Capítulo 18.

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Rápido baje a la cocina y...

(Continuación).

Mi abuela estaba despierta haciendo el desayuno, me quede boquiabierto.

—¿Abuela?.- pregunté.

—Dime hijo.- se volteó, y me dijo "buenos días".- sonreí.

—Buenos días abuela, me hubieras despertado. ¿Por qué huele a quemado?.

—Te veías muy cansado, y huele a quemado por las tortillas.

—No no estoy cansado.

—Tus ojeras me lo dicen todo ¿A qué hora te dormiste?.- preguntó mirándome a los ojos.

—Eh pues...- agache la cabeza.

—Ay Matías sabes que no me gusta que te duermas tarde.

—Perdón tita...me distraje hablando con...ah por cierto.

—¿Con quien hablabas? ¿A quien invitaste tan tarde a la casa? Matías!!!.

—Nonono...me refiero hablar por medio del celular.

—Ah, esas cosas no sirven, ¿el celular que? Seguramente te escribe otra persona te pueden secuestrar, por eso no me gustan esos aparatos.

—Tita, sí son las personas que quiero contactar jaja tranquila hablaba con mi hermana y Justo de eso quería hablarte.

—¿Que pasó con Sandra?

—Pues...quiere venir por ti hoy para llevarte donde vive ella y quedarte un par de semanas ahí.

Al decirle eso note la felicidad de mi abuela, no podía ocultarla, se dibujó una sonrisa que me hizo tan feliz verla así. Sin Duda ella si quería pasar tiempo con mi hermana,
Cuando vino mi hermana Sandra le dije sobre el evento que habría mañana, quise llevar a mi abuela al aniversario del templo para que verá lo hermoso que es Oaxaca en estas fechas, mi hermana aceptó ir con nosotros, lo único de misa que dire es una pequeña nota y ya, lo demás lo dirá el sacerdote.

En lo que Sandra estaba con la abuela aproveché para ir a la estética y hacerme un corte de cabello, tenia que verme presentable para Martina, no suelo hacer estas cosas (peinarme o arreglarme para sorprender a alguien) nunca ma ha importado como me veo físicamente, de a igual, me pongo lo primero que veo y ya está.

Quede satisfecho con el resultado del corte de cabello, pudo haber quedado mejor, es horrible que solo le digas "las puntas" y termina por cortar cinco mil metros.
Pero bueno me veía bien, fui a la tienda de ropa en busca de un atuendo para la ocasión, que me gira buen a lado de ella el problema era que no sabía qué ropa usaría ella, digo..para ir combinados, que cosa tan más tonta pensé,

Elegí un pantalón café un poco entubado, solo un poco entubado, ligero para el calor así que quedaba muy bien a lo que quería, de camisa Uff ahí si le pensé bastantes estaba entre dos cosas...una camisa de botones blanca acompañado de zapatos blancos o..una camisa azul de botones
Empecé a estresarme mucho no sabía que combinaba con que, la chica de ahí me ofreció ayuda y la acepté.
Al final fue un cambio de planes: pantalón blanco con camisa azul, me veía muy bien. De calzado me recomendaron unos tenis para verme más juvenil pero...opté por unos zapatos azules obscuras que combinaban perfectamente con la camisa.

Por fin me siento bien y listo para mañana.

No era mi Intención. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora