Iida y Todoroki se habían reunido en el apartamento que se les había otorgado a las chicas. Iban a prepararles una cita al par de despistados enamorados para que se una vez empiecen una relación.
–Entonces hacemos una quedada y les dejamos solos por algún lado perdidos. Lo que nos falta es el lugar y que haremos para irnos sin que se den cuenta, o incluso ni aparecer si es que no se nos ocurre nada –decretó Iida mirando a todos.
–Podríamos ir a la feria que se organiza este fin de semana. Seguro que aceptan, solo tenemos que pedírselo por separado –Todos asintieron, el plan era fácil y sencillo. Si se complicaban mucho acabarían metiendo la pata.
Nada más salir del apartamento fueron al suyo propio a prepararse para un nuevo día.
Con el par de tontos enamorados convencidos, llegó el fin de semana y los dos estaban allí esperando inútilmente a que los demás llegaran.
Uraraka acabó preguntando por mensaje a las chicas su paradero, pero todas respondieron que no podrían ir usando diferentes excusas. Iida y Todoroki por su parte avisaron por teléfono que se les había pasado la hora por estar entrenando –cosa que a Midoriya le pareció extraño dada la responsabilidad de esos dos– y se despidieron.
–Nos hemos quedado a solas... –murmuró el de pecas.
–Y en un parque de atracciones... –copió la castaña.
–Esto parece una cita... –pensaron al unisono y mirando en diferentes direcciones.
Todos los participantes en el plan casi se caían al suelo, esos dos llevaban diez minutos parados uno al lado del otro sin hacer nada.
–Esto no se quedará así –Y Mina en un arrebato salió de su escondite y empujó a Uraraka encima de Midoriya.
Se habían besado.
Y los demás sintieron que cumplieron su objetivo cuando la futura pareja se sonrojó y se volvieron a besar.
Misión de Héroes a Cupido: completada.
Nada más llegar al apartamento luego de cumplir su misión, Todoroki e Iida se percataron de que era día de limpieza.
Todoroki suspiró, su nivel de pereza había aumentado poco a poco y él solamente quería dormir tranquilo en su cama. Iida ya había empezado a pasar la escoba, y no era muy bonito dejar que uno trabajara mientras que el otro descansaba, por lo que cogió un trapo lo pasó por todas las zonas que acumulaban polvo.
Si alguien entraba, podría haber disfrutado con tranquilidad la graciosa escena que ocurría. El controlador de hielo y fuego con poca gana pasaba el trapo por las estanterías, pareciendo un muerto viviente. Por otro lado, el de kosei Engine barría inexpertamente, llenando todo el aire de lo que debería de estar en el recogedor.
–Iida, creo que no lo estamos haciendo bien –murmuró Shoto dejando de limpiar, por el simple hecho de que pasaba el trapo y el polvo volvía.
–Yo creo que se barre así, no le veo el problema –dijo extrañado por el comentario de su compañero.
–El problema que yo veo es que todo vuelve a ensuciarse y a llenarse de polvo. Algo debemos de estar haciendo mal –comentó el medio albino. Tenya no pudo argumentar nada, pues tenía razón.
Durante el resto de la tarde buscaron todo tipo de trucos de limpieza por Internet. Iida estaba igual de perdido que cuando a Uraraka le vino Andrés de visita, mientras que Todoroki rezaba internamente para que no le explotara la cabeza.
Un par de horas de desesperación acabaron cuando la nueva pareja entró por la puerta, divisando la casa patas arriba y a sus dos amigos casi a punto de desmayarse.
–¿Alguna idea de lo que pasa aquí, Deku-kun? –preguntó la de ojos café a su novio. Se veía que la tarde juntos había hecho que perdieran un poco la vergüenza el uno del otro.
–No, Ochako. Estoy tan perdido como tú –respondió el de pecas tan extrañado como su pareja. Se acercaron a los dos desesperados e intentaron descubrir que les ocurría, pero solo consiguieron un par de palabras de Iida.
–Mocho, escoba, t-t-t –Y se calló. Intentaba decir trapo, pero no le salía.
–¿Té? Solo nos queda té verde, si quieres preparo un poco –dijo la castaña. Recibió un asentimiento por parte del más alto, eso les ayudaría a relajarse un poco.
El dúo fue a la cocina y preparó cuatro tazas de té verde. Mientras el agua hervía Midoriya se percató de algo.
–Vaya, ¿alguna vez has pensado que juntando el primer kanji de mi apellido y el segundo de tu nombre sale la palabra té verde? –cuestionó el de iris verdes.
–¡Tienes razón! –exclamó la de cabello corto luego de pensar un par de segundos, mientras que posaba su dedo indice encima de sus labios dándole un aire pensativo y, a opinión de Midoriya, –. Nunca se me habría ocurrido salvo que llevara tu apelli... do.
Se sonrojó gracias a eso. ¿A qué chica no le pasaría eso al pensar su nombre con el apellido del chico que está enamorada, quien acababa de convertirse en su novio? A ninguna, seguro.
Miró a Izuku, viendo que a él también se le habían subido los colores a las mejillas. Una pequeña sonrisa de enamorada se formó en su cara.
Ya con el té hecho lo llevaron a la sala de estar, entregándole una taza a cada uno. Desde entonces Todoroki e Iida no volverían a tocar los productos de limpieza. Les parecían demasiado complicados.
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Entre koseis y risas [Izuocha]
FanfictionPara mantener la seguridad de sus estudiantes, detrás de la academia se han construido apartamentos donde se separarán por grupos a los estudiantes para que vivan en territorios de la academia y como extra, que aprendan a valerse por si mismos. La e...