¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Castiel miró a Nathaniel un momento detenidamente, el pequeño estaba bastante triste últimamente, aunque tratará de ocultarlo de una manera espectacular no podía engañar a su novio, se atrevía a decir que este le conocía como si fuese su madre.
Se acostó con Nathaniel en la cama de su cuarto, abrazándole para trata de alguna manera darle un soporte sentimental, tiernamente puso sus manos en las caderas ajenas... Aunque ¿a quién engañamos? Esas caderas y todo el cuerpo de Nathaniel dejó de ser ajeno a él hace mucho tiempo.
El rubio sólo se dejó abrazar, cerrando los ojos con fuerza en un momento y abrazándose así fuertemente al cuerpo del contrario.
Un pequeño impulso hizo a Castiel besar a Nathaniel, cosa que hizo sin rordimiento, un beso que comenzó tan suave pero no duró demasiado así, unas manos inquietas paseandose por el cuerpo de menor que solo soltaba pequeños jadeos, una boca curiosa que besaba y dejaba marcas y unos ojos llenos de lujuria que miraba a quién era su pareja.
Un chillido de dolor detuvo todo.
El mayor se sentó en la cama preocupado.
—¿Te lastimé? ¿Te mordí fuerte? —el rubio sólo negó lentamente y sentándose en la cama volvió a besar a Castiel quien ahora estaba preocupado por lo que ocurrió.
Trataron de volver a lo mismo, pero las manos inquietas volvieron a tocar por el lugar exacto.
Y otro gritillo fue amortiguado por los labios del mayor.
—Nath... ¿Qué ocurre bebé? ¿Estás bien? —este solo asintió y trato de volver a besar los labios del pelirrojo, más este le apartó delicadamente para mirarle—. Quítate la camisa.
—Ca... Castiel... No amor... No podemos hacer eso ahora, tus padres están a bajo y-...
No alcanzo a terminar cuando ya le tenía tirado en la cama retirandole la prenda delicada pero rápidamente, no podía protestar cuando ya no tenía nada en su pecho dejando a la vista su pequeño secreto.
Un moretón.
— ¿Qué te pasó ahí Nathaniel? —La pregunta salió tan preocupada que angustio al menor de sobre manera trabado de cubrirse, aunque tomaron sus manos para mirarlo fijamente— Bebé... ¿Por qué tienes un moretón?
Nathaniel hizo lo que nunca pensó hacer.
—Me golpeé con el mueble de la cocina —soltó extremadamente bajo.
Aunque para él era lo mejor en esos momentos, no quería que Castiel se preocupara demás.
Castiel no sabía si creer el viejo cuento del golpe accidentado pero viendo a Nathaniel tan nervioso y en pánico, pensó que sería mejor no preguntar más y hizo lo que pensó más correcto.
Besó el moretón que estaba en su costilla.
—Debes tener más cuidado bebé.
—Lo tendré, te amo tanto.
—Y yo a ti.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
••┈┈┈┈┈┈••✦ ☆ ✦••┈┈┈┈┈┈••
Lo que no sabía es que ese golpe no había sido en la casa del menor, si no en el colegio a la hora de salida, cuando Nathaniel estaba solo.
No que tampoco había sido por un mueble, pues lo fue por una persona.
Ni que ese era el único moretón que decoraba el cuerpo del rubio.
