Caroline
La sensación de las hojas junto a los pétalos recorrer delicadamente mi cuerpo, empezaron hacer leves caricias seguidas de cosquillas en ciertos puntos, intentaba abrir mis ojos, pero me costaba hacerlo, me pesaban por completo, esto de verdad era realmente incomodo porque todo estaba oscuro, parecía que hubiesen sido pegados con algo o a la vez como si mi rostro estuviera envuelto con una cinta, volví a intentar abrir de nuevo mis ojos y ahora me arrepentía, la luz caía rotundamente sobre mí, al visualizar lo mejor que lograba ver era sombras de objetos de mi habitación. De la nada, noté volar la silueta de algo pequeño y caer en dirección al balcón, mientras lentamente lograba tener dominio de mi visión por completo dejando de lado el sueño que aun invadían en mis parpados, pude ver mejor lo que me rodeaba y descubrir que se había movido.
Al tomar asiento en mi cama y pasar unas cuantas veces mis manos por mis ojos, seguido de un bostezo, sentí un incómodo dolor en mi cabeza, por lo que lleve directo ambas manos a mi nuca, cuando estas descendieron hasta la parte posterior, note una leve hinchazón en esta zona, como si me hubiese causado un gran golpe, aunque no recuerdo cuando sucedió esto. De pronto, llegaron destellos de lo que paso en mi ¿sueño?, causando que una corriente recorriera todo mi cuerpo generando espasmos en distintas zonas. Todo lo sucedió parecía tan real, aunque era imposible que haya bajado desde mi balcón ya que ni conscientemente he logrado hacer tal acrobacia. –Sacudí mi cabeza en negación, pero me arrepentí porque el dolor incremento en ese momento. -Respire profundamente intentando ignorar el tedioso dolor que inundaba en mis pensamientos, volviendo a llevar en esta ocasión una de mis manos al montículo de piel causante de mi incomodidad, cuando el dolor ya fue controlable, estire sutilmente mis brazos para eliminar algún rastro de pereza que existiera y poder visualizar sino había rastro de alguna otra herida que me haya hecho... dormida. Me incorpore lentamente y retire las cobijas que envolvían mi cuerpo, deslice mis piernas y cuando estas llegaron al suelo, el ardor se hizo presente en cuestión de segundos, dirigí mi mirada hacia el punto de donde empezó a caer una gota de sangre, era extraño que aquí, haya llegado una espina si este sitio siempre permanece más limpio que yo misma.
Ahora aparte de cargar con un dolor de cabeza que por suerte había disminuido, tenía que sobrellevar un pie lastimado. Mi atención en este preciso momento solo se había centrado en la espina y la gota de sangre de mi pie, pero estos estaban completamente embarrados de lodo. Esto no tenía para nada sentido, estaba fuera de lugar. –Eso no podía ser verdad o ¿SÍ?, solo fue un sueño de mal gusto lo acontecido. No podía suceder y todo era parte de mi gran imaginación, todos los abrumadores pensamientos que sucumbían en mi cabeza fueron interrumpidos por el graznido de un cuervo, lo cual despertó mi alarma interna, mi mirada se centró de donde provenía el sonido de aquella ave, la cual me observaba detenidamente desde el balcón. Después de unos segundos de mantenerse en su posición y viéndome, emprendió vuelo, acercándose en menos de un microsegundo a mi lado, logrando visualizar que entre sus patas se encontraba un collar con una medalla de un árbol de la vida oxidado que no permitían visualizar a la perfección el grabado del dibujo y junto a este un cardo guardián, una flor tradicional de Escocia, pero no era lo más extraño de todo, sino que hacía ¡Aquí! En mi habitación con esos objetos y al parecer no se iba a ir hasta que hiciera algo que esperaba de mí. Su mirada rotundamente fija sobre mí, estaba tan estupefacta que no sabía que exactamente hacer o que esperaba la pequeña ave, por inercia estire mi brazo con recelo hacia el cuervo que al parecer no tenía miedo de mi leve acercamiento, permitiendo tomar de sus patas lo que llevaba consigo, permitiendo ver de cerca ambos objetos, e intente asimilar en mi cabeza si era algo normal la acción de este animal o si mis últimos tornillos ya cayeron y me estaba volviendo loca al ver esto que era completamente fuera de lo común que hiciera. Por lo general, se llevan cosas, pero no te las dejan, fue lo único que acepto mi mente en ese momento.
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Él, mi mayor pecado
Mistério / SuspenseDesde el momento que llegó a la vida de Caroline, un torbellino de emociones empezaron a enfrentarla, transformando todo lo que conocía y con la incógnita de una muerte, la cual dará inicio a una aventura llena de secretos que tendrá que descubrir...