Capítulo 9

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GEORGE*

Después de marcharme de la casa de Christopher, llegue a mi departamento y fue imposible conciliar el sueño. Había sido una noche magnifica, Mathias esta lleno de vida, es extrovertido, elocuente, inteligente, risueño y sobre todo hermoso.

Después de la gran velada de hoy, no me queda duda que este chico se ha robado mi corazón.

Mientras estaba sumergido en mis pensamientos, recordé que Pablo, mi mejor amigo de la universidad, me había comentado sobre contratar al amigo de Mathias en su local; no dude en decirle que era buena idea, ese chico tiene talento y muy buena vibra con el público.

Salí al balcón de Mi habitación con una copa de vino en la mano, mientras seguía pensando en Mathias; ese chico me encanta demasiado. Aunque le haya dicho lo que siento hay algo que me carcome y tengo miedo que descubra que realmente no estoy solo. No se que hacer, pero la balanza se inclina mucho mas hacia Mathias. Di un ultimo trago a mi copa y entre a mi habitación con la convicción de poder dormir, pero un mensaje interrumpió mis pensamientos.

Keiver: Hola, llevo dos días tratando de localizarte y no he podido. Donde y con quien has estado. El lunes tengo un par de parciales y tengo que practicar, además aun tengo dudas necesito que me expliques.

Keiver, era un joven de 29 años que cursaba el ultimo semestre de Ingenería Química. Lo conocí en los pasillos de la universidad, hasta que un día entró a una de mis clases de accesoria. Desde mi último semestre me he dedicado a impartir esas clases, para ayudar a quienes apenas inician la carrera. Pero siempre tenia alumnos de todos los semestres. Keiver siempre se destacó entre todos, hasta que un día intercambiamos números y así fue como inicio esta relación, un tanto complicada. No me imagine que seria tan intenso. Y desde que acepte el cargo de director docente, nuestra relación se ha complicado mucho más. Y ahora que conocí a Mathias estaba seguro en que debía cortar con este vínculo tan tóxico para mí.

No me di cuenta en que momento me quedé dormido, pero la luz del sol colándose por mi ventana me hizo despertar, mire el reloj que tenia en la cómoda y eran pasadas las nueve de la mañana. Mire mi teléfono y no había señal alguna de Mathias. Solo un par de mensajes más de Keiver. Me levante y me dirigí directo al baño, tome una ducha, lave mis dientes. Salí de la ducha y me coloque un short ajustado a mis muslos. Fui hasta mi cocina y observe lo que tenia en mi despensa, así que decidí hacer un par de sándwich de jamón de pavo, queso cebú, tomates y lechuga. Si quería tener este cuerpo tonificado debía mantener una alimentación balanceada. Pero, admito que anoche me comí dos hamburguesas con todo, nunca esta de más saltarse una que otra norma. Y hablando de normas, Mathias no me ha escrito. Así que tomo mi teléfono y lo llamo, pero luego de varios intentos, donde me enviaba a buzón de manera inmediata, decidí dejarle un menaje.

Hola buenos días. Como amaneces, al parecer sigues dormido, he intentado llamarte varias veces.

Su respuesta no tardó mucho en llegar.

Mathias: Buenos días, George. Muy bien y tú como amaneces.
Tenia mi celular apagado, y tengo poco de haber llegado de la casa de Christopher.

Intercambiamos un par de mensajes mas, donde le dije que pensaba en él, y eso no era mentira. Me comento que haría los oficios del hogar mientras su madre y abuela estaban en misa, así que no le quitaría mas tiempo.

Entonces no te quito más tiempo, espero y termines antes de que ellas lleguen.
Bonito día.

Mathias: Apenas termine te escribo. Igual para ti, bonito día George.

Amar Sin LímitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora