Capítulo 11.

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El Shukaku: Apariencia.

Shukaku tiene la forma de un tanuki, especie nativa de Japón, de color arena oscura y lineas azules por todo el cuerpo, ademas de que su unica cola es gigantesca y que al aparecer esta forma por varias colas mas pequeñas. Los ojos de la bestia se caracterizan por tener una pupila en forma de Shuriken con un punto en cada esquina, mientras que su iris es de color amarillo.

Personalidad.

Shukaku es inteligente, pero también incoherente, dándole un aire de borracho, lo cual encaja bien con el típicas representaciones del tanuki en el folklore japonés. De hecho, Shukaku se puede traducir como "borracho" en japonés. Como otros bijū, su innata ira y sed de sangre influencia su comportamiento, y que disfruta la oportunidad de matar a cualquiera a la vista, incluso más durante las noches de luna llena, de acuerdo con Gaara. Gaara sabe cómo controlarlo a veces, pero la mayoría del tiempo él simplemente le obliga a dejarlo salir. Según el Ocho Colas, Shukaku tenía un gran odio hacia Kurama ya que este último juzgaba el poder de los bijuus por su numero de colas, pensando que él era el más débil de todos por tener solo una.

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— Oh vaya, esto no lo hacía muchísimo tiempo— rió el mapache. Ni Lee ni Gaara daban crédito de lo que estaba viendo. Era sumamente parecido a Gaara, pero había varias diferencias.

Primero que nada sus ojos, con cuentos negros e irises amarillos, con cuatro puntos en cada esquina mientras que el centro unas pupilas en forma de shuriken. El cabello largo de color arena era bastante notable al igual que su bronceada piel. Su sonrisa burlona hizo aparición mientras miraba todo el cuarto alrededor. Lee se sonrojó ante la tremenda vista que tenía, un hombre hermoso y encima desnudo frente a él, desvió la mirada y chocó contra Gaara. Quien con el rostro enfadado miraba el andar burlesco del Biju, tenía los dientes fuertemente apretados.

— ¿Quieres ponerte algo de ropa?— dijo molesto el Kasekage, el hermoso hombre le dirigió la mirada, los ojos asesinos del chico pálido podrían haber intimidado a cualquier persona, pero él estaba más que acostumbrado a esos ojos.

— ¿Eh? No veo nada de malo en oh...— dijo una vez se dio cuenta de la situación. Estaba tan acostumbrado a su forma animal y tan desacostumbrado a su forma humana que olvidaba que debía ponerse ropa encima, los humanos con frecuencia eran fastidiosos.

Un suspiro escapó de los labios del moreno, Gaara se giró hacia él encontrando unos hermosos ojos negros al igual que un bello sonrojo en sus mejillas. Recibe levantado era realmente precioso, debía admitir eso.

— No... no sabía que él podía hacer eso— pronunció el chico de cabellos negros, Gaara dirigió su vista de nuevo al hombre bronceado, esta vez vestido ya con unos pantalones suyos y tratando de encontrar la forma de ponerse una camisa.

— Ni quiera yo lo sabía, supongo que es cosa de los Biju.— Sonrió levemente, Lee se sonrojó una vez más.

— Supongo— rió junto al chico pálido.

— ¿Tienes hambre?— el moreno estuvo a punto de negar cuando su estómago decidió hablar por él. Un gruñido llamó la atención de los otros dos presentes en la habitación. De nuevo Lee se sonrojó abochornado por la situación.

— Bueno, creo que sí.

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Gaara se duchó primero, y antes de hacerlo habló a gente del servicio para que le trajeran ración doble de desayuno, una vez hecho el pedido entró a la ducha.

Mientras Lee esperaba el Shukaku le miraba con unos ojos llenos de burla y curiosidad. Miró a la puerta del baño unas cuantas veces antes de acercarse a Lee para hablarle. Lee tragó saliva, ese hombre de cierta forma le intimidaba, sus ojos eran muy astutos y son eterna sonrisa despreocupada le daba la señal de que era alguien que definitivamente no se ocupaba mucho de la vida.

The Reason (Homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora