Se acabó la misa, algunas niños se acercaron conmigo para saludarme.
—Rodrigo. Ven por favor.-dijo Martina caminando un poco rápido alcanzando al niño.
—Hola.-dijo el Niño que Martina estaba persiguiendo.
—Hola chiquitín.- sonreí y le di la mano.
—Rodrigo tu mami nos está esperando...-Llega con el pequeño y lo toma del hombro cuidadosamente.
—Hola...- dije mirándola a los ojo sonriendo.
—Hola.- Hizo lo mismo que cuando yo la mire.
—¿Y el pequeño es?...
—Es mi sobrino.-dijo alejándose un poco agarrando a su sobrino del hombro.
—Déjalo.
—Es que ya nos tenemos que ir...-dijo con voz temblorosa.
—¿Estas bien?.- pregunte preocupado y me acerqué poco a poco.
—Si.-dijo acomodándose el mechón de cabello hacia atrás.—Solo tengo que irm...-no pudo decir la oración completa ya que vino Amanda a Interrumpir.
—Matiii.- ¿Nos vamos para hacer el tour que me prometiste?.-dijo con emoción.
—Si Amanda...solo espera un momento, término de hablar con la señorita.
—No, por mí está bien, disfruten.-jalo a su sobrino, caminaron hacia la puerta y se fueron.
—Amanda no debiste llegar así.
—Ay ¿Por? No tiene nada de malo.
—No me parece correcto que vengas a INTERRUMPIR cuando estoy hablando con alguien, respeta ¿si?
—Oye...estas cambiando eh. No te comportabas así conmigo ¿Traes algo?
—No. No tengo ni traigo nada.- camino hacia el lugar donde el se cambiaba.
—No se por que hago estas preguntas si se nota a leguas.
—Pues...
—¿Pues?.- preguntó.—Matías mírame....- Con su mano volteó mi cara y me estaba mirando fijamente a los ojos.
—Dime. - suspiré.
—¿Puedo ayudarte en algo?
—No y...mejor dejamos el tour para otro día.
—Ay maaat. Pero yo quiero salir! No quiero quedarme en casa en mis tres días de estar aquí en Mexico, quiero explorar y conocer lugares.
—¿No ya conoces lugares de aquí? Digo...
—No. Me fui a argentina desde muy pequeña, jamás salía. Ándale mat.
—Mañana ¿Si? Lo prometo.
—¿Y que voy a hacer el resto del día? ¿Quedarme en el hotel?
—Puedes empezar por buscar un departamento.
—Aja y como si me supiera las calles? Matías ayúdame.
—Está bien esta bien...
Vaya. Amanda me convenció, salimos de la iglesia hacia las calles para que ella conociera y pudiera andar sola, le explique algunos nombres callejones, restaurantes o supermercados más cercanos y le di opciones para departamentos ya que ella estaba instalada en un hotel; fuimos a comer, la acompañe por un helado al parque mientras comíamos helado un payaso se paro en frente y montó un pequeño show, gracioso pero no lo suficiente te como para cambiar de humor y me pusiera feliz.
-Un mensaje de texto.-mis pensamientos. "¿Martina?".