Teenage Dream (Leon x Sandy) [Finalizada]

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– Como no quiero arriesgarme a pelear en supervivencia contigo como compañero, quizás seas útil en los otros modos de juego. En Atrapagemas será divertido. Dudo que seas bueno en Atraco. Quizás en algunos mapas de Balón. También podría intentar contra el jefe robot… – rio imaginándose que tipos de travesuras podría hacer fuera de los eventos o en ellos con la tormenta de arena presente.

Hablaba y seguía hablando como si el adolescente sentado en su cama estuviera prestando atención a lo que decía. Por más que intentara estar atento a cada palabra que salía de la boca del otro legendario, Sandy no podía mantenerse despierto y cabeceó varias veces durante la charla. No quería molestar a Leon pero le era imposible concentrarse por el sueño que cargaba constantemente.

Apoyó su cabeza en una de sus manos logrando detener los cabeceos y escuchar lo que Leon decía. Aun así, su curiosidad nuevamente hizo oídos sordos a las ideas que el de piel morena compartía y despertó el interés en sus ojos por él. No supo cuanto tiempo lo dejó hablando solo pero no podía apartar la mirada. Los labios recibieron toda la atención por un tiempo hasta que la oscuridad que ocultaba el resto de su rostro la reclamó por su atractivo misterio. Ahora estaba preguntándose como se vería sin la capucha en vez de escucharlo.

– ¿Vienes o te vas a quedar ahí? –preguntando se acercó rompiendo la concentración del somnoliento al intimidarlo.

– Si, ¿A cuál iremos primero? –trató de fingir que había prestado atención.

– Ya te lo he dicho, –Leon tomó su mano y lo levantó de la cama para que de una vez por todas espabilara– Iremos a
Atrapagemas primero pero iremos a todos los eventos de hoy. –soltó la mano de su compañero y puso las suyas en sus bolsillos mientras se balanceaba de un lado a otro ansioso listo para hacer sus maldades de cada día.

– ¡A Atrapagemas entonces! –quiso mostrar su entusiasmo pero su voz siguió siendo suave aunque hubiera elevado levemente el tono. Pareció sarcasmo para el de ropas verdes.

Vaya manera de comenzar el día. Con tal de no molestar aún más al otro legendario lo siguió todo el camino hacia el evento sin decir una palabra al menos que se le hablara. No sabía si era tratado de esa forma por celos o recelo. Apenas era su segundo día en el pueblo y sentía que Leon estaba junto a él por obligación y no por querer. Tampoco era tan diferente a lo que él estaba haciendo; estar con Leon prefiriendo ser amigos en vez de ser enemigos con un brawler que podía llegar a arruinar su tranquilidad si lo deseaba.

Para ese evento entraron a una de las cuevas. Al adentrarse en ellas admiró el brillo de las gemas moradas que estaban por todos lados. Algo que amaba hacer antes de ser vencido por el sueño era contar estrellas en la fría noche acompañada por el canto de los grillos, ese lugar podía ser una opción semejante que le gustaría probar si tenía la oportunidad.

Distraído por observar la belleza de la cueva no se enteró que la mirada de Leon caía en él ligeramente enternecida por notar su asombro después de tanto tiempo ver el cansancio en sus ojos. Por el momento, llamó pacientemente al nuevo legendario que se acercó a él luego de escuchar su nombre por tercera vez. Al inquieto adolescente le gustaba que otros apreciaran lo que él apreciaba. Había encontrado una similitud con Sandy que le agradaba, iba progresando hacia aquella amistad que el de cabello purpura quería.

– Este lugar es muy bonito, ¿Es aquí el evento? –preguntó mientras de vez en cuando volvía a mirar a algunas gemas.

– Si, es allá. –con una sonrisa Leon señaló al área de batalla donde la avariciosa pirata intentaba agarrar otra gema solo para ser atropellada por una vagoneta que la eliminó. El pequeño robot se rio a carcajadas de su muerte y Jessie lo regañó para que volviera a concentrarse en la batalla.