Capítulo 9.

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ESTE CAPÍTULO CONTIENE MATERIAL QUE PUEDE AFECTAR LA SENSIBILIDAD DE ALGUNAS PERSONAS. SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.

🚫CONTENIDO +18🚫




Bajó su mano hasta su mejilla, su entrepierna reaccionó al tacto de la piel morena y Lee no se quedó atrás. Ambos sintieron la ráfaga de deseo pasarles encima, cubriendo todo su cuerpo, una cantidad increíble de sangre caliente recorriendo sus venas y lo que al menos Gaara identificó como puro deseo sexual en su máxima esplendor.

La mano pálida bajo a su barbilla, donde Lee tuvo apenas el tino de morder su labio inferior captando la atención del contrario y no pudo evitar acercarse más, con su respiración combinada con la del moreno. Sus ojos jamás se desconectaron el uno del otro, la mano siguió bajando a su cuello, el moreno elevó la barbilla y un gemido suave escapó de sus labios, con una enorme mezcla de sólo deseo y excitación en su más pura expresión. Al contrario del moreno, Gaara no se perdía por completo en la vorágine de emociones, se sintió acalorado, se sintió preso dentro de su propia ropa y algo que no supo entender le habló dentro de su mente.

«Hazlo tuyo»

Se detuvo con el pulgar sobre la yugular ajena, esa voz que hacía tiempo no escuchaba le captó por sorpresa. Ese demonio con el que había hecho las pases se hizo presente dándole a entender que deseaba lo mismo, su mano siguió su curso, le importaba muy poco lo que el Shukaku deseara en ese momento. Con su palma bajando acercó sus labios hasta garganta de su contrario, la explosión de deseo les tomó por sorpresa y los escalofríos no se hicieron esperar.

Allí en medio de la nada, lejos de los ojos instigadores compartieron algo más que un simple roce, sus brazos se enrollaron alrededor del cuerpo bien construido del moreno y Lee lejos de sentirse fuera de lugar se aferró a los hombros del Kasekage. Esos labios cálidos le enviaron lejos, donde no sabía que podía llegar alguna vez y de inmediato el chico pálido se atenazó a sus labios, suave pero seguro y demandante. Un beso que ninguno supo exactamente como seguir pero se arreglarían en el camino, juntos. Devorándose el uno al otro encontraron el ritmo del beso que estaban compartiendo, acariciandose el uno al otro mientras Gaara presionaba su duro cuerpo contra el del moreno. La excitación crecía, el calor era casi insoportable y cuando se hizo casi sofocante el moreno vio las estrellas, algo que no había sentido jamás se apoderó de él. Gaara le siguió mientras se movía contra él besando el cuello de Lee. Con la respiración entrecortada y tembloroso Lee se separó dándose cuenta de lo que había pasado.

Gaara seguía con sus manos sobre sus caderas queriendo experimentar mucho más junto al chico de sus sueños, ahora lo sabía, ya lo había aceptado y esperaba que con el tiempo el moreno aprendiera a sentir lo mismo. Lee miró lo que había pasado, la vergüenza se apoderó de él y sus ojos de un momento a otro se llenaron de lágrimas las cuales no tardaron en bajar por sus mejillas.

¿Qué acabo de hacer?

Y su corazón se estrujó dolorosamente, alejó el Kasekage de él con suavidad y sólo entonces el chico pálido vio las gruesas gotas deslizarse por el tierno rostro del moreno. Se preguntó que había hecho mal y se apresuró a consolarle pero Lee lejos de aceptar cualquier contacto le alejó tapando el rastro de lo que habían hecho. Una ligera mancha oscura se vean por sobre el pantalón, su garganta se cerró y cuando menos se lo esperó emprendió la huída, Gaara sorprendido por aquella repentina actitud y teniendo una leve noción de lo que había pasado por la cabeza del moreno se dispuso a seguirle, corrió detrás suyo y vio que el otro chico le tenía ventaja. No estaba dispuesto a dejarlo ir, cuando una figura robusta le obstaculizó el paso.

«No lo dejes ir»

Le apremió la voz en su interior, se dispuso a matar a quien estuviera delante suyo pero se detuvo en cuanto vio el creciente vientre por debajo de la ropa.

The Reason (Homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora