Teenage Dream (Leon x Sandy) [Finalizada]

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Por todo el día siguiente, no obtuvo nada por parte de Leon. No creyó que por lo que había hecho se merecía la frialdad del otro legendario pero ese parecía ser su castigo por no jugar a lo que él quería. A través de las pocas charlas que tenía con la mecánica y la pirata pudo saber que al joven con capucha de camaleón no le gustaba ser dejado en segundo lugar. Había sido criado de esa forma por Bo y, hace pocos años, muy mimado por Brock en un intento de ser el mejor padre.

Si tenía que hacerlo, esperaría a que su enojo se pasara para poder volver a hablar con él con más tranquilidad. Para que la espera no se le hiciera larga, siguió mejorando en las batallas con ayuda de los míticos y, por los momentos en los que no podía conciliar el sueño, Tara le entregó una caja repleta de comics. Eso alegró bastante a ambos, con él cerca hacía sentir a la escaramuzadora como una madre.

Aun así, no fue suficiente para sacar a Leon de sus pensamientos. Varias veces eran ya las que había intentado pensar en que respuesta le daría a Penny al saber sus intenciones y todas esas veces se distrajo pensando en el joven con heterocromía. Su deseo por querer volver a verlo cada vez eran mayores y le resultaba incómodo pensar en él de esa forma aunque no fuera tan atrevido.

¿Cómo podía decirle a Mortis que su interés no eran las damas sino que un caballero en específico?  El sepulturero no dejaba de hablarle sobre el amor desde que la pirata lo besó en la mejilla y no sabía como detenerlo. Tampoco era como si lo aceptara al instante ya que los míticos no tenían una buena relación con el otro legendario. Leon era admirado por lo bueno que era peleando, no por ser alguien amable.

Y a Sandy le gustaba tanto las ganas que le ponía a cada batalla al igual que su actitud aunque no le agradara en todo momento, menos aun cuando era él quien recibía su odio. En esos días, varios brawlers se le habían presentado pero ninguno llamó su atención de la misma forma que Leon.

Así, pensando en Leon, leyendo comics y practicando, pasó otro día sin poder hablar con el otro adolescente con el que creyó haber logrado una amistad.

Apenas despertó, tarde como siempre, tuvo que desayunar rápido o Mortis y Gene lo llevarían con tazón de cereal incluido al evento. Había un nuevo evento de supervivencia que dos de los tres míticos no se querían perder ¿La razón? Era el mapa de supervivencia con trampolines. Sandy no pudo negarse a ir con ellos y cuando se arrepintió fue demasiado tarde, ya estaba solo en medio de una batalla entre Crow, Spike y Leon.

No salió de su escondite por saber que no podría esquivar las dagas envenenadas, las espinas o los shurikens. Cada vez que se comparaba con los otros tres legendarios reconocía que faltaba mucho por aprender. Admiraba la agilidad que ambos asesinos tenían.

Observó el resto de la pelea sin involucrarse, sus ojos concentrados en el otro joven hasta que lo vio desaparecer para sorprender al pequeño cactus y eliminarlo. Ahora que solo eran dos, Leon miró a Crow como alguien inferior por tener menos puntos de fuerza.

Aprovechó la distracción de los otros luchadores y se movió a otro lugar obligado por la nube tóxica. Otro brawler fue eliminado, se sentía patético haber llegado al final de la batalla escondiéndose. Para el otro luchador fue demasiado obvio donde estaba que, sin darle tiempo a reaccionar, eliminó a Sandy con sus dagas en forma de plumas obteniendo su victoria.

Los últimos que reaparecieron fuera del área de batalla fueron Leon y Sandy. Segundos después, se encontraron con Crow que le dirigió una sonrisa presumida al de menor altura entre los jóvenes.

– ¡Deja de mirarme así, gallina! –al fin, después de esos dos días, Sandy pudo escuchar a Leon hablar. Inconscientemente sonrió con su típico cansancio.