Salí de la escuela buscando a Daniel, pero no había llegado, recibí un mensaje.
"Amor llegaré unos minutos tarde, hay trafico, te amo 😍"
Me senté en la banqueta, y ella se acercó a mí, trate de sentarme en un lugar alejado del estacionamiento para que no me viera y aún así ahí estaba.
—Hola -se sentó.
—¿Quién dijo que podía sentarse aquí? -la mire.
—¿A tí quien te dijo que era de tu propiedad la banqueta para no poderme sentar? -sonrió.
—Tiene razón -dije y me levante de ahí, camine hacia la esquina para alejarme de ella.
—Detente -dijo ella alcanzandome del brazo, mire su agarre y luego la mire a ella.
—Tenemos que hablar -dijo.
—¿Tenemos? ¿Quién te dijo que yo quería hablar contigo? -arquee una ceja.
—Yo soy la que quiere hablar contigo -rodo los ojos en forma de desesperación.
—Pues yo no, ahora si me disculpas tengo que ir a encontrarme con mi novio -sonreí, note que ella bajo la cabeza un segundo y soltó su agarre.
—Mírame a los ojos diciendome que ya no me quieres, que ya todo se fue a la mierda, pero dímelo mirándome a los ojos... Yoselin, yo aún te quiero -repitio aquello que causó nuevamente que mi piel se erizara, iba a hablar, pero llego Daniel.
—Amor -hable cuando bajo de la moto.
—Preciosa ¿cómo estas? -me dio un beso.
—Bien amor ¿y tú? -mire a Katherine y Daniel también volteó a verla.
—Mil disculpas, Daniel, mucho gusto -extendio su mano hacia Katherine.
—Mucho gusto, Katherine, profesora de Yoselin -sus ojos eran cristalinos, pero aún así le dio una sonrisa.
—Soy su nov —Novio, si lo note -lo interrumpio —¿Cuanto llevan? -preguntó
—Aproximadamente un mes y días -sonrió Daniel.
—Muy bien, felicidades, Yoselin es una gran mujer -me miro.
—Lo sé, es perfecta -Daniel me abrazo y beso.
—Si, pues mucho gusto, espero que duren mucho -trato de sonreír a él —Vete con cuidado -me miro y se dio media vuelta.
Llegue a mi casa, me despedí de Daniel, él quería que saliéramos hoy, pero la realidad es que no quería salir de mi casa, aunque tendría que hacerlo para distraerme de lo sucedido con Katherine.
—¿Por qué tuviste que regresar maldita sea? -tome mi celular con una foto de ella y no podia parar de admirarla.
Salí sola al parque, queria aire, y necesitaba comprar cosas para hacer de comer y material para la escuela.
Vi pasar a la chica que segun yo, era novia de Katherine solo que iba muy cariñosa con otra persona, solo rodee los ojos y ella pudo verme.
—Disculpa ¿Te conozco? -preguntó ella mirandome, la mire de arriba hacia abajo.
—Claro, eres novia de Katherine ¿no? Las vi en el foro de fotografias en la plaza central -hable sin quitarle la mirada de encima.
—Oh si... Pero ya no somos pareja -dijo —Al parecer no estaba lista para tener una relación ¿la conoces?-preguntó.
—Si, es... Es mi profesora -sonreí levemente.
—No pensé que sus alumnos supieran sobre su orientación... -me miró confundida.
—Si, bueno, digamos que solo yo lo sé -sonreí.
—Pues ¿qué tipo de confianzas deben traer? -arqueo una ceja.
—Mucha...-rei por sus aparentes celos.
—Uy niña, pues ojala a ti si te sepa cuidar -sonrio —Porque ella se aburre muy rapido, sobre todo de las niñas como tú.
—Al parecer eso le paso contigo, lo has de decir por experiencia propia, mira que eres más grande que yo -reí —Y no te preocupes, ella y yo no somos nada de lo que crees -le guiñe el ojo.
—No me interesa lo que seas de esa -hablo.
—"Esa"se llama Katherine, ¿no recuerdas haber gritado su nombre? -sonreí de forma cínica , ella me miro con enojo en su rostro —¿O solo yo lo he hecho? -la mire fingiendo estar sorprendida, al principio no supe lo que decía, pero después me di cuenta que la había cagado.
—Maldita puta... ¿Entonces eres tú? me miro con los ojos entrecerrados.
—¿Entonces soy yo, qué? -la mire confundida.
—¡Eres la maldita mujer que no ha sacado de su cabeza! -ella iba a golperame, pero la chica con quien iba la detuvo.
—Bonito día -la mire y sonreí levemente, lo que habia dicho me habia dejado intrigada, pero no podia dejar que lo notara, di media vuelta y camine hacia mi casa.
Sonó mi celular un par de veces, pero no tenía registrado el numero, deje que sonará hasta que llegue a mi casa, volvió a sonar.
—¿Quién es? -contesté de mala gana.
—De nuevo pude conseguir tu número -habló Katherine.
—Ah, eres tú -rodee los ojos con molestia
—Dejame hablar contigo -dijo —Por favor
—¿Para qué? ¿Qué más quieres de mi? -traté de no llorar
—Tú perdón, es lo único que quiero, no pienso obligarte a que vuelvas conmigo, solo quiero que sepas la verdad de todo y te juro que te dejaré en paz -habló.
—No me será fácil perdonarte, debes entenderlo, por ahora no quiero hablar contigo, solo necesito tiempo para analizar que estas de vuelta y poder verte como mi maestra -me senté en mi Sala.
—¿Eso quiere decir que en algún momento podremos hablar? -preguntó.
—Si, pero no ahora -mis sentimientos volvían a estar en calma.
—Me agrada la esperanza que acabas de darme -se oía más alegre.
—Que quede claro que no regresaré contigo, tengo novio y nos la pasamos muy bien juntos -recordé a Daniel.
—Lo entiendo y ya te dije que no quiero obligarte a nada -dijo.
—Hasta mañana profesora -hable y terminé la llamada.
Agregue el número como “profesora Katherine”
Comí, llame a mis padres y ví películas hasta que me dormí. Me desperté a la segunda alarma del despertador, me di un baño rápido, me arregle y me fui a clases.
Llegue al salón y ella iba entrando, así que entré después de ella.
—Tienen la clase libre -habló.
Me quedé atónita, ella nunca había dado una clase libre por más mal que se sintiera.
—¿Se encuentra bien? -preguntó un compañero.
—Si, solo que no preparé tema para hoy, refuercen lo que estábamos viendo y los veo la próxima clase -tomó su maletín y caminó hacia la puerta del salón.
—¿Esta segura? -me atreví a preguntar e inmediatamente hizo contacto visual conmigo.
—Si, señorita -habló molesta, y terminó de salir.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo por la forma en que me había hablado, pero supuse que era normal.
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Prohibido enamorarse
Roman d'amourEsta muy claro que todos en algún momento de nuestra vida, nos hemos enamorado. A algunos nos ha pasado que nos enamoramos de algún profesor/ra, y quisieramos tener algo que ver con ellos, pero ¿cuantos realmente llegamos formalizar algo?. Esta es m...