V. Kohaku

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El cielo estrellado es acompañado de la luna creciente haciendo ese pequeño espectáculo, para aquellos espectadores nocturnos. En este caso, se trataba de una joven pareja de niños que no podían conciliar el sueño; aunque su "niñera", Jaken fue el primero en quedarse dormido y sin estar en alerta por todo su entorno.

Su amo no había aparecido, desde la ocasión de sentir el aroma de un tercero, que al parecer buscaba algo, o alguien en especial. Aunque por otro lado, Sesshomaru había avisado a Jaken que cuidara de ellos.

Ella se sonrojaba un poco al verlo de forma discreta, cree que es un buen chico, no es malo pero le obligan a serlo: los malos a veces quieren usar como juguete a otros humanos, para jugar con las emociones de uno mismo. Según pensó Rin, le pone mal suponer algo así.

Sus orbes cafés miraban con curiosidad a un niño exterminador que admiraba en silencio la noche, o eso suponía ella: — ¿Te preocupa algo, Kohaku?

El niño voltea para mirarla de manera suave, sonríe de lado en el momento de apoyar la palma de su mano sobre la cabeza de la niña, para despeinarle su cabello.

—Tranquila, no es nada Rin —contestó, sin dejar de despeinarla al acariciarla —Gracias por estar a mi lado.

La niña se puso colorada al escuchar eso.

Muchas gracias por el apoyo a esta pequeña serie. DollChu, muchas gracias por comentar n.n, gracias amiga!

¡Espero que les haya gustado este fanfic!

¡Saludos y cuídense!

Atte. J.H ©

Fictober InuYasha // Punto débilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora