XXXI. Juntos

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La puerta de la habitación se abre, él no entiende estas cosas de la época moderna y sobre el matrimonio en sí, ya que es la primera vez que lo hace también porque viene de otras tradiciones más...Antiguas.

Su suegra lo había ayudado en comprar un anillo, que por su lado le agradece porque él es inexperto. También le regalaron ropa masculina, por la simple razón que su atuendo no es el adecuado y para no levantar alguna sospecha: remera negra y unos jeans azules, que hacen extrañar a su atuendo habitual.

La destrucción de la perla fue hace un año, aunque por sorpresa inesperada, Kagome podía regresar a su época, sin la necesidad de utilizar algún fragmento de la misma. Porque ella, formo parte de aquel portal, quizás se trataba de algún aura que se habrá integrado en su cuerpo o quien sabe, no existía mucha explicación. Sin embargo, lo que tanto Sesshomaru como Kagome es...Que podrán verse constantemente, o que uno viaje en la época del otro para conocer otras experiencias.

¡Sesshomaru, ya llegue! —exclamó, una vez abriendo la puerta de su habitación.

«Como lo había ensayado»

El demonio se arrodilla y saca la cajita roja de terciopelo, mostrando un delicado anillo de bodas y con un pequeño diamante, que brillaba con la iluminación de las luces prendidas.

No había decoración, a excepción de algún ramo de rosas que Naomi le recomendó para que compre. Kagome estaba perpleja y sostiene a su bebé entre sus brazos, sobre todo encontrar a su novio así, sin su atuendo de la otra época pero le causo algo de gracia verlo con un atuendo casual. Detalles en la decoración no le importaba, en absoluto, lo que más valía es el detalle y la dedicación del valor al hacerlo.

¿Te quieres casar conmigo? preguntó, con una pequeña sonrisa en sus labios.

Hubo contacto visual hasta que...

—Sí, acepto —contestó ella. Quien se acerca con lentitud para acariciar la mejilla, hasta darle un suave beso en los labios. Eso sí, manteniendo a su bebé entre sus brazos.

Un pequeño hanyou de cabello azabache, como su madre y orbes dorados, igual que su padre. Al fin, estaban juntos después de tantos obstáculos en su camino. Faltaba que llegue tanto Shippo y Rin para que se enteren de la gran noticia.

Ellos se van a casar.

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Fin~

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N/A: Muchísimas gracias por seguir esta historia, agregar a sus favoritos y seguir toda esta trayectoria del fictober, aunque sé que terminó el mes de octubre. Quería terminarlo para no dejarlo incompleto, muchas gracias  por sus comentarios :3

¡Espero que les haya gustado, saludos y cuídense!

Atte. J.H ©

Fictober InuYasha // Punto débilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora