"Pudiste contra todo, pudiste contra los tiempos difíciles y el dolor. Pudiste contra todas esas veces en las que todo lo que querías era rendirte... así que déjame decirte que estoy orgullosa de ti Alexandria"
"Portada echa por _stellacadenti"
Está...
Aún el sol no salía pero nosotros ya estábamos levantados, las tareas de Heda eran muchas y yo tenía que mantenerme al tanto.
-Me cae muy mal Titus-. Dijo Octavia quién tomo su lugar a mi lado y mirando mal a Titus.
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-Jamas te va a caer bien-. Dije con una leve sonrisa.
Estábamos entrenando bajo la supervisión de Titus, los niños de sangre nocturna también estaban aquí, los conocía muy bien a los pequeños.
-¿Cómo tomo la orden que le diste?-. Dijo Octavia jugando con el bastón en sus manos.
-Por su rostro pude darme cuenta qué no le agrado la idea de tener a un aprendiz pero era una orden de su Heda-. Dije mirándo como Aden caía a la tierra.
Octavia asintió con la cabeza mientras mirábamos a los pequeños entrenar, yo tenía sudor corriendo por la espalda y frente.
Había sido un entrenamiento intenso pero muy necesario.
Jugué con el bastón de mis manos, habían pasado dos días desde que era la nueva Heda, las reuniones con los embajadores eran un poco desgastantentes.
Luna se había quedado en Polis, diciendo que estaría un tiempo aquí para ayudarme o darme un consejo en mi nueva posición mientras que su hombre más leal se quedaba en su clan dirigiendo.
Anya junto a Indra se marcharon con varios guerreros y junto a dos de los miembros de Skykru.
Les había indicado donde podían tener su propio clan, quedarían a cierta distancia lejana de una aldea Trikru, un lugar muy extenso dónde podían hacer lo que quisieran.
La nave en la que llegaron sería de vuelta a ellos, Anya se encargaría de ir a Azgeda por los restantes de Skykru.
Lo único que no obtendrían de nuevo serían sus armas, ya que para mi gente ese tipo de armas era un tema delicado, Clarke acepto eso.
Le dije que tendrían a unos guerreros qué les enseñarían a sobrevivir en tierra, buscar su comida y enseñarles a defenderse.
-Heda el entrenamiento ha terminado-. Dijo Titus quedando enfrente de mi.
-Lleva a los sangre nocturna a sus habitación, que tomen un baño y coman algo-. Dije con seriedad mirando a los niños formados detrás de Titus.
-Si Heda-. Dijo Titus dándome un asentimiento respetuoso y giró para llevarse a los niños.
-Tú también necesitas un baño-. Dijo Octavia y yo la giré a ver.
-Y uno con urgencia-. Se escucho la voz de mi madre.
Deje de ver a Octavia para mirar a mi madre que traía su arco y flechas junto con un conejo muerto colgado de su hombro.
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