11

4.5K 372 377
                                    

Despertar en los brazos del joven encapuchado era lo mejor que le había pasado y dudaba que en el día algo fuera a superar ese momento. Habían terminado ambos acostados en las sabanas que habían arrojado la noche anterior. No sabía como pero terminó siendo abrazado contra el otro joven y no podía quejarse, volvía a acomodarse en sus brazos acercándose más a él. Si algo pasaba, se haría el dormido y quizás su actuación era tan perfecta que terminaba siendo verdadera. Observó el rostro de Leon conteniendo una risa por el hilo de saliva que salía de su boca y terminaba en la sábana. El otro legendario seguía siendo sigiloso hasta cuando dormía, no escuchaba ronquidos y su respiración era muy suave.

Lo tenía vulnerable delante de él y nadie podía evitar que quitara la capucha dejándolo descubierto, como siempre había querido hacerlo. Su curiosidad por conocer como era sin su rostro tapado eran demasiadas y ahora tenía su oportunidad. Tomó con una mano la capucha de tiburón y al momento de quitársela no pudo moverse. Lo soltó y volvió a acurrucarse en su pecho, prefería hacer un drama para que su, por ahora, amigo se quitara su capucha por su cuenta.

Tampoco quería correr el riesgo de que el otro legendario se despertara, estaba demasiado cómodo descansando en sus brazos y no quería que lo soltaran. Todo el tiempo estaba por caer dormido pero se negaba a hacerlo al desear sentir cada momento, desconocía cuando podía volver a vivir eso.

Varias veces escuchaba al mayor murmurando entre sueños. Le era molesto oír lo que parecía ser el nombre de la mecánica salir de sus labios. Pero no era culpa de Leon o de Jessie, simplemente no era para él la envidiable atención que la joven pelirroja recibía.

No mucho tiempo después, el de menor altura comenzó a moverse y se apartó de él por miedo a que lo viera de esa forma. Leon se estiró y acomodó su ropa al sentir el aire entrar a la altura de su abdomen.

Buenos días. –recibió a Leon con una suave voz y una pequeña cansada sonrisa– ¿Has dormido bien? –

– Mejor que tu por lo que veo, –se acostó de costado enfrentando a Sandy– ¿Hace cuánto estas despierto? –

– Hace una hora, creo. –respondió desviando la mirada avergonzado, había pasado la mayoría de ese tiempo viéndolo dormir.

¿Una hora? ¿Y que estabas haciendo? –

– Miraba el techo. –apoyó su espalda para evitar la mirada del más bajo y dirigir la suya al techo.

¿Está interesante el techo? –hizo lo mismo que el más joven dejando sus manos sobre su abdomen.

Si, lo está, descubrí un nido de arañas. –dijo lo primero que se le ocurrió para intentar disimular.

– ¿¡En serio!? ¿Dónde? –

– En realidad no... –no era bueno fingiendo– solamente fue una telaraña, en aquella esquina. –señaló hacia donde mencionó.

Agh, quiero una tarántula de mascota. Bo, el gran cazador, no es capaz de buscarme una y Brock, siendo que se compra esos reproductores de música que valen millones, no me compra una. ¡Es injusto! A Nita le compran todo lo que quiere. –

La desgracia de ser el mayor... quizás puedo conseguirte una. –

– Ja, ¿tú? ¿Con que coraje? Seguro gritas como nena cuando ves una. –

– Sí, huiría... pero lo que quiero decir es que Mortis puede ayudar a que consigas una. Ve a saber que hay en ese cementerio. –

– Si puedes conseguirme una, serás tratado como un príncipe por toda una semana. –

Teenage Dream (Leon x Sandy) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora