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Sandy no supo que para el cumpleaños de la pelirroja faltaba aproximadamente un mes hasta que ella misma se acercó a decírselo. Aprovechó que estaba allí para prometerle que asistiría a su fiesta, si no aprovechaba ese momento probablemente no tendría otra oportunidad en mucho tiempo por su sigiloso amigo que lo arrastraba a otro lado al no querer hablar con la mecánica. La joven se mostró agradecida y lo abrazó para luego despedirse e ir con Bibi y Penny. La pirata lo miraba coquetamente manteniendo la distancia, así se sentía mejor, no estaba invadiendo su espacio a todo momento.

Apenas las tres jóvenes se fueron, Leon apareció a su lado cuando su tiempo de invisibilidad acabó y volvió a arrastrarlo con él a donde quisiera, el otro joven no pelearía o se quejaría por lo cansador que eso le resultaba. Lo único que hacía era preguntar el por que de su comportamiento con respecto a Jessie, pero no recibía respuesta o cambiaban de tema. Si algo malo sucedía, no lo sabría, el sigiloso asesino era demasiado orgulloso como para mostrar debilidad a uno de sus amigos.

Pero no podía evitar a Jessie todos los días. Tanto ella como Sandy comenzaban a tener pistas de lo que tanto le molestaba a Leon. Una vez que lo descubrieron, no supieron que hacer para que no reaccionara groseramente infantil cuando la pelirroja estaba presente, había ganado un poco del odio de la luchadora y esta también se negaba a disculparse por algo que no era su culpa. Necesitó ayuda y no pudo pensar en alguien más adecuado que el joven de estrella dorada.

A ya pocos días de su cumpleaños, buscó al de notorias ojeras para hablar con él. El otro legendario no estaba presente por lo que no había ningún problema. Solo tuvo que esperar a que saliera de una batalla de Atrapagemas.

¡Sandy! –la joven preguntó una vez que lo tuvo cerca– ¿Podemos hablar un momento? –

– Sí, no tengo nada más que hacer por hoy. –no pudo contener un bostezo, causó una pequeña risa en la otra joven, había peleado una batalla y estaba cansado– ¿Es Leon otra vez? –

– Sí. Sé lo mucho que lo quieres y te importa. Por eso te necesito. –Sandy se mostró confundido por captar la indirecta de la más joven, de nuevo sentía ese ardor en sus mejillas– No fui yo quien lo notó, Bibi es como un detector de enamorados. –

Vienes a hablar de Leon, no de mi. –se abrazó a si mismo avergonzado suplicando que cambiara de tema.

Lo sé, pero necesito algo de ti para él. Sé que es una locura pedirte hacer algo como esto… –

– ¿Qué tiene que él me guste con lo que tu quieras hacer? –

Quiero que en mi cumpleaños lo distraigas, intenta hablar con él. Todo el drama que esta haciendo es por que no quiere estar soltero siendo tan genial, no sé de donde habrá escuchado que no me gusta y eso le molestó demasiado. Y cuando esta enojado con alguien sus maldades suelen arruinar algo favorito de la otra persona. No quiero que se le ocurra arruinar la fiesta. –

– ¿Qué planeas que haga? Leon te quiere a ti, no a mi. –

– Necesito que aproveches esa oportunidad, como tu quieras pero hazlo. –

¿Confesarse? ¿Era eso a lo que se refería? Sí, era un pedido de locos. No estaba listo para decir que le gustaba, le gustaba demasiado. Aún así, aceptó a lo que Jessie dijo. ¿Por qué lo hizo? Debía de haber dicho que no, en el momento todo sería más difícil y seguro que su torpeza lo arruinaría todo. Pero en eso quedó. Terminó por aceptarlo al conocer que si no era obligado por algo jamás lo haría.

Esa misma noche le costó dormir por pensar en como se lo diría. No tenía mucho tiempo hasta la fiesta que la familia de la pelirroja armaría, cada hora menos que faltaba aumentaba sus nervios. Nervios que quería ocultar todas las veces que Leon lo buscaba en su hogar.

Teenage Dream (Leon x Sandy) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora