Capítulo 25

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—No quiero pensar mal -habló y en ese momento llegó el mesero con lo que habíamos pedido.

—Gracias -me diriji al mesero, él solo asintió con la cabeza y se fue.

—Pudo haber sido Daniela -partió un pedazo de carne de su plato.

—¿Daniela la directora? -pregunté sorprendida.

—Si, ya te había comentado que es muy homofóbica, reconocí su voz y dime ¿quien más puede tener acceso rápido a mis documentos que no sea ella -tenía mucha razón.

—Si, podrías tener razón -tomé de mi jugó.

—Si, aparte ella fue la que "me buscó" Para que regresará a trabajar en la escuela, no entiendo como ella supo donde estaba -dio un bocado.

—¿y cómo apareció ella en tu vida? -me refería a su ex.

—Esta chica me conoció cuando llegue a Guadalajara, se hizo mi amiga, una cosa paso a otra y estuvimos juntas un rato, pero no pude quererla sabiendo que tú estabas aquí preocupada por mí, era solo sexo y materialismo -habló muy segura.

—¿Y por qué a Guadalajara? -pregunté.

— Mi familia es de allá, de alguna u otra forma me siento segura cerca de ellos -dijo.

—Oh, muy bien, aún así me sigo preguntando ¿por qué Daniela hizo eso? ¿Realmente crees que haya sido ELLA? Te juro que no entendería porqué hizo eso, por mucho que se haya dado cuenta de nuestra relación es bastante exagerado —comenté con extrañeza

—Si, estoy de acuerdo -comió otro poco de lo que tenía en su plato.

—Estoy intrigada aún ¿sabes? No sé que este pasando y lo peor es que no sé si quiero averiguarlo -dije.

—Yo la verdad quede muy satisfecha con todo lo que pasó como para todavía buscarle 3 ojos al gato -hizo una mueca de desagrado.

—Te entiendo y no me gustaría que te pasará algo así otra vez -hablé con seguridad.

—Ni a mi me gustaría que te pasará algo, así que te pido que no vayas a hacer algo de lo que después te puedas arrepentir, por favor -me agarro la mano que tenía junto a mi bebida, sentí esos nervios, ese cosquilleo en el estómago y una sonrisa apareció en mi rostro viendo nuestras manos juntas.

—No te prometo nada -la miré a los ojos después de unos segundos.

—Esta bién, sé que no podré convencerte de lo contrario, eres tú, pero entonces solo ten mucho cuidado ¿si? -sobo mis nudillos.

—Si, estaré bien -le sonreí.

—¿Podemos hablar sobre un nosotros? -me miro un poco sonrojada.

—Emmm, si, creó -separe un poco nuestras manos y ella me agarro más fuerte.

—Yoselin ¿Quieres volver a ser mi novia? -su vena de la frente le resaltaba un poco por su timidez.

—Katherine... No lo sé -si sabía, pero como todo, hay que hacernos del rogar.

—Yoselin, mírame a los ojos y dime si o no -sonrió levemente porque ella sabía que no podía decirle que no cuando me miraba.

—Si Katherine, claro que quiero volver a ser tú novia -me levante de mi lugar y fui a besarla.

Prohibido enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora