Día 1O: "Conexión."

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Kagami Taiga creció siendo cuidadoso, al menos lo fue por un corto tiempo, justamente después de conocer sobre la conexión de las almas gemelas.

El dolor de tu destinado, el más insoportable pero el más necesario. Si lo sentías, tu alma gemela estaba esperando que la encuentres.

Aún recuerda la primera vez que le ocurrió. Fue tras sentir un fuerte dolor en su pierna derecha mientras veía la televisión.

Nervioso, imagino que su destinado tenía una infantil aventura. Sonrió con lágrimas en los ojos pues, el malestar punzaba hasta los huesos y era lo mejor que pudo hacer.

Después de esa ocasión y el dolor que siguió con él por bastante tiempo, opto por cuidarse para que su persona especial no pasara por eso mismo.

Sin embargo, los dolores que el sentía siguieron.

Entre migrañas, rozaduras en el rostro, dolores estomacales que le impedían comer aunque en realidad se estuviera muriendo de hambre, comenzo a detestar a esa persona que no lo procuraba ni un poco.

Por ello, sin dudarlo ingreso a jugar baloncesto en la escuela de nuevo. A su edad, los juegos eran bruscos y por eso había desistido a su deporte en un principio pero ahora no lo haría.

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Los años pasaron y Kagami había hecho de todo, desde surfear hasta escalar. Los dolores ajenos siguieron pero a él ya le daba igual.

Se convirtió en bombero e inconsientemente ahora si podía hacer lo que siempre quiso, proteger a alguien. A muchos, en realidad.

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La tarde parecía de lo más normal, las llamadas que se recibieron en la estación fueron las típicas, como avisperos en zonas infantiles y pequeñas fugas de gas reportadas a tiempo.

Kagami lo agradecía pues, ese día en especial había decidido invitar a salir al policía idiota de la estación cinco. Aomine Daiki, ese con el que siempre peleaba para sorpresa de todos.

¡Al diablo con su destinado! Él iba a decidir con quien salir y si tenía mala suerte, también quien le rompería el corazón. Era lo mismo, mientras él y no un lazo invisible lo decidiera.

—¡ARGH! — gritó ante la ardiente sensación que se extendía por su brazo izquierdo. —¡Maldición! — gruño entredientes pues parecía una broma del destino que tan pronto ahora su tonta alma gemela hiciera acto de aparición después de comportarse por un tiempo.

De pronto la alarma de la estación se dejo escuchar, todos sus compañeros corrieron veloces a cambiarse y él, por unos segundos sintió un extraño presentimiento.

—¡Kagami, apurate! — le grito su jefe, asintió mientras terminaba de colacarse sus protecciones y el hirviente escozor seguía haciendose presente en su interior.

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El edificio departamental ardía, todo a causa de un laboratorio ilegal de anfetaminas. Los policías seguían desalojando a los inquilinos, muchos habían participado en la fallida redada y estaban heridos fisicamente así como en el orgullo. Se sentían responsables de lo que acontecía enfrente de ellos.

Sin embargo ante la llegada de la brigada de bomberos, todo termino pronto.

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—¡Daiki! — llamo el pelirrojo al encontrarse con el oficial siendo atendido de un brazo. Justo el mismo que le seguía ardiendo. —¡Demonios, no me digas que entraste, idiota! — el moreno se quito la mascara de oxigeno para hablar.

—Había un niño, tú hubieras hecho lo mismo Bakagami. — el pelirrojo trago saliva, antes de asentir. Sentía el ardor de las curaciones de Daiki y le dolía saber cuantas veces lo había maldecido por ello para que ahora, solo quisiera besarlo.

"A los ocho años me rompí la pierna por un accidente."

"Padezco migraña y es irónico siendo un sexy chocolate."

"Soy el mejor policía de la estación nunca me han herido."

Cada frase dicha aunque pareciera tonta, fue en si su historial de malestares, ¿como no se dio cuenta?

—Perdoname, ¿si? — Aomine le miro con duda. —Te invito a salir luego de esto, hay mucho de que hablar. — mordió con fuerza su propio labio haciendose sangrar y causando asi el sobresalto en el hombre frente a él.

—¡Mierda! — el moreno se tocaba en shock su labio, mientras veía al pelirrojo con asombro. —E-eres tú.

Kagami Taiga sonrió con esperanza de que el dolor por fin lo hubiera recompensado y llevado junto a la otra mitad de su alma para que esta lo aceptara. Al menos, la sonrisa nerviosa de Daiki eso le auguraba.

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Todo el día tuve esta idea rondando mi cabeza, solo que fui floja y no la escribía... xD pero ja, lo hice a tiempo.

En fin, ¡espero les haya gustado! ❤

"Un fictober con mucha tinta: AoKaga Version."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora