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◑ De nuevo en ese lugar ◑

El año a transcurrido, no solo para el castaño y el asesino/padre, también para las personas que aún estaban en espera por conocerlo.

Paso lo que tuvo que pasar. El año desde el accidente fue superado, pero los traumas, solo algunos, permanecieron. Esto se vio reflejado cuando Reborn estaba tratando de instruir al moreno en la percepción de los ruidos.

Lo habia logrado entrenar previniendo ataques a corto alcance: tanto con armas y llamas de última voluntad. Él mismo se encargó de eso. Después le enseño también de defensa personal y a lidiar con ilusiones, con la ayuda de la persona que conocía sobre artes marciales y respecto a las ilusiones, fue con una gran portadora de llamas de la niebla-aunque no pudiera ver, era su mente la que podía ser afectada- Pero entonces sucedió que al necesitar concentrarse para ataques a larga distancia, nuevamente tenía que enfocarse en evitar todo ruido. Fue ahí que el sonido de un automóvil era el que causaba que el entrenamiento no sirviera.

Le traía al vivo recuerdo de ser aventado varios metros en el aire por el impacto, entumecia todo su cuerpo y no lo dejaba continuar; esto paso tantas veces que Reborn tuvo que salvarlo de armas letales, porque Tsuna no se movia a tiempo.
Pero no podía enojarse y apresurar las cosas, tuvo que comprender que todo se daba a su tiempo, porque el pequeño cuerpo de su alumno era el que sufría los efectos.

Las secuelas de las primera veces que lo entreno en sus llamas, fueron mareos y desmayos; las consecuencias de entrenamientos cuerpo a cuerpo eran torceduras y desgaste físico, además sumarle que la ceguera limitaba sus movimientos, los llevo meses de tener que coordinar sus extremidades.

El moreno no pudo evitar llorar y frustrarse, le llegaban pensamientos negativos y regresaba a sus inseguridades y baja autoestima. Sus mismos compañeros que lo ayudaron a entrenarlo pudieron comprobarlo.
Pero a partir de las reacciones constantes del niño, idearon maneras de tranquilizarlo y calmar su anciedad.

Tsuna no quería que se molestará en ayudarlo, el como excusa decía que se recuperaría pronto. Lo cierto era que dejarlo solo, empeoraba las cosas, podía incluso ocacionar que todo el progreso que llevaban, se tirará a la basura y además como prometió su tutor, él no lo abandonaría en momentos así.

Entonces no solo era Reborn, también sus compañeros le fueron haciendo compañía, tratando de darle buenas razones para seguir adelante.

Paso de ser un chico abandonado a uno deseado y querido, ese cambio repentino lo hizo sentirse extraño, sin embargo fue adaptándose porque quería sentir más de esa calidez en su corazón.

Entonces resumiendo, Tsuna fácilmente podia volver al instituto Naminori y patearles el trasero a los imbéciles que le hicieron daño, podía defenderse de simples pandilleros de la calle e incluso en un combate contra el Arcobaleno de la tormenta—quien le enseño artes marciales— podía llegar a terminar en un empate; sin embargo aún no era tan bueno como su tutor.

—¿Por que no puedo vencerte?—pregunto con su respiración entre cortada, lo tenía de nuevo sobre el pasto de aquel patio donde acostumbraban entrenar.

—Porque soy el mejor asesinó, mocoso—alardeo y una vez más retiro el arma vacía que le apuntaba.

—Pero no es justo, tu evitas hacer ruido, apenas y puedo ver tus latidos, ni siquiera puedo escuchar tu respiración—se sentó sobre el césped de mala gana, sus ojos volvieron a cubrirse.

—Pues aprende a atacar con la poca información que obtengas—le extendió su mano para que Tsuna la recibiera y se pusiera de pie. Observó cómo el largo flequillo le ocacionaba cosquillas a su nariz, había crecido un poco más en esos meses—Lo que queda es cortar ese cabello largo y darte un porte más elegante.

【Despreciado-Amado】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora