridad, un coche sospechoso y los registros del celular del chico para dar con la posible ubicación. Se hizo un intensivo rastrillaje hasta que dieron con el edificio abandonado donde NamJoon dijo que fueran a buscar pese a que no tenían una orden, YoonGi esta vez dejó a los instintos de su amigo libres sin ningún tipo de presión y gracias al cielo en uno de los subsuelos lograron encontrarlo.

YoonGi había sido el primero en ingresar y debió alejarse unos pasos para atajar una grotesca arcada. NamJoon bajaba las escaleras a las corridas junto con el resto de policías armados que ignoraron la escena y fueron a asegurar el área. NamJoon se estancó. Nunca había presenciado algo así, una escena tan sucia y tan dolorosa, mucho más que la que había visto esa misma madrugada con las dos femeninas.

Había mucha sangre y el aire estaba impregnado en olor a putrefacción. El cuerpo de quien a esas alturas intuía de quien era ya estaba trozado y envuelto perfectamente como el resto de las mujeres con el único detalle que esta vez había un chico durmiendo en el suelo abrazado a esos restos como si pudiera volver a unirlos y darle vida con su amor.

CONTINUARÁ...