El alcohol comenzaba a marearme, decidí parar y empezamos bailar, Katherine siempre estuvo a mi lado.
—¿Te sientes bien? -Katherine me abrazo por la espalda, negué con la cabeza y voltee para quedar frente a ella.
—El alcohol me marea muy rápido -sonrei y ella también.
—Eso habla bien de ti -junto más nuestros cuerpos.
—¿Ah si? ¿Cómo por qué? -puse mis brazos sobre sus hombros.
—Pues porque quiere decir que no tomas seguido y por lo tanto eres una niña bien -miraba hacia mis labios.
—Mmm pues realmente no tomo seguido, solo cuando me siento a gusto y en confianza -me encogí en hombros y baje un poco la cabeza.
—Excelente, ya hay confianza entre nosotros -me guiño el ojo.
—Asi es -rei y volvimos a retomar el ritmo de la canción, junto a todos los que me acompañaban.
Adrián dejo de tomar al mismo tiempo que yo y Katherine porque llevaban carro e iban a manejar, el bar estaba por cerrar, los demás estaban algo pasados de copas, pero eran agradables, hasta me cayeron mejor estando briagos.
—Oye Yos, iré a dejar a estos borrachos a su casa ¿Vienes con nosotros? -preguntó Adrián señalando a los Jovenes cantando en el micrófono.
—Mmm no lo sé, estoy cansada -ladee un poco la cabeza.
—Si gustas, yo puedo llevarla a casa -Katherine se dirigió a Adrián —Claro, si tú quieres -me miro.
—Ay si, la verdad es que estaría mejor que Katherine me llevara -la abrace de la cintura y Adrián río.
—Bien, se van con cuidado ¿ok? -miro a Katherine y ella asintió.
—No te preocupes, la dejare hasta su casa -me abrazo ella a mi.
—Bueno, dejenme voy a ver a los chicos, si gustan ya pueden irse -se despidió de ambas con un beso en la mejilla.
—Si, esta bien -dije y ví como se alejaba.
—¿Quiere irse a su casa ya la princesa? -me volteo a ver, amaba cuando me hablaba de esa forma tan tierna.
—Claro, dejame ir a por mi regalo y mis rosas, preciosa -dije y me voltee a la mesa de atrás para ir por mis cosas, regrese con ellas en la mano y Katherine me ayudo con la caja.
Fuimos hacia el ballet parking y le dieron las llaves a ella, como era su costumbre abrió primero la puerta del copiloto para que yo entrara y después entro ella.
—Oye, la caja me gustaría que abrieras ahorita -me la entrego.
—¿Por qué? -la sostuve en mis manos.
—Mmm digamos que... Es importante -arranco mientras yo pensaba el porqué —No, espera, deja que lleguemos -río
—¿Quién te entiende mujer? -reí también, note que cambiaba de rumbo, pero no dije nada.
Tardamos como 15 minutos en que ella se detuviera, era un lugar bonito, era un mirador, de noche se miraba bastante bien, la luna alumbraba, estacionó el coche y sonrió.
—Listo, ahora si, puedes abrirlo -señalo la caja.
—¿Me detienes las rosas? -se las di y comencé a abrir la caja, salio un globo y pego en el techo del auto, traía mi nombre, baje la mirada y ví una lámpara como la que ella tenía en su departamento ahí dentro, sonreí al ver que también había dulces de los que me gustaban, ví una hoja de papel y la jale, salio un pergamino gigante donde ella había escrito cosas muy bonitas para mi, empecé a leer y mientras más leía, más ganas de llorar me daban, era muy bonito, al final solo decía "Princesa hermosa ¿te gustaría ser mi novia?" Mis ojos se llenaron de lágrimas por la emoción, la mire y ella sonreía, el brillo en sus ojos me decía todo lo que necesitaba, la abrace.
—Si, claro que quiero ser tu novia -limpié mis ojos y la bese.
—Gracias por aceptar, te prometo luchar por nuestra relación, por sobre todas las cosas -me beso y así estuvimos, con besos hasta después de una hora.
—¿Crees qué deberíamos irnos? -le pregunté y sonrió para volver a besarme, los besos eran cada vez mas intensos, de repente sentí su mano debajo de mi camisa, no lo impedí, ahora era lo que más deseaba, la segui besando y ella subía su mano, hasta que desabrocho mi sostén, yo me subí en sus piernas, los besos siguieron hasta que ella empezó a desabrochar mi pantalón, me separe de ella y me miro confundida.
—Lo siento...-me soltó.
—No, no, tranquila, nunca he tenido relaciones con una chica... solo me puse nerviosa -sonreí para tratar de darle tranquilidad.
—Oh, si no quieres, esta bien -alzó sus hombros.
—No, si quiero, claro que quiero, solo me puse nerviosa -la bese.
—¿Segura? -me miro tiernamente.
—Muy segura -hable y la volví a besar. Y así fue como tuve la mejor relación sexual de toda mi vida, bajo la luz de luna y una noche estrellada dentro de un coche, con la mujer de mis sueños, con la persona que más amé, con mi primer amor y mi primera vez en todo.
Llegue de madrugada a mi casa, casi a las 5 de la mañana, me despedí de Katherine pidiéndole que me avisara cuando llegara a su casa.
—¿Bueno? -contesté la llamada de Katherine.
—Hermosa, descansa, ya llegue a mi casa -sonreí instantáneamente.
—También descansa preciosa, que bueno que ya llegaste
—¿Te parece si mañana paso por ti en la tarde para ir a comer? -preguntó.
—Me parece bien -dije con una sonrisa estúpida en mi cara.
—Excelente, ahora si te dejo dormir, ya es muy tarde, gracias por lo de esta noche, te quiero -y de nuevo sonreí, oír ese primer "te quiero" por parte de ella hizo que desapareciera mi miedo a quererla, mis barreras hacia el amor.
—Tambien te quiero -dije sin más y escuche un pequeño suspiro por parte de ella, y colgó.
Me dormí feliz y desperté feliz y con un poco de nauseas por el alcohol que había bebido, vomite un poco y me levante a tomar un café y a bañarme, eran las doce del día, no me gustaba levantarme tarde, sentía que el tiempo no rendía igual, me senté en el sofá y ya tenia una llamada entrante de Katherine.
—Hola, hola ¿Cómo amaneciste guapura? -preguntó.
—Hola preciosa, bien, todo bien ¿qué tal tú? -pregunté cambiando el canal de la televisión.
—Bien, extrañando tus besos, pero nada fuera de lo normal -río y logró que también riera.
—Genial ¿a qué hora vendrás? ¿o gustas que te alcance en alguna parte? -pregunté.
—De hecho, estoy en camino hacía tu casa -sonreí.
—Bueno, pues aquí te espero, besos -colgué y me cambie de ropa a una mas "formal", no pensaba irme en pans.
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Prohibido enamorarse
RomansaEsta muy claro que todos en algún momento de nuestra vida, nos hemos enamorado. A algunos nos ha pasado que nos enamoramos de algún profesor/ra, y quisieramos tener algo que ver con ellos, pero ¿cuantos realmente llegamos formalizar algo?. Esta es m...