Amar Sin Límites

Capítulo 4

Yo seguía de pie junto a las escaleras observando y escuchando detalladamente todo. Thais emocionada comento que iríamos con George, para enseñarnos un poco de Italiano. Yo no sabía que decir. Tenía mucho que pensar de él, la conversación de anoche fue agradable y en ningún momento vi algo extraño en su manera de escribir y hoy verlo aquí me hacía pensar si era una simple escusa eso de ir al departamento de idiomas o en realidad sólo quería verme. Mis dudas se disiparon cuando lo miré fijamente a los ojos y asentí con la cabeza, no sabía que quería saber él de mi, solo respondí a su mirada, la cual me exigía un si para aclarar sus dudas. No sé qué tipo de dudas tenía, todo me estaba resultando extraño en ese momento. Pero no dejaba de mirarlo a los ojos, hasta que Haizel comentó:

—Encantada de conocerlo, me han hablado muy bien de usted. Y ahora que lo veo mejor y detalladamente, es usted muy guapo. A mi se me da más el inglés es el idioma universal, así que está vez paso. Luego cuando Thais o Mathias aprendan ellos me enseñan.

George, mirando a Haizel le dijo:
— También puedo enseñarte inglés, francés y portugués.

Sentí que mi mandíbula tocó el suelo, de verdad que él no dejaba de sorprenderme. Era como una caja mágica, llena de sorpresas. Esa era una de las cosas que me atraían de él.

Si me preguntan cómo lo describiría en una palabra sería sorprendente, nunca dejaba de sorprenderme y solo tenía dos días de haberlo conocido, pero sentía que era mucha información en tan poco tiempo.

Después de tocar tierra, volví en si mismo cuando él me preguntó:

—Mathias, te encuentras bien. Te noto pálido, necesitas algo. Quieres que te lleve a enfermería?.

Sentí en su tono de voz preocupación y la manera en que miraba de un lado a otro, cómo buscando ayuda en mis amigas me hizo sonreír. Así que respondí:

—Si, tranquilo, no me pasa nada. Solo estaba pensado en algo sin importancia. Todo lo que has dicho me ha sorprendido un poco, ¿no tuviste juventud? ¿ En qué tiempo aprendiste tantos idiomas?.

Él con una sonrisa de medio lado y mirando fijamente a mis ojos, vociferó:

—Mi madre es italiana, así que no me fue difícil aprender ese idioma, así como dijo Haizel el inglés es un idioma universal y a los 10 años ya lo dominaba al 100%. Al terminar mi bachillerato, me tomé un año para aprender francés. Y el portugués lo aprendí hace un par de años.

—Me encantas, eres sorprendente —dije en un leve susurro, pensando que nadie me había escuchado, pero no fue así.

Él que aún no dejaba de mirarme dijo suavemente:

—Hay muchas cosas más que podían sorprendente, si te atreves a descubrirlas.

Sentí que mi cuerpo ardía en llamas, la temperatura aumentaba rápidamente, y mis mejillas se tornaron de un rojo intenso, no sabía si era por el tono que uso en sus palabras, o la manera de acercarse y decírmelo al oído sin importar la presencia de mis amigas. En ese momento entendí muchas cosas y dije mentalmente —Acepto el reto de conocer todo de ti.

El resoplido de Haizel me hizo observarla y había volteado los ojos, mientras decía:

—No la soporto, allí va ella dando taconazos por todo el pasillo para que se enteren de que ella hace acto de presencia.

Rei por lo bajo mientras miraba a la misma dirección que Haizel tenía su vista. Sin duda ella hablaba de Amelia Roe, jueza de la circuncisión judicial del estado, profesora de derecho Civil, egocéntrica, antipática e intolerable para nuestros gustos.

Así que me despedí de George, haciéndole señas de que más tarde le escribiría. Pero no fue hasta media hora en clase cuando sentía que iba a dormirme, cuando le escribí: