Capítulo 15-2/2

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Dawn

Devolver el gesto mientras caminaba entre la multitud de adolescentes que me rodeaban me exasperada ya que esto no beneficiaba en mi exhausta búsqueda por encontrar aquella melena de león que empezaba a agradarme, pero la idea de verla fruncir su ceño y arrugar su nariz cuando se molesta conmigo.

Estaba tomando gusto verla enfurecer por algún motivo.

Aquel día cuando escuche a Owen que iría con Caroline a caminar por el bosque no pude quedarme con las ganas de saber que harían los dos solos, en un sitio desierto de personas, pero tuve una idea errada de mi primo menor. No pensé que la invitaría con el único objetivo de que los peludos se divirtieran, si no lo he dicho antes. Owen es extraño a su forma, desde muy chico opto por los animales que por personas. Siempre ha sido excluido por sus "amigos" que ahora es raro verlo en una fiesta o algo similar, prefiere estar en su mundo que en uno donde nadie lo comprende. Es lo único que concuerdo con él.

Un físico no lo es todo.

Una billetera no significa que eres un banco personal.

Un corazón no está para ser roto.

Una amistad no se crea para quedar en un nada.

Un lazo no se hizo para romperse ante la primera tempestad.

Una sonrisa no significa estar feliz.

Y no siempre una lágrima quiere decir tristeza.

Las promesas existen por una sola razón, y es no ser rotas.

Lamentablemente cuando sujetas la mano equivocada cada una de las cosas mencionadas no tienen ningún sentido.

Aquello le ocurrió a Owen hace años atrás, esto fue el detonante que dio paso a su transformación por un chico que se alejó del resto ante la idea de volver a ser roto y ante todo que vuelvan a herir a lo único que le interesa, sus "hijos" como hace referencia a todo animal que permite la ayuda de él. Tenía su punto de ver la vida después de tantas cicatrices que fueron marcándose en su ser. No todo era perfecto, pero nadie más que él podría darse cuenta. Mi apoyo serio incondicional y mis brazos siempre han estado abiertos cuando necesite ayude porque todos y sin excepción alguna necesitamos de otra persona que nos recuerde quienes somos para seguir.

Volviendo al día de mi intromisión en su salida, no tenía la intención de llegar y besarla, esto incluso me tomo por sorpresa a mí. Al ver lo ingenua que es y que estuviera a punto de caer por el precipicio no dude en sujetar su cintura para evitar esta calamidad para su familia, quien en su sano juicio no ve primero por donde van sus pies antes de avanzar. Ahora entendía porque siempre tropezaba y estaba en cada encuentro a punto de caer. Sin embargo, esto permitió tener nuestros cuerpos tan cerca que no pude evitar fijarme en su peculiar mirada, no siempre se logra ver a alguien con heterocromía. Pero eso no fue lo único que causo que me perdía también en su aroma que causo que por un momento bajara la guardia. Ver sus ojos a punto de dejar caer aquel líquido que me incitaron a besarla para evitar que su llanto hiciera acto de presencia. No obstante, no duro más que unos cuantos segundos antes que cayera al suelo como un completo idiota al pensar que ella seguiría el beso, porque lo que siguió a continuación fue un gran golpe en mis genitales que me hicieron declinar antes de hacerla pagar por su acto tan indignante después de haberla salvado de varias caídas.

Esto era el inicio de algo que no quería que exterminara con mis sucesores por supuesto.

Ver el mundo que todos osan llamar grande cuando en realidad es tan pequeño que llegas a chocar con quienes anhelan evitarte a toda costa.

Él, mi mayor pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora