Salí de clases, me senté a esperar a mi novio y la ví a ella, estaba en la tienda cerca de la escuela, estaba tomando una bebida energética; en el momento no supe si acercarme a ella, me daba mucha curiosidad del porque ella había dejado "clase libre".
—Hola... -me acerque levemente.
—Tenía entendido que no querías hablar conmigo -me miro.
—Es solo que quiero ver que ocurre con usted como maestra -hable.
—Nada -bajo la mirada.
—Ok... Sé que solo somos maestra alumna, pero si quiere puede hablar conmigo -dije —Sobre como se siente y así... -me senté a su lado y la note ponerse tensa.
—Desde cuando había querido que me dijeras algo parecido... -sonrió levemente y quizás hasta con un poco de ironía.
—¿Quiere hablar sobre porque dejó una clase libre? Es decir, que le causó ese mal humor, entiendo que en si, usted no es una persona sonriente, pero al menos sus clases eran más amenas por las ocurrencias que decía -la miré y note que sonrió por como la definía, pero no hacia contacto visual conmigo, solo miraba hacia el suelo o en todo caso a su bebida energética.
—¿Recuerdas que alguna vez te dije que Tú eras lo que pasaba? -por fin me miro.
—Si... -recordé como empezó todo y baje la mirada.
—Pues ahora pasa exactamente lo mismo -volteó nuevamente esquivando mi mirada, trague en seco, lo cierto es que no sabía que decir o que hacer. —Lo siento -dijo casi en un susurro -la mire y ella a mi, ví como se cristalizaron sus ojos y tomó mi mano —De verdad lo siento, sé que no tienen mucho valor mis palabras, sé que te hice daño, sé que no hay vuelta atrás, pero solo quería que estuvieras bien y aún quiero que sea así, te juro que eres lo mejor que pude haber tenido y al final yo fui quien la cago, por miedo, por ser cobarde, pero te quiero, aún te quiero y podría jurar que te amo, pero sé que el amor es más que todo esto -sus palabras se entre cortaban de vez en cuando y rodaba una lágrima por su mejilla, me dolía verla así.
—Katherine... Yo... Me gustaría... -trataba de decir algo, pero mi mente no acomodaba las palabras, sentí como ella me soltó muy rápido y se levantó dándome la espalda.
—Hola amor -escuche la voz de mi novio.
—Amor -trate de sonreír y me levante para darle un beso.
—¿Esta bien tu maestra? -preguntó volteando a verla.
—Si, solo cosas de mujeres -dije y el asintió con la cabeza.
—Bueno pues vámonos amor, tengo que ir por unas cosas -asenti.
—Hasta mañana, profesora -hable mirándola, ella aún nos daba la espalda.
—Hasta mañana -su voz se escuchaba apagada.
Me puse el casco y me subí a la moto.Llegamos a mi casa, él se despidió porque tenía que irse rápido y yo quise prepararme algo para comer.
Lo mejor que puedo hacer en este momento es en la libertad de Daniel, no puedo seguir teniéndolo como mi novio cuando sé que mi corazón le pertenece aún a ella, porque si, aún me intriga saber que fue lo que pasó, porqué se fue, y quería darle la oportunidad de explicarme, sonaba mi celular, era Daniel.
—Amor ¿estas muy ocupada? -preguntó.
—Amm no ¿por qué? -quería hablar con él y decirle lo que pasaba.
—Quiero estar hoy contigo ¿puedo ir a tu casa? Y vemos películas o algo -dijo.
—Si, ven, te veo aquí -hable, no quería decirle el típico "tenemos que hablar" Solo se lo diría así sin más cuando él ya estuviera aquí.
Le di muchas vueltas a las cosas, porque si lo quería, pero también sabía que no podía corresponderle como él quisiera y no podía ser yo quien le hiciera daño, no se lo merece.
Llegó a mi casa, me trajo un dulce que sabía que me gustaba y fue ahí donde supe en definitiva que no podía seguir así, estábamos sentados en la Sala mientras él buscaba alguna recomendación de películas.
—Daniel -hablé para que me mirará.
—¿Qué paso? -me miro preocupado.
—Ya no... Ya no puedo seguir con esta relación.
—¿Por qué? ¿Qué hice? -preguntó espantado.
—Tú no hiciste nada malo, al contrario, siempre has estado para mi, me quieres, me conscientes, pero... Antes de tí hubo alguien, alguien que no he podido olvidar, alguien de quien sigo enamorada, pensé que ya estaba en el pasado, pero no pude engañarme -no sabía si decirle que era una chica, o peor aún que era esa maestra con la que me encontró varias veces.
—Esta bien... Yo solo quise lo mejor para tí, no puedo obligarte a estar conmigo cuando no quieres, solo quiero que seas feliz y ese chico sepa corresponderte -me tomó una mano
—Yo también deseo que encuentres a alguien que sepa cuidarte y valorar todo lo que das -dije, él soltó mi mano, se levantó y salió de mi casa.
Me quedé sentada, pensando aún en lo que pasamos juntos y lo bien que me hizo, pero no lo amaba y nadie merece estar con quien no lo ama y menos un hombre como él.
Ví una película, hice la rutina de mis días y fui a dormir.
Me levanté gracias a una llamada de Adrián.
—¿Qué paso con Daniel? -habló como siempre mi mejor amigo sin recordar los Buenos modales.
—Buenos días ¿cómo estas? Yo también estoy bien, gracias -dije irónica y divertida al mismo tiempo. —Pues nada, resulta que me di cuenta que él debe tener a alguien más en su vida que no se cuestione si sigue queriendo a su ex o no -hable —¿Te dijo algo? -pregunté, sabiendo que era obvio que le había dicho algo.
—No le dijiste eso ¿cierto? -preguntó.
—¿Que seguía queriendo a mi ex? Si, se lo dije, creó que debía saber las cosas como son, sin rodeos o mentiras, solo omiti que mi ex es una chica -dije.
—Demonios Yoselin, no siempre tienes que ser taaan directa -sonó como regaño, pero me dio igual.
—Lo siento, tenía que hacerlo, quiero que Katherine me explique muchas cosas y si es posible volver a tener algo con ella -sonreí al pensar que las cosas podrían salir mejor en una segunda oportunidad.
—Si sabes que las segundas oportunidades serán igual o peor que la primera ¿verdad? Pero en fin, si esa es tú última palabra, yo no puedo hacer nada, eres muy terca y no podré hacer que cambies de opinión -habló.
—Te veo en la escuela -dije y el asintió, colgué y empecé a alistarme para ir a la escuela.
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Prohibido enamorarse
RomanceEsta muy claro que todos en algún momento de nuestra vida, nos hemos enamorado. A algunos nos ha pasado que nos enamoramos de algún profesor/ra, y quisieramos tener algo que ver con ellos, pero ¿cuantos realmente llegamos formalizar algo?. Esta es m...