The Reason (Homoerótica)

Capítulo 12.

Apariencia: Kurama.

Esta Bestia con Cola tiene la apariencia de un zorro demoníaco, pero con algunas características humanas, ya que posee pulgares en sus garras. Otro aspecto de él, es que su pelaje es de color naranja rojizo y sus ojos son rasgados con un color rojo sangre. Además tiene una línea negra en sus labios y otra que rodea los ojos hasta las orejas. Al ser el Bijū más poderoso, tiene la mayor cantidad de colas, las cuales son nueve y, a diferencia de otras Bestias con colas, es el que tiene la forma más cercana a la Bestia de Diez Colas. Su tamaño es enorme, pero luego de que el Cuarto Hokage sellara la mitad de su chakra para siempre, su tamaño se redujo, aunque sigue siendo muy grande.

Personalidad

La Amistad de Naruto y KuramaEl Nueve Colas cambió mucho su manera de ser luego de la Cuarta Guerra Mundial Shinobi, ya que se sorprende por las palabras de Naruto, además de alentar a éste en su lucha contra Madara Uchiha (aunque esto solamente fuera por el odio que tiene hacia él).

Otra prueba de su cambio fue cuando el Ocho Colas descubrió que el Nueve Colas dejo de consumir el chakra de Naruto para que este pudiera crear más clones de lo normal (mientras estaba en su Modo Control del Chakra del Nueve Colas) durante la Cuarta Guerra Mundial Shinobi, porque si no Naruto estuviera al borde de la muerte. Actualmente Kurama formó un tipo de amistad con Naruto hasta el punto de querer ayudarlo por su propia voluntad y mostrarle su empatía chocando sus puños, ganándose la confianza de Naruto.

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Cuando estuvieron a solas un beso sorprendió a Lee, un cuerpo pegado al suyo y unos ojos aguamarina viéndole fijamente. Sus labios hormigueando le informaron que fue un simple roce, pero fue sublime y dulce. Se sonrojó desviando la mirada.

— ¡Que tierno! Pero por lo menos avisen ¿No?— Gaara se giró con la mandíbula apretada y los ojos asesinos viéndole directamente. — O simplemente puedo mirar para otro y largarme— dijo riendo risueño, y de repente se esfumó sin que ninguno lo notara, se había ido.

— Es muy rápido— observó el moreno, Gaara asintió volviendo su atención hasta él. Lee se sonrojó de nuevo sonriendo levemente.— Yo... bueno.— se quedó sin saber qué decir, Gaara se acercó y le besó de nuevo, esta vez un poco más profundo, su lengua apenas tocó la ajena y Lee se encendió de nuevo. Sin poder evitarlo olvidó todo a su alrededor y se colgó de los hombros del chico pálido quién se separó un poco mordiendo los labios ajeno y estirandolos en el proceso, el vientre de ambos comenzó a calentarse y la necesidad de estar más apretados se hizo presente. De repente Lee volvió a la realidad.— Es... espera— dijo jadeante, Gaara dejó sus labios pero no abandonó su cuerpo, en cambio le arrinconó contra la pared metiendo su cara en el cuello del moreno.

— Dime.— susurró con voz rasposa, Lee sintió su miembro reaccionar de nuevo mientras se mordía el labio inferior. Temari había dicho que causaría a los escuadrones que le había hallado, no quería que le encontrasen en aquella comprometedora situación, ¿Qué diría si así fuera? Moriría de vergüenza si su sensei le llegaba a ver en semejante situación.

— Es que...

— Sí— tarareo el pelirojo, besando el cuello ajeno y encajando su pierna derecha entre las piernas de Lee, un suspiro salió de los labios del chico moreno. Gaara se deleitaba con la piel ajena, era suave, dulce y en perfecto contraste con la palidez de su propia piel. Hacían una pareja adecuada a su parecer.

— Bueno yo...

— Ajá.— Pronunció de nuevo, realmente se había quedado con las ganas de verle desnudo hace unos momentos, debía controlarse y lo sabía pero la espera le estaba matando, el calor emanando de su bajo vientre y el deseo eran tales que poco le importaba si alguien les sorprendía, pero pensándolo mejor, mataría a cualquiera que se atraviese a ver a Lee desnudo.