Capítulo 23

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~Lena~

¿Una decisión? Por su expresión, imaginaba que no era nada bueno. Lo mire esperando lo peor, su rostro pocas veces lo había visto adoptar esa expresión tan seria. Camino lentamente hasta llegar al borde de la cama, ladeo la cabeza para mirarme y se sentó a mi lado.

― ¿Sobre qué? ―pregunte sintiéndome tensa, no sabía que pensar. ¿A caso de arrepentía? ¿Acaso todo era mentira? No podía imaginar que diría.

―Escucha…  ―Hizo una pausa, que aumentaba mi ansiedad― tal vez no sea la mejor forma de decir esto… y puede que sea algo precipitado, apenas te pedí que fueras mi novia ayer… ―De pronto, notaba los nervios en su rostro y por la forma en que divagaba sabía que le costaba trabajo explicarse, todo eso me intrigaba y me ponía igual o más nerviosa que él. Tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos― Pero… no puedo con la idea de que salgas con otros  hombres. No quiero que tengas más citas ―Lo mire sorprendida ¿De eso se trataba? Me tranquilice un poco.

―Pero…

―Escúchame, por favor ―guardo silencio unos segundo, luego mirándome fijamente― Lena quiero que nos casemos ―lo mire estupefacta. No me esperaba eso. Sus ojos denotaban seriedad y sinceridad― Puede ser algo precipitado, pero yo no tengo dudas no… no después de anoche. Te amo y quiero estar contigo.

―Hwa.

―Lo sé. Es complicado por la empresa y por todo, por nuestras familias, si, si lo sé, pero si nos casamos, ellos no podrán hacer nada para evitar que estemos juntos. Si es por la empresa Lena, yo hablaba enserio cuando dije que tú eras la persona correcta para dirigirla. Tu puedes tomar el control, no es que quiera que me mantengas no es eso… ―me conmovió ver la forma atropellada en la que trataba de explicarme sus sentimientos. Me abrace a él colgándome de su cuello.

―Sí, sí quiero casarme contigo ―No podía contestar otra cosa. Estaba completamente segura de sus sentimientos e igual como lo había dicho él después de esa noche, no tenía dudas de querer estar toda mi vida con él.

―Por eso… pero ¿Qué dijiste? ―Me miro como si no hubiera captado mis palabras o como si hubiera esperado que mi respuesta fuera otra.

―Que si me gustaría casarme contigo.

― ¿Lo dices en serio? ―Pregunto tomándome de los hombros y mirándome con una expresión entre alegría, duda y sorpresa.

―Sí, y no me importaría mantenerte ―bromee. Él me apretó con fuerza contra su pecho― Pero hagamos las cosas con calma ¿Si?

― ¿Con calma?

―Sí, pensemos con tranquilidad ―era algo precipitado, aun había muchas cosas que resolver y teníamos que terminar los trabajos de la empresa. Además ¿Qué nos esperaba? ¿Dónde viviríamos? Estaba segura de que mi padre me echaría de la casa. Así como tampoco su padre estaría de acuerdo, por no mencionar a su primo, que me odiaba. Eran muchas cosas.

―Lo sé. Lo siento… es que… no creo poder estar lejos de ti.

―Ni yo tampoco ―asegure. Porque él era ya algo vital, una parte esencial de mi vida.

― ¿Qué propones? Tampoco quiero que sientas que te estoy manipulando.

―No pienso eso. Escucha por el momento está el nuevo proyecto, no podemos dejarlo en el viento di mi palabra y soy responsable, además  tú también tienes deberes que cumplir en la empresa. No podemos olvidarnos de todo.

―Lena… no quiero que estés cerca de ese tipo. No me gusta ―Note sus celos, ahora abiertamente veía en sus ojos la molestia. Tome su rostro y lo bese dulcemente. Era adorable ver como no podía ocultarlo y eso demostraba cuanto le importaba.

El perfecto prometidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora