Capítulo 4.

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- Gaara del Desierto-; Gaara sintió unas ganas indescriptibles de besarlo en ese preciso instante al oír su nombre dicho en los labios del chico moreno, Lee por su parte pronunció ese nombre sin darse cuenta, los dedos el muchacho mayor se movían por sus mechones y por un supuesto error del propio Kasekage tocó con las yemas de los dedos la suave piel de Lee, una corriente de potente electricidad los atravesó y Lee sintió su corazón latir rápidamente ¿Qué rayos era eso que sentía? Con Sakura jamás le había sucedido algo similar, como él mismo había descrito, por ella sintió atracción o tal vez sólo lo confundió con admiración por lo bonita que la consideraba ¿Podría estar seguro de que no era anormal el sentir aquello con alguien a quien no le llegaba ni a los talones?

Por eso pensaba, en el caso de que fuera... No... Era imposible ¿O no? ¿Eso que sintió pudo haber sido algún efecto secundario de su capacidad? ¿Será que su lado femenino le estuviera jugando una mala pasada con el chico frente a él? Parpadeó sintiendo algo quebrase en su pecho ¿Realmente eso era posible? Definitivamente correría cuando pudiera a ver al quinto Hokage para preguntarle sobre eso, no podría esta seguro de que Gaara era sólo una mera ilusión con respecto a ese sentimiento en su pecho.

-Lee, ¿Cómo es que cambiaste tanto?-; su mirada, aquella mirada le escudriñaba a fondo, ¿Qué quería de él al hablarle de aquella manera tan dulce y tocarlo de ese modo tan gentil? Respondió luego de unos segundos.

-En realidad no he crecido demasiado, como tú. - Rió mostrando una bella sonrisa que Gaara juró guardar por siempre en sus recuerdos-; Con respecto al cabello, bueno eso es porque creí que un cambio me vendría bien. Y las cejas... - recordó aquella vez y rió captando por completo la atención del pelirrojo y no es como si la tuviera toda ya-... Eso fue un accidente, de hecho, fue durante una fiesta donde mis niños pidieron que lanzara algún cohete y lo hice, jamás había manipulado alguno y fue una tontería mía el no querer pasar vergüenza con ellos por ser ignorante en ese rubro y le prendí fuego y la flama me alcanzó en el rostro, quemó mis cejas pero crecieron rápido aunque, no del modo en que yo quisiera -; se sonrojó por su propia torpeza, en definitiva era un desastre. Después se tocó las cejas con expresión sumamente divertida.

-Te ves bien en realidad, los cambios y el accidente te hacen ver... -¿Qué palabra debería usar? Lee creyó que se burlaría y desvió la mirada triste-... Mucho más atractivo - hasta él se sorprendió por ese adjetivo calificativo que no pudo reprimir en realidad. Lee y su expresivo rostro provocó una risa interna en Gaara, deseó abrazarlo y estrujarlo fuerte. Sus ojos volvieron a hacer contacto en ese momento y el moreno sonrió mordiendo su labio y el pelirrojo maldijo por esa provocación atrevida y desmedida.

-Gaara... -; susurró apoyando sin darse cuenta, la mejilla derecha contra la mano del Kasekage, no lo hizo premeditadamente y eso sorprendió al mayor quien no se hizo del rogar y abrió la palma y sentir por completo esa bella piel en todo su esplendor contra la suya, aunque deseaba que fuera más piel la que estuviera tocando por el momento se conformaba con aquel gentil toque. Pasaron varios minutos y ninguno quiso apartar la vista del otro ni deshacer el tacto. Lee sentía su pecho arder y su rostro de igual manera o peor.

-Sigues entrenando igual de duro, por lo que veo-, el primero en romper el silencio fue Gaara, Lee asintió sonriendo apartándose a regañadientes de la mano ajena, la sostuvo con su mano derecha y tembló ligeramente.

-No he perdido el tiempo y la práctica, los niños consumen mi tiempo pero siempre puedo levantarme más temprano para entrenar y hacerlo luego de las clases me ayuda mucho-; Gaara sintió la mano de Lee, realmente la realidad superaba la ficción y en ese momento sus sueños parecían nada frente a aquello.

- Entonces enseñas ¿Cierto?- recibió un sí con la cabeza del menor y procedió a hablar.

-Lo hago desde comienzos de año, quise buscar algo que me hiciera sentirme vivo, y a la vez dar a conocer que mi taijutsu puede servir en peleas, esa es la razón por la que sólo desarrollé este estilo, es básico pero conforme suceden los cambios se vuelve más complicado, tú lo sabes, peleaste conmigo ¿Recuerdas?- sonrió al recordar esa vez peleado con Gaara. El chico pálido tuvo un flashback repentino y veloz.

The Reason (Homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora