Él, mi mayor pecado

Capítulo 7

Caroline

Paso un año... y no parece, todavía recuerdo aun con tanta devoción su última sonrisa fue una totalmente fingida, acompañada de una dolorosa despedida, no fue exactamente por mi sino con todo lo que un día amo y ahora de seguro solo lo recuerda con un profundo odio y temor, evitando voltear a ver atrás con miedo que su pasado la persiga y la vuelva a acorralar causándole nuevamente daño a su pobre alma rota...Vivian fue otra chica más que dejo que con su silencio aquel monstruo, gane otra batalla.

-Tierra llamando a la descabezada de Caroline...sh... ¡boom! Se estrelló el cohete- ganándome un golpe en mi frente por parte de Steven.

Al parecer me había perdido dentro de mí de nuevo, pero tan solo al recordarla aun no entiendo porque no luche por ayudarla ese día y no dejarla ir con aquel tormento, puedo parecer una rara para algunos y fuera de este mundo para otros, pero para mí, cada recuerdo es especial sin importar el efecto que me cause lo voy archivando en mi mente, en el mejor lugar que puedo guardarlo, donde nadie sabrá este secreto que solo pensarlo vuelve a causar el mismo estrago de años atrás.

-¡OYE!, ¿Qué te hice?-lo mire haciendo una mueca de dolor y en realidad si me dolió, es demasiado brusco con esa manotas- Pobre de la que sea tu novia.-su mirada se tornó oscura por unos cuantos segundos y dijo:

-Soy galán de una noche, no lo olvides-intento disimular su mirada triste fijándose en cualquier otra cosa –Además, crees que hay alguien que pueda enamorarme-bufo y se señaló con su índice su pecho- eso se lo dejo a los cursis enamoradizos, yo aprendí a disfrutar de la vida. El...-me miro por el rabillo de su ojo y una sonrisa malévola se dibujó en su rostro-sexo y el placer que te puede dar una mujer bien...dotada, es...

-Eres un asqueroso...cerdo...indecente-lo mire horrorizada y con mis cejas bien enarcadas.

-Dramática, tener sexo es normal, solo tú-me señalo- eres un espécimen de otro planeta que le da pavor solo escuchar "SEXO"-lo último alzo un poco más el tono de voz causando que mis mejillas se enrojezcan.

La gente volteo a vernos por mi querido primo y su gran bocotá, tome su mano y mi equipaje, llame a Sasha y en menos de un segundo empecé a correr como si un asesino me persiguiera con un cuchillo en su mano, no sé cómo lo hice pero en cuestión de unos cuantos pasos habíamos llegado junto a mis padres, que al parecer estaban haciendo las pases o era su mejor actuación sin que estuviera ante ellos, estaban completamente abrazados y no había más que unos cuantos taxistas frente a ellos y es más que claro que por ellos no van actuar de tal forma, quedando tan cerca uno del otro, al parecer alguien les lavo el cerebro y les hizo olvidar que por todo discutían y sobre todo que Alice detestaba la cercanía de mi padre por algún motivo, ese soy yo, por mi bendita culpa peleaban ellos, por tener la costumbre de meter la nariz donde no me llaman.

- ¿No te dije que ibas a tener pronto hermanos? -susurro en mi oído Steven, viendo la escena tan "conmovedora".

Lo golpee con mi codo causando que provoque un leve quejido que mis padres no notaron.

-Tu, por una vez deja de seguir con eso si no quieres quedarte sin herederos. -dije lo único que se me vino a la cabeza, con mi pulgar acerqué a mi garganta deslizando el dedo como si fuera un cuchillo de izquierda a derecha.

-No me hagas reír, mi bolita de estambre- con su mano libre revolvió mi cabello, como siempre empeorando como se veía- antes que tu hagas eso, primero te desmayas es más que claro que tu no conoces un...-antes que terminara mi padre lo interrumpió y lo agradecía, pero mi felicidad no duro, no fue suficiente porque lo concluyo vocalizando- "pene".

Esa palabra gano de mi parte una mueca de asco.

-Ustedes-nos señaló mirándonos con su ceño fruncido mientras se acercaba dejando a mi madre- bien hecho por tardarse-susurro bajo y esbozo una pequeña sonrisa-¿Puedo manejar?, anda querido sobrino no creo que seas celoso de prestar a tu bebé-estiro mi padre su mano, alzando las cejas de una manera muy chistosa, en espera de las llaves del auto de Steven, que por cierto no sabíamos dónde estaba.